sábado, 7 de diciembre de 2013

-45.

Un día, un sólo día sin él y ya me sentía miserable y esto me resultaba estúpido, porque se supone que la vida sigue y perder a una persona (más aún si vos la alejaste)  no debe significar tanto como para describir tu vida de esa manera, pero ahí estaba yo, pensando en eso, odiando que falte una semana aún para las pequeñas vacaciones del colegio, porque era lunes y sólo había pasado un día, una noche, de que dejé a Pedro, el día anterior había sido un infierno, los mensajes y llamadas a mi celular no cesaban, obviamente todos de él y unos cuantos de Zaira suplicando que le explique lo que había sucedido el sábado, a lo cual respondí simplemente que la necesitaba, ella entendió rápidamente ya que media hora después estaba en mi habitación tratando de ayudarme a lidiar con mi miseria, a mamá y papá no tuve inconvenientes, al menos mientras tanto, ya que supongo se percataron de que no estaba bien y no presionaron al respecto.
Pero hoy, a casi una hora de que comience el colegio estaba dudando de que hacer con él, con nosotros (si es que aún existía un nosotros), porque por experiencia se que no puedo lidiar bien con mis sentimientos cuando estoy débil, y aunque me pese admitirlo, lo estoy, se que mi vulnerabilidad esta al máximo, que no voy a ser capaz de soportar seis horas con él alrededor, porque estoy segura de que no se va rendir fácilmente, mis cambios de humor se intensifican y no se como voy a lidiar con su presencia, espero que la ira lidere sobre todas las emociones, porque lo que menos quiero es verme vulnerable frente a él.
Decidí que mientras más lo retrasaba era peor, que tendría que aprender a sobrellevar la ruptura, que yo era fuerte (al menos tenía que creerlo) y me levante de la cama, dispuesta a seguir con mi vida y olvidar que dos días atrás había quedado como la idiota del año.

Toda idea de mantenerme fuerte y seguir se derrumbaron lentamente y dieron paso al miedo y desesperación mientras encaminaba hacia la entrada del colegio, Zaira iba a mi lado y aunque ella seguía con Hernán, había sido considerada conmigo y pidió a su novio que nos dejara solas al menos por ahora, y de verdad que lo apreciaba porque sin duda estar cerca de Hernán sería otra manera más de recordarme a Pedro. Frene un poco mi paso y mi amiga me sostuvo más fuerte, empujándome hacia delante.
-Dale gorda, recorda que hubo momentos peores -dijo ella, simples palabras, pero con mucho significado.
Asentí y gracias a las palabras de esta sentí que nuevas fuerzas crecían en mi interior, tenía razón, definitivamente ya había pasado por cosas peores y mucho más trágicas que esto.

Fuimos al curso directamente, porque no quería seguir escuchando los obvios rumores sobre mi siendo engañada, que circulaban en los pasillos.
Nos sentamos al fondo, por elección mía, mientras yo hacía mi mayor esfuerzo de seguir la conversación que Zaira apenas dejamos las mochilas en los asientos inició para tratar de mantener mi mente ocupada y alejada de pensamientos que me pondrían mal.

-Gorda -dijo mi amiga tocándome levemente el brazo para sacarme del trance en el que estaba, mirando hacia la ventana.
-Si? -dije volviéndome hacia ella.
-Te colgaste -dijo lo obvio haciendo una mueca, yo sabia lo mucho que odiaba verme así.
-Si, eh, que decías? -dije esbozando una sonrisa a medias.
-Nada interesante en realidad -dijo ladeando la cabeza y cuando estaba por hablar la siento cambiar su mirada hacia la puerta, furia irradiando de sus ojos e inmediatamente me tenso, es él. 
Por favor que no se acerque, ruego en mi cabeza, pero como la suerte esta de mi lado pocas veces, a los pocos minutos siento su presencia a mi lado y me tenso aun mas, si es posible.
-Es mejor que te vayas Pedro -dijo Zaira tratando de mantener la calma.
-Pau -dijo ignorando completamente la advertencia de mi amiga, poniendo una mano sobre mi hombro, haciendo cuclillas para quedar a mi nivel.
-Pedro -dije tomando aire- andate.
-Mi amor -llamó de nuevo, y ya tenía suficiente, me gire hacia él, lo que ocasionó que su mano cayera de mi hombro.
-No me llames así, ya no lo soy -dije, dando paso a la ira.
-Por favor -suplico, sus ojos cafés sin su brillo de siempre, opacos, con ojeras, desorientados.
-Anda Pedro -dije asintiendo hacia adelante.
-Yo... -dijo y tomo una respiración, iba a continuar pero yo lo interrumpí.
-Pedro andate, no me hagas hacer otro escándalo -susurre, el asintió derrotado, se paro e inclinó dejando un pausado beso en  mi frete, para luego ir hacia los asientos de adelante.
Frote mi frente donde dejo el beso y suspire, esto iba a ser mucho más difícil de lo que pensaba.

**
Espero que sigan leyendo y les guste, voy a tratar de subir más seguido, sólo que la inspiración es una maldita que no aparece a menudo jaja
*la nove la paso desde @dancetofuck por ciertas cosas...*

jueves, 10 de octubre de 2013

-44.

