lunes, 3 de diciembre de 2012

Sinopsis.


Los opuestos se atraen, y las apariencias engañan…

Vos y él, tan distintos (o eso creías) pero, será así? En realidad es la persona que pensas? No te estarás equivocando? No estarás juzgando demasiado, sin conocerlo bien?

No había persona mas terca que vos, y cuando tenían un concepto de algo o alguien en la cabeza creías que era el correcto y nadie, pero nadie lograba cambiártelo.

¿Histérica? Muy, todos lo dicen, y es lo que menos te importa, preferís eso, antes que sufrir, porque esa palabra desde hace mucho la borraste de tu diccionario (o eso creías).

¿los opuestos se atraen? ¡Mentiras! Es lo que siempre respondías, ¿cómo dos personas totalmente distintas podrían atraerse? Uno, una mierda de persona (y no eras vos, precisamente) era él, pero ojo, todo esto según lo que vos decías, vos pensabas eso, no los demás,

Te creías la dueña de la verdad, pero no de mala manera, de la mejor, pero esto también provocaba que a veces, elijas a la razón, en vez del corazón, típico tuyo.

Y aunque sos joven, 17años (para ser exactos), sabías muy bien lo que querías para vos, y sufrir no entraba en tus planes de vida, y mucho menos por amor.

Siempre decías que lo bueno tarda en llagar, pero, ¿si ya llego, y no te diste cuenta? (o mejor dicho, no querías hacerlo).

¿las apariencias engañan? Y ahí si tenías tus dudas, esto si, tal vez, sea cierto, y vos lo vivías en carne propia, te hacías la dura, la superada, y feliz, pero adentro (muy) tenías tus mambos, que los trabas de solucionar, y valga aclarar que siempre con una sonrisa, tenías el concepto de siempre sonreír por todo, ser feliz, vivir el minuto a minuto, desde que ocurrió aquello trágico, y a un ser que vos amabas mucho, lo cual no queres recordar porque te hace mal, y el concepto de sonreír siempre se iría a la mierda, en fin, desde eso, prometiste vivir cada momento, sea malo o bueno, pero vivirlo.




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