jueves, 22 de agosto de 2013

-43.

-Ya no tengo ganas Pedro -dije por enésima vez, ya enojada.
-Todavía no llegas a la nota correcta -respondió, y sinceramente me importaba muy poco en este momento, amaba cantar, pero Pedro era excesivamente perfeccionista, ya llevábamos una semana ensayando varios temas para el show de fin de curso, para después elegir los adecuados junto al "comite" que habían formado algunos de nuestros compañeros, faltaba aún cuatro meses, estamos en Junio y el show es en Octubre, pero el se empecina en que tenemos que hacer lo mejor posible ya desde ahora.
-Me importa una mierda -dije irritada, sin preocuparme por mis palabras, él sabe perfectamente, que cuando me pongo de mal humor, lo estoy enserio, y es mejor no irritarme más.
-Esa no es la forma de tratar a un profesor -dijo serio, pero se que me esta molestando por gusto, y realmente, real y seriamente no estoy de humor, y él, esta entrando en una zona peligrosa.
-Me importa una mierda -volví a repetir, cruzándome los brazos, levantando una ceja.
-Insolente -dijo, lo fulminé con la mirada, y el repitió mi posición.
-Insoportable -respondí.
-Maleducada -dijo él, acercándose a mi.
-Obsesivo, compulsivo -ya me estaba cansado del jueguito de palabras, si no paraba, iba a tener que echarlo, era suficiente soportar la molestia que nos viene a las mujeres cada mes.
-Caprichosa -ya estaba llegando hasta donde me encontraba (ya parada, cerca de la puerta dispuesta a echarlo), yo que él, no me acercaba más.
-Idiota -ya había elevado el tono de voz, pero eso no lo detuvo.
-Chueca -dijo parado a escasos centímetros míos.
-Yo no soy chueca! -casi grite, eso fue el colmo- vos... -cuando estaba apunto de articular la siguiente palabra, siento la presión con fuerza de sus labios contra los míos.
Al principio estaba recia a responder, pero aún así con lo irritada y nerviosa que estaba, no pude resistirme a él, maldita adicción, rodeé mis manos en su cuello con fuerza, mientras devoraba su boca como él, no era un beso tierno, era un beso dominado por la furia, más del lado de lo apasionado, sin ningún tipo de permiso, su lengua ya estaba jugando con la mía, y tiempo después ya no sentía aire en mis pulmones, mordí su labio, fuerte, para luego retirar mi boca de la suya, él me miro con una sonrisa sucia.
-Creo que tengo que hacerte enojar más seguido -dijo el guiñándome.
-Callate tarado -dije y no pude evitar la sonrisa que se me escapo de los labios.
-Por qué no me callas vos? -volvió a guiñar, me mordí el labio y negué con la cabeza.
-Nah -dije cruzándome los brazos, el sonrío.
-Seh -dijo descruzando mis brazos.
-Nah -volví a cruzarlos, sacandole la lengua, el rió.
-Dije que si -y me volvió a descruzar los labios, esta vez sin siquiera dejarme intervenir, ya que una vez que sus labios tocaron los míos, me perdí en ellos.

***

Hoy era el primer partido importante que tenían Pepe y el equipo del colegio, los anteriores habían sido amistosos, pero hoy comenzaba el campeonato, eran seis equipos de fútbol, cada uno de distintos colegios, el nuestro, llamado "Tigres" siempre había sido de los mejores desde que Pedro llego al colegio junto con Hernán, no lo digo porque sea mi novio, sino porque realmente es muy bueno en lo que hace, sin duda, el mejor de todos, es por eso que es el primer defensor y capitán de su equipo. 
Estábamos a mitad de Junio, y ellos ya comenzaron a prepararse desde hace un mes, decir que Pedro era competitivo quedaba corto, el año pasado -a pesar de no estar pegada a él- pude notar su enorme frustración al perder el último partido, y lo pude comprobar hace poco, cuando había mencionado que eso no volvería a ocurrir, y creo que hablaba muy enserio.

Salté, grite y aplaudí por él, cuando metió el tercer y último gol del partido, e hice algo que nunca creí que me tocaría hacer, pase al otro lado de la cancha, donde estaba, mientras corría y lo veía correr a él hacia mí, y lo bese, fuerte, dejándonos sin aire.

-Sos el mejor, tres goles hechos, esos chicos te tienen que tener en una cajita de cristal -dije graciosa y él sonrió.
-Vos sos mi amuleto de la buena suerte -dijo él volviendo a besarme.
-Mentiroso -dije riendo, porque apenas dije eso el apretó sus manos cerca de mis caderas, donde sabía, tengo cosquillas.
-Enserio, por eso, no tenes que faltar nunca a los partidos, escuchaste? -dijo en un tono mandón.
-Si señor -respondí graciosa.