-Imbécil, tarado, infeliz, basura, engreído, egoísta, mujeriego, traidor... -estaba a punto de seguir blasfemando cada sinónimo de idiota valido para mí, cuando siento su mano sobre mi boca ¡sobre mi boca! ¡SE ATREVIÓ A CALLARME! Iba a cortarlo en trocitos, con mucha lentitud, y luego daría sus partes a los cuervos... ¡Lo juro!
Mordí su mano tan fuerte como pude y lo oí gemir mi nombre con dolor... ¡JA! que le duela.
No comprendo cómo llegue a este punto, en que la rabia dominaba mi cuerpo y nublaba mi mente ¡Dios! necesitaba pensar con la cabeza, pero simplemente no podía, no luego de ver a esa zorra encima de mi novio (o ex-novio para el caso) metiéndole la lengua hasta la garganta. No sé qué quería mas es este momento, si matarla a ella o a él, tal vez a los dos, si, a los dos.
Yo como verdadera idiota minutos atrás me encontraba en mi habitación llorando como las últimas tres noches pasadas por una estúpida pelea con Pedro mientras que el venía a revolcarse con Verónica en una fiesta ¡en una fiesta! ni siquiera pudo esconderse, aparte de romper mi corazón tenía que dejarme como la idiota del año.
Él se encontraba ahora, luego de recuperarse de mi mordida pidiéndome perdón una y mil veces dándome la estúpida excusa de que ella fue la que lo beso ¡si claro! yo ahora tenía una sola cosa en mente: poner a Verónica en su lugar antes de desmoronarme por completo.
Sin dudarlo dos veces hice a un lado a un Pedro supuestamente borracho y me lance a una Verónica cuyos ojos se abrían con miedo al verme venir ¡maldita perra! voy a desfigurar esa cara de zorra. Y no tenía planeado hacerlo como pelearían zorras como ella. Un segundo más tarde mi puño derecho salió directo para encontrarse con su pequeña nariz operada, puse todo de mí en ese golpe, mi mano ardió de dolor pero no cedí.
Ella cayó al piso, lo que, lo hizo más fácil. Me senté a horcajadas sobre ella y comencé a arrancarle los alargues como siempre quise hacerlo, ella lloriqueaba abajo mío tratando de defenderse, pero creo que nadie podría contra una mujer que está teniendo la misma furia que yo.
A medida de arrancaba sus alargues ella clavaba sus uñas en mis brazos y hasta los  hizo sangrar.
Estaba por arrancar otro mechón de su cabello cuando siento que me agarran de la cintura, chillo y obligo a la persona que me tiene a que me suelte pero no lo hace ¡maldita sea! La mano sigue aferrada a mi cintura y tras un arduo intento de soltarme y no lograrlo, cedí.
Nos dirigíamos afuera, y a medida que recuperaba el sentido común, pude notar de quien eran las manos… Pedro ¡como se atrevía!
-Soltame ahora! -grite intentando soltarme de él, pero me sostenía con tanta fuerza que me hizo dudar su borrachera. Su borrachera. Automáticamente mi mente fue a lo primero que vi al entrar a la fiesta (ya que me habían enviado un mensaje de texto para que fuera urgente a buscar a mi novio), imaginen mi sorpresa a ver que al parecer el ya no la necesitaba.
Oí un sollozo y por un momento creí que era Pedro, pero luego siguieron más sollozos hasta que note que provenían de mí. Me estaba rompiendo... Y delante de Pedro. Trate de frenar las lágrimas y sollozos pero fue inútil, esto solo logró que salieran más y más.
Pedro se detuvo frente a su auto, abrió la puerta y me metió aprovechando mi vulnerabilidad, meto mi cabeza entre las piernas intentando calmarme, fracasando inútilmente, cuando siento unas manos tomar mis brazos y hacerme girar hasta levantar la cabeza, mis ojos inmediatamente se encuentran en los suyos y lloro aún más, si es posible.
En un arrebato Pedro me jala hasta quedar a horcajadas sobre él y yo tan idiota como me siento, cedo ante él y sollozo en su pecho, me frota la espalda susurrando en mi oído constantemente: lo siento mi amor, lo siento tanto.
Que hace que lo odie mucho más por hacerme amarlo tanto cuando tendría que suceder lo contrario.
Varios minutos después logro estabilizarme pero no me separo de su pecho, no quiero verlo, no quiero terminar con esto, no todavía.
Él pone una mano en mi mentón y me obliga a levantar la mirada, para encontrarme con esos ojos cafés que quitan el sueño, si es posible más brillosos de los que son, suplicando perdón en ellos, causando que mi estómago se hunda y mi corazón se vuelque.
-Te amo y lo siento mucho -susurra él y segundos después su boca se posa en la mía, tan lentamente, llena de ese amor que mencionó antes, beso que hace que mi decisión temporal sea tan difícil de decir, beso que hace que quiera quedarme en sus labios y olvidar todo lo que... paso.
Me tenso al recordar que otros labios estuvieron en los suyos en no menos de una hora y él lo nota, ya que da un suspiro y me deja apartar.
Vuelvo al asiento de pasajero y el enciende el auto, aparentemente sintiéndose no tan borracho como para manejar.
Por suerte y gracias a todos los santos se encuentra estacionándose frente al porche de mi casa, inhalo profundamente y exhalo aún más profundo de lo que había inhalado.
Acá viene la parte difícil, la que odio tener que decir, pero sé que debo. Esto fue mucho, ya había soportado miles de coqueteos obvios de Verónica hacia él y que este no haga nada para impedirlo (aunque él insista que sí) esto fue la gota que rebalsó mi vaso, y tenía que poner fin, no para sufrir menos (porque ya estaba sufriendo como loca) si no para conservar el poquito de orgullo que me quedaba. Inhale una vez más y volví a exhalar.
-No lo hagas –rogó, su voz presa de pánico, él no me estaba dando una salida fácil, como si ya no fuera difícil para mí.
-Pedro... -comencé a decir pero me interrumpió.
-Por favor, no me dejes -su voz salió entrecortada al final. Trague con fuerza, tenía que hacerlo.
-Necesitamos un tiempo, necesito un tiempo Pedro. Un tiempo largo. Tenes todo tipo de derechos de hacer lo que quieras con el -dije lo más rápido posible para impedir que me interrumpa.
-Solo quiero gastar mi tiempo contigo -susurro, tenía que salir antes de que me haga gelatina.
-Chau Pedro -dije agarrando la manija pero antes de abrir la puerta su brazo me retiene- Pedro... -suplico.
-Por favor perdoname -dijo el mirando a mis ojos, al igual que yo a los suyos, trague duro y pese a lo mucho que dolía, asentí con la cabeza y sonreí forzadamente.
-Te perdono -mentí, y al ver que sus ojos se iluminaban de nuevas esperanzas inmediatamente decidí seguir- pero, eso es todo. Lo que dije antes sigue en pie -dicho esto, me volteé pensando que iba a aflojar su agarre y me iba a dejar ir, pero no lo hizo.
-Un beso? -pregunto, trague duro nuevamente.
-Q-qué?
-Por favor, un beso -rogó, y no pude resistirme, no sabiendo que tardaría mucho en volver a probar  su boca (si alguna vez volvía).
Me acerque tentativamente hacia él, y en cuanto se unieron nuestros labios fuimos absorbidos por la pasión, se sentía, irónicamente, como si fuera el ultimo de nuestros besos.
Ambos saboreando la boca del otro lo más posible, nuestras lenguas dieron paso para unirse y ya me estaba sintiendo incomoda, pero no quería romper el beso.
Como si me leyera los pensamientos, Pedro me tiro hacia su regazo y seguimos devorándonos, jadeando segundos por aire sin mantener mucho tiempo nuestras bocas separadas.
Él bajo sus manos que se posaban en mi cadera, hasta mis muslos y en todo el tiempo recién pareció darse cuenta de que llevaba una falda, gruño en mi boca, y comenzó a levantarla, yo ya había perdido la cabeza, mi cuerpo dominaba en todas partes, deje todo pensamiento racional abrirse y dejar paso al deseo.
Pensaba seguir con el tiempo que había pedido, pero eso comenzaría mañana.

Mientras subía mi falda y hacia cosas con sus manos por todo mi muslo yo lo besaba desde sus hombros hasta su cuello, deteniéndome en el último, saboreando tanto como podía, hasta que lo sentí que su mano bajaba mi ropa interior, sabía que esto estaba mal, sabía que tenía que parar, lo sabía, pero aun así, deje que siga, e hice lo mismo que él, desprendí sus pantalones, y lo último que supe antes de perder la última pizca de cordura que me quedaba, era que, estaba jodida.



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Odienme, tienen derecho y me lo merezco. Recuerden que los caps los paso desde @dancetofuck pero sigo teniendo el otro twitt, adiós.

jueves, 22 de agosto de 2013

-43.