-Pedro! -lo llamo el entrenador, él miro hacia atrás, y luego a mí, suspirando.

-Voy a ver que quiere, esperame afuera, no tardo -dijo dándome otro beso.
-Anda jugador estrella -dije guiñando un ojo, el me dedico una sonrisa arrogante, para luego dirigirse junto a donde se encontraba todo el equipo y que yo regresara a buscar a Zai, que seguro había ido a buscar a Hernán como yo.

-Zai! -grité a mi amiga, para que me escuchara, al parecer a Hernán también lo necesitaban y Zaira me estaba buscando con la mirada.
-Hey! -dijo viniendo hacia mí.
-Lo llamo el entrenador? -pregunte, ella asintió con un bufido, yo reí.
-Nuestros chicos son necesitados -dije graciosa.
-Seh -respondió ella, y ambas reímos.
-Te dijo Hernán dónde los esperes?
-No, pero vamos afuera mejor, no?
-Vamos -respondí y nos dirigimos afuera, mire de nuevo hacia la cancha, y pude notar a Verónica (con su extremada corta pollera de porrista) yendo hacia Pedro, viéndole envolver sus manos en la cintura de él. Me puse roja de la furia, Zaira se dio vuelta para ver que me puso así, y en cuanto lo vio murmuro un "que zorra", saque toda la cordura posible, como para contenerme y no ir a quitarle esos horribles alargues,  y me dedique a observar, y por el bien de Pedro, era necesario que en menos de cinco segundos este viendo como quita las manos de esa odiosa zorra de su cintura.
Pasaron cinco minutos, pero los quito, se dio la vuelta y la miro con confusión para luego decir algo que no entendí y dirigirse al vestuario. Exhale aún furiosa, aún con ganas de matar a Verónica, también a Pedro, no tenía que haber pasado tanto de que hiciera eso, pero me calme, y decidí actuar con cordura, no se hasta cuando ocurriría eso ciertamente, creo que uno de estos días voy y le quito más que los alargues a esa chica, y, Pedro, creo que, él tampoco se salvaría de mi furia, ya que no veo que haga anda al respecto, nada más que correrla, porque si hiciera algo más... drástico, supongo que ella ya no se desubicaría tanto.

Tratando de calmarme, inhalo y exhalo mientras que acompaño a Zai hasta afuera, varios minutos después Pedro y Hernán se unen a nosotras, y vamos hasta la casa de Juanjo donde nuevamente se organizó una "fiesta".

Ellos van hablando durante el camino, sobre el partido -ya que a Pedro se le descompuso el auto, y Hernán hace de chofer- mientras yo voy en silencio, trantando de pensar que esta todo bien con Pedro, que no debo maquinar tanto, tratando de quitar los pensamientos que me gritan que voy a salir lastimada, tratando de...

-Hey amor! -escuche a Pedro y sentí sus manos en mis mejillas, girándome para que nuestros ojos se encuentren.
-Si? -dije lo más relajada que me salía.
-Estas muy callada, pasa algo? -mire hacia el asiento de enfrente, y por el espejo vi a Zaira dándome la mirada.
-No, nada -respondí.
-Segura?
-Si -dije suspirando y dándole un corto beso, para dejarlo un poco más tranquilo, y como hombre, se conformo, raro, dije irónica en mi mente, sabía que estaba siendo tal vez un poco exagerada, y tenía la esperanza de que se me pasara.

Pero no se me paso, al menos durante toda la noche, seguía reacia, encima Verónica también se encontraba ahí, con algo imposible de llamar ropa, capturaba la atención de todos con sólo inhalar, dejaba estúpido a cualquiera, pero yo podía solucionar la estupidez de los chicos... si solo la agarrara y...

-Bailamos? -era la tercera vez que preguntaba, sabía que no iba a parar hasta que dijera que si, así que, suspire y asentí.

Pedro me tomo de la mano y llevo hasta la "pista" me agarro de la cintura y me pego a él, yo rodeé mis manos en su cuello.

-Estas rara -dijo el frunciendo el ceño, mirándome fijo, como si estuviera o quisiera leerme la mente.
-Nah -dije apoyando mi cabeza en su hombro, para que no tuviera la posibilidad de ver mis sentimientos a través de mis ojos.
-Poli -susurro en mi oído, tan dulce que casi me olvido porque estaba tan distante, me aferre más a él.
-Ya dije que nada, bailemos -susurre en su oído.

Solo eso basto para que el me hiciera caso y comenzáramos a bailar al ritmo de la música, que coincidía con nuestro lento movimiento.

A lo largo de la noche, Pedro logro que me olvide de lo que había sucedido después del juego, seguir sus besos me pareció más importante que enroscarme con las idioteces que cometen las zorras con falta de afecto.

Pude disfrutar con él y con mis amigos -sí, ya comenzaba a tomarle cariño a Hernán como para llamarlo amigo- y mi día pudo terminar como había comenzado, feliz.