-Ya no tengo ganas Pedro -dije por enésima vez, ya enojada.
-Todavía no llegas a la nota correcta -respondió, y sinceramente me importaba muy poco en este momento, amaba cantar, pero Pedro era excesivamente perfeccionista, ya llevábamos una semana ensayando varios temas para el show de fin de curso, para después elegir los adecuados junto al "comite" que habían formado algunos de nuestros compañeros, faltaba aún cuatro meses, estamos en Junio y el show es en Octubre, pero el se empecina en que tenemos que hacer lo mejor posible ya desde ahora.
-Me importa una mierda -dije irritada, sin preocuparme por mis palabras, él sabe perfectamente, que cuando me pongo de mal humor, lo estoy enserio, y es mejor no irritarme más.
-Esa no es la forma de tratar a un profesor -dijo serio, pero se que me esta molestando por gusto, y realmente, real y seriamente no estoy de humor, y él, esta entrando en una zona peligrosa.
-Me importa una mierda -volví a repetir, cruzándome los brazos, levantando una ceja.
-Insolente -dijo, lo fulminé con la mirada, y el repitió mi posición.
-Insoportable -respondí.
-Maleducada -dijo él, acercándose a mi.
-Obsesivo, compulsivo -ya me estaba cansado del jueguito de palabras, si no paraba, iba a tener que echarlo, era suficiente soportar la molestia que nos viene a las mujeres cada mes.
-Caprichosa -ya estaba llegando hasta donde me encontraba (ya parada, cerca de la puerta dispuesta a echarlo), yo que él, no me acercaba más.
-Idiota -ya había elevado el tono de voz, pero eso no lo detuvo.
-Chueca -dijo parado a escasos centímetros míos.
-Yo no soy chueca! -casi grite, eso fue el colmo- vos... -cuando estaba apunto de articular la siguiente palabra, siento la presión con fuerza de sus labios contra los míos.
Al principio estaba recia a responder, pero aún así con lo irritada y nerviosa que estaba, no pude resistirme a él, maldita adicción, rodeé mis manos en su cuello con fuerza, mientras devoraba su boca como él, no era un beso tierno, era un beso dominado por la furia, más del lado de lo apasionado, sin ningún tipo de permiso, su lengua ya estaba jugando con la mía, y tiempo después ya no sentía aire en mis pulmones, mordí su labio, fuerte, para luego retirar mi boca de la suya, él me miro con una sonrisa sucia.
-Creo que tengo que hacerte enojar más seguido -dijo el guiñándome.
-Callate tarado -dije y no pude evitar la sonrisa que se me escapo de los labios.
-Por qué no me callas vos? -volvió a guiñar, me mordí el labio y negué con la cabeza.
-Nah -dije cruzándome los brazos, el sonrío.
-Seh -dijo descruzando mis brazos.
-Nah -volví a cruzarlos, sacandole la lengua, el rió.
-Dije que si -y me volvió a descruzar los labios, esta vez sin siquiera dejarme intervenir, ya que una vez que sus labios tocaron los míos, me perdí en ellos.

***

Hoy era el primer partido importante que tenían Pepe y el equipo del colegio, los anteriores habían sido amistosos, pero hoy comenzaba el campeonato, eran seis equipos de fútbol, cada uno de distintos colegios, el nuestro, llamado "Tigres" siempre había sido de los mejores desde que Pedro llego al colegio junto con Hernán, no lo digo porque sea mi novio, sino porque realmente es muy bueno en lo que hace, sin duda, el mejor de todos, es por eso que es el primer defensor y capitán de su equipo. 
Estábamos a mitad de Junio, y ellos ya comenzaron a prepararse desde hace un mes, decir que Pedro era competitivo quedaba corto, el año pasado -a pesar de no estar pegada a él- pude notar su enorme frustración al perder el último partido, y lo pude comprobar hace poco, cuando había mencionado que eso no volvería a ocurrir, y creo que hablaba muy enserio.

Salté, grite y aplaudí por él, cuando metió el tercer y último gol del partido, e hice algo que nunca creí que me tocaría hacer, pase al otro lado de la cancha, donde estaba, mientras corría y lo veía correr a él hacia mí, y lo bese, fuerte, dejándonos sin aire.

-Sos el mejor, tres goles hechos, esos chicos te tienen que tener en una cajita de cristal -dije graciosa y él sonrió.
-Vos sos mi amuleto de la buena suerte -dijo él volviendo a besarme.
-Mentiroso -dije riendo, porque apenas dije eso el apretó sus manos cerca de mis caderas, donde sabía, tengo cosquillas.
-Enserio, por eso, no tenes que faltar nunca a los partidos, escuchaste? -dijo en un tono mandón.
-Si señor -respondí graciosa.

-Pedro! -lo llamo el entrenador, él miro hacia atrás, y luego a mí, suspirando.

-Voy a ver que quiere, esperame afuera, no tardo -dijo dándome otro beso.
-Anda jugador estrella -dije guiñando un ojo, el me dedico una sonrisa arrogante, para luego dirigirse junto a donde se encontraba todo el equipo y que yo regresara a buscar a Zai, que seguro había ido a buscar a Hernán como yo.

-Zai! -grité a mi amiga, para que me escuchara, al parecer a Hernán también lo necesitaban y Zaira me estaba buscando con la mirada.
-Hey! -dijo viniendo hacia mí.
-Lo llamo el entrenador? -pregunte, ella asintió con un bufido, yo reí.
-Nuestros chicos son necesitados -dije graciosa.
-Seh -respondió ella, y ambas reímos.
-Te dijo Hernán dónde los esperes?
-No, pero vamos afuera mejor, no?
-Vamos -respondí y nos dirigimos afuera, mire de nuevo hacia la cancha, y pude notar a Verónica (con su extremada corta pollera de porrista) yendo hacia Pedro, viéndole envolver sus manos en la cintura de él. Me puse roja de la furia, Zaira se dio vuelta para ver que me puso así, y en cuanto lo vio murmuro un "que zorra", saque toda la cordura posible, como para contenerme y no ir a quitarle esos horribles alargues,  y me dedique a observar, y por el bien de Pedro, era necesario que en menos de cinco segundos este viendo como quita las manos de esa odiosa zorra de su cintura.
Pasaron cinco minutos, pero los quito, se dio la vuelta y la miro con confusión para luego decir algo que no entendí y dirigirse al vestuario. Exhale aún furiosa, aún con ganas de matar a Verónica, también a Pedro, no tenía que haber pasado tanto de que hiciera eso, pero me calme, y decidí actuar con cordura, no se hasta cuando ocurriría eso ciertamente, creo que uno de estos días voy y le quito más que los alargues a esa chica, y, Pedro, creo que, él tampoco se salvaría de mi furia, ya que no veo que haga anda al respecto, nada más que correrla, porque si hiciera algo más... drástico, supongo que ella ya no se desubicaría tanto.

Tratando de calmarme, inhalo y exhalo mientras que acompaño a Zai hasta afuera, varios minutos después Pedro y Hernán se unen a nosotras, y vamos hasta la casa de Juanjo donde nuevamente se organizó una "fiesta".

Ellos van hablando durante el camino, sobre el partido -ya que a Pedro se le descompuso el auto, y Hernán hace de chofer- mientras yo voy en silencio, trantando de pensar que esta todo bien con Pedro, que no debo maquinar tanto, tratando de quitar los pensamientos que me gritan que voy a salir lastimada, tratando de...