**

desde ahora paso la nove desde el twitter @dancetofuck por cositas...
espero que les guste y sigan leyendo, sepan entenderme por no subir seguido.

PD: Oli, mi vida... NACEEEEEEEEEEEE!!! tequiedo♥

martes, 13 de agosto de 2013

-42.

-No me quiero levantar, ni quiero que vos lo hagas -gruñí y él rió.
Seguimos acostados en la cama, y realmente estoy muy cómoda así, no necesito levantarme, pero mi estomago gruñe desde hace un rato, y al parecer el de Pedro también, con la diferencia de que el esta dispuesto a levantarse y yo no.
-Dale Poli, te vas a sentir mal en un rato si no comes algo -dijo besándome la coronilla de mi cabeza, fruncí el ceño y luego sonreí.
-Poli? -pregunte.
-Ah, sí, así te voy a decir de ahora en más, junto con amor claro, y sólo yo puedo, eh -dijo, sonreí aún más.
-Creo que estoy soñando dije -el sonrió.
-Te aseguro que no.
-Lo juro, creo que estoy soñando -lo moleste.
-Bueno, si tanto insistís -dijo llevando la mano que tenía en mi cintura más abajo, pellizcándome, di un grito ahogado y luego solté una risa.
-Pedro! -me queje y el comenzó a reír, lo mire de manera acusadora..
-Qué? Yo sólo te demostraba que no es un sueño -dijo poniendo carita de cachorrito, yo me mordí el labio para no reír y negué con la cabeza.
-Sos un aprovechador -sentencie, él formo una O sobre actuada y yo reí, pero asentí con la cabeza, afirmando lo que dije anteriormente.
Y, no se como, pero en menos de un segundo nos giro y se encontraba arriba mío, curvando traviesa mente los labios.
-Entonces... -dijo rosando sus labios en mi oído-... Por qué no me aprovecho del todo? -susurro, me estremecí. Comenzó a besar mi cuello, lenta y detenidamente, bajando hasta mis hombros, para luego subir de nuevo, y repetir el movimiento una y otra vez.
Hasta que comprendo su juego y pienso que los dos podemos jugarlo. Sonreí para mis adentros, y decidí separarlo poniendo mis manos en su pecho.
Se quedo sobre su rodilla y yo sentada, me estudio por un minuto y cuando comenzó a hablar lo callé con un beso, aproveché ese momento y lo hice girar hacia su espalda nuevamente, me senté sobre él, aun besandolo, y comence a separar mis labios de los suyos para ir hacia su cuello, ascender hasta su oreja, susurrar un "a comer" morderlo suavemente y levantarme para ir al baño mientras lo escuchaba gruñir despacio, sonreí y entre a higienizarme.


Salgo y ya no veo a Pedro en la cama, supongo que debió ir al baño de invitados.
En el suelo, saliendo debajo de la mesita de luz veo la remera de ´él, sonrió y la agarro para ponérmela.  Doblo las sábanas y bajo a la cocina, ya que Pedro sabrá que estoy acá cuando no me encuentre arriba.
Primero me fijo en la hora que marca el reloj de pared, 12:36, bien, creo que deberíamos ya simplemente cocinar algo.
Comienzo a fijarme en la heladera que hay para llevar a cabo eso, realmente no soy una experta en la cocina, pero no estoy dispuesta a confesárselo a él.
Hay bastantes alimentos en la heladera como para hacer todo tipo de comida... Si sabes hacerlas, pero... He aquí yo, máximo fideos con salsa se hacer.
Me detengo un minuto más mirando la heladera, suspiro frustrada, giro y me choco con el cuerpo de Pedro que me agarra de la cintura.
-Tenes una carita -dijo- qué pasa?
-Em, nada -le di una sonrisa fingida- que queres comer? -pregunte, como si fuera a poder hacer cualquier cosa que pida, me estudió por un momento y luego respondió:
-Milanesas -hizo una pausa- con ensalada rusa -dijo y juro, sin querer, mis ojos se abrieron como los de un sapo, él soltó una carcajada y rió hasta quedarse sin aire.
-Mi.Amor -dijo aun riendo entre cada palabra- tenías que haber visto tu cara -respiro, me miro y volvió a reír.
Yo ya estaba fulminándolo con la mirada con las manos en las caderas. Él se dio cuenta he hizo su mayor esfuerzo en dejar de reír.
-Perdón, fue una bromita -puso cara de pobrecito, pero no cedí, seguí mirándolo así- me perdonas? Si? -juro que se parecía al gato con botas de Shrek cuando ponía sus "ojitos bonitos" (como lo digo yo), suspire y me rendí.
-Perdonado -dije, pero aun seria.
-Entonces, me das un beso? -dijo tomándome de la cintura.
-Primero me decis que queres comer -le dije.
-Cocinamos juntos unos fideos? -pregunto, gracias a Diospensé, y asentí con la cabeza.
-Ahora... Beso -dijo el acercándome más.
-Fideos -lo reté.
-Beso -insistió ya rosando mi nariz.
-Fideos -repetí.
-Beso -nuestras narices se tocaban.
-Fideos -susurre pegando mi boca junto a la suya y me separe sonriendo maliciosamente, comenzando a sacar los ingredientes de la heladera.
Él se rindió y juntos comenzamos a "cocinar", le deje la parte de fijarse que los fideos no se pegaran, que creo, es la mas fácil y yo prepare la salsa.