-Hey amor! -escuche a Pedro y sentí sus manos en mis mejillas, girándome para que nuestros ojos se encuentren.
-Si? -dije lo más relajada que me salía.
-Estas muy callada, pasa algo? -mire hacia el asiento de enfrente, y por el espejo vi a Zaira dándome la mirada.
-No, nada -respondí.
-Segura?
-Si -dije suspirando y dándole un corto beso, para dejarlo un poco más tranquilo, y como hombre, se conformo, raro, dije irónica en mi mente, sabía que estaba siendo tal vez un poco exagerada, y tenía la esperanza de que se me pasara.

Pero no se me paso, al menos durante toda la noche, seguía reacia, encima Verónica también se encontraba ahí, con algo imposible de llamar ropa, capturaba la atención de todos con sólo inhalar, dejaba estúpido a cualquiera, pero yo podía solucionar la estupidez de los chicos... si solo la agarrara y...

-Bailamos? -era la tercera vez que preguntaba, sabía que no iba a parar hasta que dijera que si, así que, suspire y asentí.

Pedro me tomo de la mano y llevo hasta la "pista" me agarro de la cintura y me pego a él, yo rodeé mis manos en su cuello.

-Estas rara -dijo el frunciendo el ceño, mirándome fijo, como si estuviera o quisiera leerme la mente.
-Nah -dije apoyando mi cabeza en su hombro, para que no tuviera la posibilidad de ver mis sentimientos a través de mis ojos.
-Poli -susurro en mi oído, tan dulce que casi me olvido porque estaba tan distante, me aferre más a él.
-Ya dije que nada, bailemos -susurre en su oído.

Solo eso basto para que el me hiciera caso y comenzáramos a bailar al ritmo de la música, que coincidía con nuestro lento movimiento.

A lo largo de la noche, Pedro logro que me olvide de lo que había sucedido después del juego, seguir sus besos me pareció más importante que enroscarme con las idioteces que cometen las zorras con falta de afecto.

Pude disfrutar con él y con mis amigos -sí, ya comenzaba a tomarle cariño a Hernán como para llamarlo amigo- y mi día pudo terminar como había comenzado, feliz.


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desde ahora paso la nove desde el twitter @dancetofuck por cositas...
espero que les guste y sigan leyendo, sepan entenderme por no subir seguido.

PD: Oli, mi vida... NACEEEEEEEEEEEE!!! tequiedo♥

martes, 13 de agosto de 2013

-42.

-No me quiero levantar, ni quiero que vos lo hagas -gruñí y él rió.
Seguimos acostados en la cama, y realmente estoy muy cómoda así, no necesito levantarme, pero mi estomago gruñe desde hace un rato, y al parecer el de Pedro también, con la diferencia de que el esta dispuesto a levantarse y yo no.
-Dale Poli, te vas a sentir mal en un rato si no comes algo -dijo besándome la coronilla de mi cabeza, fruncí el ceño y luego sonreí.
-Poli? -pregunte.
-Ah, sí, así te voy a decir de ahora en más, junto con amor claro, y sólo yo puedo, eh -dijo, sonreí aún más.
-Creo que estoy soñando dije -el sonrió.
-Te aseguro que no.
-Lo juro, creo que estoy soñando -lo moleste.
-Bueno, si tanto insistís -dijo llevando la mano que tenía en mi cintura más abajo, pellizcándome, di un grito ahogado y luego solté una risa.
-Pedro! -me queje y el comenzó a reír, lo mire de manera acusadora..
-Qué? Yo sólo te demostraba que no es un sueño -dijo poniendo carita de cachorrito, yo me mordí el labio para no reír y negué con la cabeza.
-Sos un aprovechador -sentencie, él formo una O sobre actuada y yo reí, pero asentí con la cabeza, afirmando lo que dije anteriormente.
Y, no se como, pero en menos de un segundo nos giro y se encontraba arriba mío, curvando traviesa mente los labios.
-Entonces... -dijo rosando sus labios en mi oído-... Por qué no me aprovecho del todo? -susurro, me estremecí. Comenzó a besar mi cuello, lenta y detenidamente, bajando hasta mis hombros, para luego subir de nuevo, y repetir el movimiento una y otra vez.
Hasta que comprendo su juego y pienso que los dos podemos jugarlo. Sonreí para mis adentros, y decidí separarlo poniendo mis manos en su pecho.
Se quedo sobre su rodilla y yo sentada, me estudio por un minuto y cuando comenzó a hablar lo callé con un beso, aproveché ese momento y lo hice girar hacia su espalda nuevamente, me senté sobre él, aun besandolo, y comence a separar mis labios de los suyos para ir hacia su cuello, ascender hasta su oreja, susurrar un "a comer" morderlo suavemente y levantarme para ir al baño mientras lo escuchaba gruñir despacio, sonreí y entre a higienizarme.


Salgo y ya no veo a Pedro en la cama, supongo que debió ir al baño de invitados.
En el suelo, saliendo debajo de la mesita de luz veo la remera de ´él, sonrió y la agarro para ponérmela.  Doblo las sábanas y bajo a la cocina, ya que Pedro sabrá que estoy acá cuando no me encuentre arriba.
Primero me fijo en la hora que marca el reloj de pared, 12:36, bien, creo que deberíamos ya simplemente cocinar algo.
Comienzo a fijarme en la heladera que hay para llevar a cabo eso, realmente no soy una experta en la cocina, pero no estoy dispuesta a confesárselo a él.
Hay bastantes alimentos en la heladera como para hacer todo tipo de comida... Si sabes hacerlas, pero... He aquí yo, máximo fideos con salsa se hacer.
Me detengo un minuto más mirando la heladera, suspiro frustrada, giro y me choco con el cuerpo de Pedro que me agarra de la cintura.
-Tenes una carita -dijo- qué pasa?
-Em, nada -le di una sonrisa fingida- que queres comer? -pregunte, como si fuera a poder hacer cualquier cosa que pida, me estudió por un momento y luego respondió:
-Milanesas -hizo una pausa- con ensalada rusa -dijo y juro, sin querer, mis ojos se abrieron como los de un sapo, él soltó una carcajada y rió hasta quedarse sin aire.
-Mi.Amor -dijo aun riendo entre cada palabra- tenías que haber visto tu cara -respiro, me miro y volvió a reír.
Yo ya estaba fulminándolo con la mirada con las manos en las caderas. Él se dio cuenta he hizo su mayor esfuerzo en dejar de reír.
-Perdón, fue una bromita -puso cara de pobrecito, pero no cedí, seguí mirándolo así- me perdonas? Si? -juro que se parecía al gato con botas de Shrek cuando ponía sus "ojitos bonitos" (como lo digo yo), suspire y me rendí.
-Perdonado -dije, pero aun seria.
-Entonces, me das un beso? -dijo tomándome de la cintura.
-Primero me decis que queres comer -le dije.
-Cocinamos juntos unos fideos? -pregunto, gracias a Diospensé, y asentí con la cabeza.
-Ahora... Beso -dijo el acercándome más.
-Fideos -lo reté.
-Beso -insistió ya rosando mi nariz.
-Fideos -repetí.
-Beso -nuestras narices se tocaban.
-Fideos -susurre pegando mi boca junto a la suya y me separe sonriendo maliciosamente, comenzando a sacar los ingredientes de la heladera.
Él se rindió y juntos comenzamos a "cocinar", le deje la parte de fijarse que los fideos no se pegaran, que creo, es la mas fácil y yo prepare la salsa.

Luego de un rato pongo los platos sobre la mesa mientras que Pedro los cubiertos, y nos sirvo la "comida" que acabamos de terminar, cruzando los dedos para que sea... Comible.
La pruebo y, si, está comible, de hecho hasta rica. Espero a que Pedro termine de tragar, para saber que piensa.
-Yo te dije que nos iba a salir riquísimo -dijo guiñándome, yo le sonreí.
-Es una especie de milagro que nos haya salido, somos un desastre en la cocina, hay que admitirlo -dije y el asintió.
-Definitivamente -concordó y seguimos comiendo.

***

Pedro se fue al cabo de una hora después de comer, e invite a Zaira a venir a hacerme compañía, y esta me dio un si de respuesta, ya que mis padres llegan de tarde, y es preferible que me encuentren con una amiga, a con mi novio -sin remera, porque resulta ser que yo la tenia, y dicho sea de paso, no se la devolví  le obligue a ponerse la chaqueta que había traído, sola, y mucho no se negó-

-Bueno quién comienza? -pregunto mi amiga, agarrando uno de esos dulces de gelatina que tenia en mi casa.
-Vos -dije sin dudar, todavía no se de que manera contar lo que paso con Pedro, ella ya me había contado sobre su "experiencia" con Hernán semanas pasadas, y lo dijo sin ningún tipo de pudor, pero ella es así  no creo que a mi me salga eso con tanta naturalidad.
-Ok, como mañana no hay clases, ni gim, ni nada, a mi, se me ocurrió ir a pasar el día a la casa de campo de mis papás, vos, Pedro, Hernán y yo -dijo sonriendo de par a par, y sin duda me pareció una buena idea, el lugar era hermoso y tenia de todo, asiento, y ella sigue- solo que tenemos que salir de madrugada porque es un poco lejos... Y llegamos, y si queremos volvemos a dormir o algo así.
-Me parece genial, supongo que ya les preguntaste a tus papás, no? -ella asintió- Ok, les pregunto a los míos  aunque no creo que se nieguen, y le digo a Pedro? -pregunte.
-Sip, yo ya lo hable con Nan y me dijo que sin problema.
-Genial -dije, se que el tema acaba acá y el que sigue es el mio, pero pienso pos ponerlo lo mas posible- que hicieron ayer? -pregunte, ella me había dicho que Hernán la llevaría a un lugar, el cual no sabia.
-Me llevo a un almuerzo con toda su familia, no son muchos, pero todos son un amor, tiene un sobrino de dos años que esta para morfarlo -comienza a contarme y yo la noto contenta- que es el hijo de su primo, en fin, después me llevo a ver una peli, y de noche me dejo en casa -sonrió.
-Y vos cuando se lo presentas a tu familia completa? -Pregunte.
-No se, es que estan todos re locos, no quiero que lo espanten -dijo graciosa y ambas reímos-  bueno, ahora vos, que hicieron ustedes? -justo cuando estoy por responder, levanta la mano- no para, cambio de pregunta, que hicieron después de ir a "ese lugar" -dijo haciendo comillas en las ultimas dos palabras  ya que así le había dicho yo.
-Bueno, fuimos a cenar algo, y luego me trajo a casa y vimos una película...
-Tus papás saben o van a saber que Pedro se quedo ayer de noche? -hice una mueca- entiendo, me quede yo? -pregunto, yo asentí, ella sonrió y asintió- ok, seguí.
-Bueno, y... -mire mis manos, las refregué  pensando en como decir correctamente- y, em, después de eso... Lo hicimos? -dije dudosa, como para que ella entendiera que no encontraba la palabra correcta. Zaira se llevo la mano a la boca de sorpresa, luego la soltó y comenzó a sonreír.
-Ay Pochi no me esperaba eso! -exclamo y me hizo sonreír-  no quiero desubicarme, pero... como estas? Como te sentiste? Ahora podes concordar con que es increíble? -yo asentí.
-Él fue tan dulce, me cuido, fui yo la que comienzo, y éll nos paro a pesar suyo, diciéndome que aunque no quería,  debíamos parar, porque él quería cuidarme, y no había venido preparado -dije.
-Eso esta muy bien -dijo aprobando la acción de Pedro- y después?
-Y bueno, sabes como es mamá -dije, asintió-  y hace unas semanas encontré preservativos en mi mesa de luz -dije teniendo la cara roja de vergüenza por unos segundos, pero luego ambas reímos-  entonces le dije a Pedro que yo tenia, él puso una cara rara, y pude notar cierta frustración en sus ojos, entonces le dije que mi mamá me lo había dado, se relajo y me dijo que tenia esa cara porque el quería ser el primero -me mordí el labio sonriendo ante el recuerdo- y el último.
-Aw, es un tierno -dijo ella y yo asentí.
-Y ayer, antes de eso nos dijimos te amo por primera vez -dije mientras seguía sonriendo.
-Me alegro tanto por vos amiga -dijo abrazándome.
-Gracias cachorra, encima hoy cumplimos un mes de novios -dije sonriendo ante el recuerdo de el acariciándome el torso desnudo mientras me rodeaba con un brazo y yo tenia la cabeza entre su cuello, y me susurraba "feliz un mes de novios, mi amor".
-A todo completo ustedes -dijo graciosa y ambas reímos.
-Sera así siempre? -pregunte cambiando un  poco de tema, era una pregunta que me la hacía a mi misma siempre.
-Cómo?
-Como viene siendo hasta ahora, todo lindo, no se, feliz? -ni siquiera yo entiendo lo que estoy tratando de preguntar.
-Y, vos viste lo que paso conmigo y Nan -yo asentí-  nosotros, bueno, él, porque en realidad yo siempre estuve cien por cien en nuestra "relación" -hizo comillas con las manos en la ultima palabra-  esta al cien por cien también ahora,  no mas mentiras, ni terceros entre nosotros -dijo, yo asentí. Estoy comenzando a perdonar a Hernán por lo mal que le había hecho pasar a mi amiga hace como un año- Se trata de eso creo, de la confianza, yo digamos que no se mucho tampoco de esto, pero creo que es eso, y claro, el amor -sonrió y yo asentí sonriendo también.
-Te juro amiga que espero que eso nunca nos falte a los dos, no lo quiero perder -dije.
-No lo vas a perder -me aseguro.
-Veni, te quiero abrazar fuerte fuerte hasta dejarte sin aire -dije cambiando de tema nuevamente.
-Y ahora que te pasa loca? -dijo graciosa.
-Me pasa que tengo a la mejor amiga del mundo y la quiero abrazar -dije- veni aca -la agarre del brazo y la abrace fuerte por un momento mientras reíamos- te quiero cachorra -dije aun abrazándola.
-Yo también Pochi.

***

-Dice Zai que paran en la siguiente auto-service porque quiere usar el baño -dije, estamos a mitad de camino, casi las siete de la mañana, viajando a la casa de campo. Tengo sueño, pero no quiero dejar a Pedro "solo".
-Vos queres bajar? Tenes hambre? -quiero seguir para llegar y dormir, pensé, pero mi panza gruñe, rogando alimiento.
-Bajemos, solo tome un café negro para venir -hice una mueca y él asintió.
Pedro estaciona frente al autoservice minutos después,  baja y como ya se que tengo que esperar -sino se enoja- lo hago y me abre la puerta, me pasa la mano, le sonrió  y porque no me aguanto le doy un corto beso y entramos para ver que comprar.
Nos decidimos por facturas y café para cada uno, pedimos para llevar, porque ambos concordamos en que mientras mas rápido lleguemos mejor.
Zai y Hernan por lo que notamos ya retomaron el viaje, así que nos metemos al auto y comienzo a desenvolver la envoltura donde estan las facturas.
Como Pedro no puede agarrar, se lo paso en la boca, y vamos riendo ya que el dulce se le queda al rededor de la boca siempre, y termino limpiándolo yo -y diría que sabe mejor así.

***

-Al fin cama! -chillo de alegría y Pedro ríe. Llegamos hace un rato y luego de bajar las cosas y ponernos de acuerdo con nuestros amigos que todos estábamos agotados y dormiríamos un poco más, Zaira nos dijo en cual de las habitaciones ir, y acá estamos, yo tirada en la cama y Pedro riéndose de mi.
-Y conste que no manejaste eh -se burlo.
-Sabes lo que es estar sentada ahí viéndote manejar? -exageré, sentándome en la cama, llevando una mano a mi corazón, el negó con la cabeza riendo y se agacho un poco para darme un corto beso.
-Bueno reina del drama -me guiñó- haceme un lugarsito que tengo sueño -dijo, me corrí,  me quite las zapatillas y palme el costado de la cama que no ocupaba.
-Todo tuyo -le guiñe y el sonrió,  se quito la remera -el cuerpazo que tiene mi novio, uf- las zapatillas y se acostó,  le di un beso, y gire hacia el otro lado sin antes susurrarle "abrázame" y que él me agarrara del vientre y pegara mi espalda a su pecho para quedarnos dormidos.

***
-Que hacen? -preguntó Pedro desde el borde de la piscina con Hernán al lado mientras que Zai y yo colocábamos las cremas y el protector a un costado y acomodábamos las reposeras. -Estamos aprovechando el sol de acá, no ven? -respondió Zaira por mi y yo reí. -Tienen que aprovecharlo metiéndose al agua -dijo Hernán. -Después -respondimos a unísono. Acomodado todo, me pongo boca arriba ya con las cremas puestas, cerrando los ojos, cantando con Zaira las músicas de Tan Biónica y escuchando el -apuesto- juego de niños que están haciendo Pedro y Hernán en la piscina.
Ya hizo tiempo de estar así y me doy la vuelta, Zaira también y decidimos pedir ayuda a nuestros lindos novios para ponernos el bronceador en la espalda.
-Pepe -lo llamo. -Nan -dice Zai.
Ambos detienen la guerra de agua que estaban comenzando y nos miran. -Nos ponen bronceado? -pedimos las dos a unísono.
Ellos asienten sonrientes, luego se dan una mirada que, no entiendo, y salen del agua.
Giro boca abajo a la reposera y le paso la crema a Pedro, él la agarra y después siento su mano en mi espalda, sin ninguna crema, su mano va hasta la parte baja de mi columna, desliza hacia el costado y pasa al frente, me agarra fuerte, frunzo el ceño y para cuando comienzo a darme cuenta de que no me va poner el bronceador ya es tarde, su otra mano también me agarra del mismo lugar pero del otro extremo y con una fuerza increíble me levanta. -Pedro que haces? -chillo tratando de soltarme. Pero no responde, en lugar a eso, nos tira a la piscina.
Salgo del agua y Pedro ya esta enfrente mío con una sonrisa de par a par, miro hacia él costado y veo a Zai también metida, y también mirando a Nan de la misma forma que yo a Pedro.
-Estan muertos -decimos juntas y ellos comienzan a escapar.


**
Oli llega pronto y yo estoy tan tan tan feliz, eso.

lunes, 5 de agosto de 2013

-41.

-Te amo -susurre contra sus labios sin antes detenerme a pensar si era pronto o no, si él sentía lo mismo o no, hace casi un mes me pidió que nos pongamos de novios, y hoy acá estamos, en nuestro lugar, mi lugar preferido con él,  respirando con dificultad luego de nuestro resiente beso, el que profundizamos tanto que termine sentada a horcajadas encima suyo, en el que sentí que este era mi lugar, que yo pertenezco a él, sentí de parte de él y quise hacerlo sentir todo este amor que llevo acumulado desde hace años, me perdí totalmente, tanto que al fin logre decir eso que tenia atragantado desde hace días -en realidad, años, pero hace días la sensación de querer decirlo era más fuerte-, vuelvo a besarlo, porque si, porque tengo miedo a su respuesta, o peor, a que no haya ninguna, vuelvo a dejarnos sin aire, nos separamos y aun no estoy dispuesta a mirarlo, entierro mi cabeza en su cuello y me quedo ahí esperando...
-Yo también te amo, mi amor -susurra en mi oído y me derrumbo al escuchar esas palabras, él también me ama, y es la primera vez que me dijo mi amor, sonreí contra su cuello, respire y levante la cabeza para encontrarme con sus hermosos ojos cafés y una dulce sonrisa, la cual se la devolví mientras apoyaba mi frente contra la suya.
-Me dijiste mi amor -dije y volví a sonreír, y lo sentí sonreír también.
-Te dije mi amor -afirmo- lo sos, no? -yo asentí.
-Y vos el mio? -pregunte y el asintió también, volví a mirarlo, volvimos a sonreírnos, y todo lo que pude ver en sus ojos era amor, exactamente como creo, deben estar los míos.
-Definitivamente sos mio -dije graciosa, y el rió.
-Solo tuyo -me aseguro- y vos sos mía -no era una pregunta.
-Solo tuya -sonreí y le di un corto beso- no quiero irme mas de acá -ambos reímos.
-Yo tampoco, pero te tengo que dar de cenar, así que en un rato vamos yendo.
-Si, bueno, dentro de un rato, ahora no -dije atrayendolo a un beso, uno de los tantos que siguieron, que lo tuvimos que terminar a regañadientes para ir a cenar.

***

Me gire y lo mire, siempre hace lo mismo, mientras vemos películas en casa, mientras yo veo bastante entusiasmada con el pote de helado y cuchara a mano observo por el rabillo del ojo que el esta mirándome, trata de hacerme creer que también mira la película, pero siempre lo termino descubriendo, como ahora, pero al ver sus ojos inyectados de cierto tipo de adoración, esa pequeña curva que comienza a formarse en su boca, hace que también la mi se curve y hace que no me arrepienta de haberle dicho que lo amaba esta tarde.
Antes de que pudiera comenzar a quejarme lo vi acercarse y literalmente chuparme -literalmente- la comisura de mi labio, ahogue un gemido cuando su lengua comenzó a contornearlo, y cuando creía que estaba a punto de dejar de respirar, se separo, y al notar mi reacción sonrió ampliamente, yo me incorpore mejor, tosí, y trate de no parecer incendiada.
-Tenias helado ahí -me explico aun sonriendo.
-Ah ya, y como no existen las servilletas de papel vos lo solucionaste -respondí sarcásticamente y el rió.
-Claro -dijo guiañándome.
-Volve a lo que estabas haciendo que yo sigo con la peli -también guiñe.
-Con mucho gusto bebé -dijo dándome un beso en la mejilla, yo trate de concentrarme en la película nuevamente, mientras me acomodaba en su pecho luego de dejar el pote con la cuchara en mi mesa de luz.
Estábamos en mi habitación, ya que yo quería estar mas cómoda, y como mis padres no estaban como para malinterpretar situaciones decidí que veríamos la película acá.
The Vow estaba terminando, y yo por mas que sabia que él me estaba mirando, comenzaba a sonreír ante el hermoso final, mordiéndome el labio para evitar llorar, no pudiendo controlarlo se me escapo una lágrima cuando al final apareció la verdadera familia, la música comenzó a sonar y los nombres de los actores comenzaron a pasar, sabía que tenía que mirar a Pedro, pero mi cara comenzaba a enrojecerse, inhale y exhale mentalmente y lo mire, él, por supuesto ya estaba mirándome, sonriendo.
Levanto una mano y la puso sobre mi mejilla para secar la lágrima que se me había escapado, yo le sonreí.
-Sos tan linda -dijo acariciándome aun la mejilla y casi me perdí con la voz aterciopelada con la que dijo.
-Soy una llorona querrás decir -dije graciosa, tratando de tolerar su toque sin dejar escapar suspiros.
-No, linda, sos muy linda cuando te emocionas con películas románticas -contorneo mis labios con sus dedos mientras los miraba con mucha atención y yo me perdía aún más, levanto la mirada y me dedico una sonrisa antes de bajar su mano, callé la queja que estaba a punto de salirse de mi boca, y simule normalidad, simule como si su toque no hubiera prendido fuego en mi interior, y le dedique una sonrisa.
-Vos también sos re lindo mirando películas románticas -me burle quitandole la lengua y el carcajeo.
-Hay mejores cosas que puedo apreciar mientras tanto -me miro profundamente, como diciéndome... vos.
-Como cuales...? -pregunte, queriendo escuchar su respuesta aunque ya la sabia.
-Vos, como brillan tus ojos cuando algo te emociona, como sonreís, como te mordes el labio tratando de reprimir lagrimas, como comes primero los gusto que menos te gustan del helado y dejas lo mejor para el final, tu sensibilidad... Todo -dijo y yo lo miraba sumamente enbobada, mordiendome el labio para mantener la boca cerrada, el había observado cada uno de los detalles que pensé, no se notaban.
-Observador eh -volví a fingir mi tono despreocupado y el me guiño un ojo.
-Como le pones humor a tus respuestas cuando no sabes como manejar lo que te dicen.
-Me decis -le corregí, el frunció el ceño.
-Qué? -pregunto.
-Cuando no se, mejor dicho, responder mejor a lo que vos decis -me sincere.
-Con tus ojitos brillosos, tus mordidas de labios y sonrisas, me basta -y ahí estaba, él de nuevo diciendo cosas como esas, y yo no sabiendo como responder a eso, entonces se me ocurrió, para que hablar, si, lo puedo expresar.
Sin pensarlo dos veces, me abalance hacia el tomándolo de sus mejillas y besándolo, primero pausada y detenidamente, mientras él se las ingeniaba para tener sus manos en mi cintura, luego obligandolo a abrirme paso dentro, haciendo todo mi mayor esfuerzo para saborearlo por completo, como comenzaba a ponerme incomoda y definitivamente no quería romper el beso, me acomode a horcajadas encima suyo, escuche un pequeño gemido que casi me hizo sonreír, estaba haciendo un buen trabajo, decidí que era mi momento para hacerlo perder, e imite lo que él me había hecho antes, comencé a contornear su boca con mi lengua, besándolo, dejándolo y dejándome sin aire.
Hasta que el comenzó a hacerme perder a mi, haciendo exactamente lo mismo que yo, y sentí que no se podía pedir mas, esa sensación de que se acaba el mundo, pero estando con él, sintiéndolo a él amarme como definitivamente yo lo hago.
Nos hice girar, porque ya estaba perdida y era lo único que quería, el quedo encima mio, pude sentir mejor su cuerpo, su calor.
-Pau -susurro y yo volví a besarlo antes que diga nada mas, el se impuso al comienzo, pero lo siguió después.
Comencé a acariciarle la espalda, hasta encontrar el borde de su remera y comenzar a levantarla, lo oí gemir y luego apartarse, no del todo, pero lo suficiente, lo miraba mordiéndome el labio, tratando de aminorar mi respiración, él cerro los ojos un segundo, concentrándose en algo, y luego los abrió.
-Te juro que lo que mas quiero es seguir, pero también quiero cuidarnos, cuidarte y definitivamente no vine preparado -dijo e hizo una mueca para si mismo, mientras yo comenzaba a sonreír por sus palabras, puso mi seguridad primero, sin dudarlo agarre de sus mejillas de nuevo, y lo bese, tierna y dulcemente.
-Yo la tengo -susurre sonriendo y lo mire tratando de no estallar a carcajadas cuando vi su ceño fruncido, imaginando las cosas que estará pensando- bueno, resumamoslo en una palabra ... -seguí- ... Padres -y lo vi suspirar, luego sonreír y asentir.
-Tenias que ver tu cara mi amor -me burle y el sonrió dulcemente.
-Primero que me encanta que me llames así -dijo y me dio un corto beso- y segundo, es porque pensé que si lo tenias, era por algo.. -se detuvo y sacudió la cabeza- quiero ser el primero -susurro y me volvió a besar, mirándome fijamente- y el último -sus palabras fueron música, sin querer agregar nada mas lo besé,  recorriendo cada parte de su boca, como el la mía, volviendo a donde me había quedado, esta vez el gimió pero dejo que yo siga subiendo su remera, y me ayudo a quitarla.
Volvimos a besarnos mientras yo acariciaba ahora su torso desnudo, sus besos fueron descendiendo, de mi mandíbula, a mi cuello, su lengua quemándome, sus manos encontrando mi cintura, el borde de mi remera, de repente se sentó, y por un momento creo que pararía, hasta que me agarro para quedar arrodillada en su misma altura y comenzar a besarme mientras hayaba el borde de mi remera y comenzaba a levantarla, cuando la quito, volvió a acostarme, y volví a besarlo deseando mas.
Bajo hasta mi cuello de nuevo con sus besos, y luego a mis hombros, donde comenzó a deslizar la tira de mi corpiño hacia abajo, repitiendo lo mismo al otro lado.
Una de sus manos se poso en el hueco de mi espalda, ascendiendo, encontrando su objetivo y desganchandolo, tome una respiración profunda y me repetí mil veces que esto era normal, que no debía sentir vergüenza.
Mordí mis labios esperando a que el terminara de sacar el corpiño, pero se detuvo, abrí los ojos y lo vi mirándome.
-No pasa nada -me apresure a decir ya que sus ojos destellaban preocupación- sólo... Sólo tengo un poco de vergüenza -hice una mueca y el sonrió antes de darme un beso.
-Si queres que esperemos... -comenzó y rápidamente negué con la cabeza, definitivamente no quería parar- bueno, entonces, sólo dejemoslo ser. Nada de pudores, solo vos y yo, si? -pregunto y yo asentí, para luego agarrarlo entre mis manos, besarlo y susurrar un "seguí", sentirlo sonreír y que sus besos comenzaran a descender de nuevo.
Llego hasta el hueco de mis pechos con los besos, y comenzó a quitar lo que quedaba del corpiño, observo mis pechos unos segundos mientras que yo enrojecía cada vez mas, subió hasta mi boca de nuevo y paso a mi oídos para susurrarme "sos hermosa".
Mi short cayó al piso, y luego sus jeans, dos prendas nos separaban pero ya podía sentir todo de él, comienzo a estirar mis manos hasta el cajón, y agarro lo que buscaba.
Nos terminamos de despojar de todo, y nos detenemos unos segundos antes a mirarnos.
-Estas segura? -susurro contra mis labios.
-Muy segura -respondí.
-Te amo -me dijo, ese te amo tan verdadero como el nuestra existencia.
-Yo también mi amor -susurre antes de sentirlo, y pensar que definitivamente estaba perdia, loca y tan jodidamente enamorada de él.

***

Comencé a despertar lentamente, pero aun no quería abrir los ojos, quería volver a recordar todo lo que paso ayer, los besos de Pedro, sus caricias, su sonrisa, su voz susurrando mi nombre, diciéndome que me amaba.
Mis labios comenzaron a curvarse y abrí los ojos lentamente, para encontrarme con unos ojos cafés, estudiándome por completo.
Sonreí aun mas ampliamente y baje mi mirada a su boca que también estaba curvada.
El estaba apoyado sobre su mano, con los codos en la cama, de costado. Mientras yo estaba boca abajo con mi cabeza de costado. Ambos tapados hasta la cintura, con solo ropa interior puesta.
-Te despertaste hace rato? -pregunte rompiendo el pacifico silencio, el ladeo la cabeza, como diciendo, mas o menos- buenos días -dije y lo vi sonreír.
-Buenos días hermosa -dijo acariciándome la mejilla con su mano libre, acercándose a darme un corto beso, pero dejando su frente pegada a la mía, siguiendo con su caricia en mi mejilla- como estas? -pregunto, y se que él estaba seguro que un poco dolorida quizás, pero eso no importaba en absoluto ahora.
-Feliz -susurre abriendo los ojos que cerré por inercia mientras él me acariciaba, lo vi sonreír- y vos?
-También -dijo y nos quedamos mirándonos detenidamente, sin decir nada, disfrutando del silencio.
-Estoy toda hinchada, no? -pregunte graciosa, él negó con la cabeza, mentiroso.
-Estas muy, muy hermosa -de verdad parecía sincero, pero eso no era muy probable.
-Sos muy imparcial gordo -dije y sonrió.
-Tal vez, pero eso no importa -dijo guiñándome un ojo.
-Mhm -dije haciendo una mueca que le hizo reír.
-Lo juro, sos la criatura mas hermosa del mundo -ya me estaba comenzando a sonrojar.

-Basta -me queje y decidi callarlo como yo mejor se, besándolo, dejándonos sin aire.
-Por qué me callaste? -pregunto entre besos.
-Porque quiero -respondí y lo sentí sonreír.
-Me gustas mandona.
-Mejor así -susurre y lo volví a besar, hasta que lo escucha decir "Te amo".
Deje de besarlo y lo mire a los ojos, sonreí, al igual que él.
-Yo también -respondí, besándolo nuevamente, esta vez más dulce, tierno, tranquilo, explorando nuestras bocas, tanto como podíamos.
Cuando el aire falto, me acomode arriba suyo, abrazándolo, enterrando mi cabeza en su cuello, mientras el me tomaba la cintura con una mano y me acariciaba la espalda con la otra, paz, es la descripción correcta de este momento.


**

askljaksa, no se si les va gustar, pero es el capítulo que mas me gusto escribir, hasta pronto... o algo así.
3/3.

-40.

La semana transcurrió normal, y con eso me refiero a que todo seguía igual, el colegio, Pedro llevándome de regreso a casa, yendo después para ensayar -sin cruzarse en ningún momento con mis papás, ya que no se encontraban nunca- luego el gimnasio, incluyendo en todo esto a Verónica aun molestando a mi novio, y él sin hacer nada -cosa que ya me estaba irritando.

Ahora viernes, termino de vestirme luego de ayudar a mamá a preparar la mesa para la cena, tratando de no comenzar a ponerme nerviosa, ya que no era mía la ocasión para estarlo, sino la de Pedro. Hoy conocería a papá y volvería a ver a mamá.
Antes de irse hoy de tarde me dijo que no estaba para nada nervioso, en su tono gracioso y engreído, pero pude notar que en el fondo había un poco de temor en su voz.
Cuando estuve lista baje para pedir encarecidamente a mis papás que se comportaran lo mas normal posible, mamá asintió riendo y papá solo rió.
Quince minutos mas tarde el timbre sonó, y yo fui a abrir, él estaba ahí, con unos jeans, una camisa y sus pony's.
-Hola -sonreí, el también lo hizo.
-Hola -respondió y me acerque a darle un corto beso para luego hacerlo pasar.
-Pasa, si te ponen muy incomodo, bueno, aguanta -dije graciosa, y lo hice reír.
-Nah, eso no va pasar -simulo sonar despreocupado.
-Bueno chico del autoestima alta -me burle- vamos -ladee la cabeza hacia el comedor.
-Vamos -dijo guiñándome el ojo y pasándome su mano.
Mientras entrabamos al comedor vi a mamá ordenar las últimas cosas, y sonreírnos al darse cuenta de nuestra presencia.
-Bueno Pedro, un placer volver a verte -dijo mamá atrayendolo en un torpe abrazo.
-Lo mismo digo Sra Chaves -Pedro sonrió.
-Llamame Alejandra por favor -pidió mama y Pedro asintió- acomódense, que Miguel baja enseguida -dijo y tome de nuevo la mano de Pedro para hacerlo sentar a un costado de la mesa al lado mio, mientras veía entrar a papá.
-Bueno bueno, donde esta nuestro invitado? -dijo un poco gracioso, y estos eran los momentos que agradecía tener unos papas tan jóvenes y de mente abierta, no eran nada intimidantes, mas bien lo contrario.
-Papá el es Pedro, Pedro el es Miguel, mi papá -los presente, mientras Pedro se paraba para estrechar la mano de papá.
-Pedro -saludo papá.
-Sr Chaves -dijo Pedro respetuosamente asintiendo.
Y ese fue el comienzo de la maravillosa cena, todo fue bien, muy bien para ser precisos, las conversaciones entre mis papas y Pedro fueron buenas, normales, o eso supongo, en ningún momento trajimos a colación momentos incómodos, y por lo que note mis papas estuvieron bastante contentos con que este saliendo con el, cuando terminamos de cenar, mis papás fueron arriba, sin antes escuchar de mamá que en la nevera había helado para nosotros y que Pedro podía quedarse pero no hasta tan tarde -mas por su seguridad, como dijo ella, que por otra cosa.
Así que agarramos o mejor dicho agarre el pote de helado, y nos pusimos a ver una película en el living.
Cuando termino, por mas que ninguno quería, Pedro tenia que irse, nos despedimos un largo rato, hasta darnos un último beso, y que él subiera a su auto y yo cerrara la puerta.


***

2/3.