Luego de un rato pongo los platos sobre la mesa mientras que Pedro los cubiertos, y nos sirvo la "comida" que acabamos de terminar, cruzando los dedos para que sea... Comible.
La pruebo y, si, está comible, de hecho hasta rica. Espero a que Pedro termine de tragar, para saber que piensa.
-Yo te dije que nos iba a salir riquísimo -dijo guiñándome, yo le sonreí.
-Es una especie de milagro que nos haya salido, somos un desastre en la cocina, hay que admitirlo -dije y el asintió.
-Definitivamente -concordó y seguimos comiendo.

***

Pedro se fue al cabo de una hora después de comer, e invite a Zaira a venir a hacerme compañía, y esta me dio un si de respuesta, ya que mis padres llegan de tarde, y es preferible que me encuentren con una amiga, a con mi novio -sin remera, porque resulta ser que yo la tenia, y dicho sea de paso, no se la devolví  le obligue a ponerse la chaqueta que había traído, sola, y mucho no se negó-

-Bueno quién comienza? -pregunto mi amiga, agarrando uno de esos dulces de gelatina que tenia en mi casa.
-Vos -dije sin dudar, todavía no se de que manera contar lo que paso con Pedro, ella ya me había contado sobre su "experiencia" con Hernán semanas pasadas, y lo dijo sin ningún tipo de pudor, pero ella es así  no creo que a mi me salga eso con tanta naturalidad.
-Ok, como mañana no hay clases, ni gim, ni nada, a mi, se me ocurrió ir a pasar el día a la casa de campo de mis papás, vos, Pedro, Hernán y yo -dijo sonriendo de par a par, y sin duda me pareció una buena idea, el lugar era hermoso y tenia de todo, asiento, y ella sigue- solo que tenemos que salir de madrugada porque es un poco lejos... Y llegamos, y si queremos volvemos a dormir o algo así.
-Me parece genial, supongo que ya les preguntaste a tus papás, no? -ella asintió- Ok, les pregunto a los míos  aunque no creo que se nieguen, y le digo a Pedro? -pregunte.
-Sip, yo ya lo hable con Nan y me dijo que sin problema.
-Genial -dije, se que el tema acaba acá y el que sigue es el mio, pero pienso pos ponerlo lo mas posible- que hicieron ayer? -pregunte, ella me había dicho que Hernán la llevaría a un lugar, el cual no sabia.
-Me llevo a un almuerzo con toda su familia, no son muchos, pero todos son un amor, tiene un sobrino de dos años que esta para morfarlo -comienza a contarme y yo la noto contenta- que es el hijo de su primo, en fin, después me llevo a ver una peli, y de noche me dejo en casa -sonrió.
-Y vos cuando se lo presentas a tu familia completa? -Pregunte.
-No se, es que estan todos re locos, no quiero que lo espanten -dijo graciosa y ambas reímos-  bueno, ahora vos, que hicieron ustedes? -justo cuando estoy por responder, levanta la mano- no para, cambio de pregunta, que hicieron después de ir a "ese lugar" -dijo haciendo comillas en las ultimas dos palabras  ya que así le había dicho yo.
-Bueno, fuimos a cenar algo, y luego me trajo a casa y vimos una película...
-Tus papás saben o van a saber que Pedro se quedo ayer de noche? -hice una mueca- entiendo, me quede yo? -pregunto, yo asentí, ella sonrió y asintió- ok, seguí.
-Bueno, y... -mire mis manos, las refregué  pensando en como decir correctamente- y, em, después de eso... Lo hicimos? -dije dudosa, como para que ella entendiera que no encontraba la palabra correcta. Zaira se llevo la mano a la boca de sorpresa, luego la soltó y comenzó a sonreír.
-Ay Pochi no me esperaba eso! -exclamo y me hizo sonreír-  no quiero desubicarme, pero... como estas? Como te sentiste? Ahora podes concordar con que es increíble? -yo asentí.
-Él fue tan dulce, me cuido, fui yo la que comienzo, y éll nos paro a pesar suyo, diciéndome que aunque no quería,  debíamos parar, porque él quería cuidarme, y no había venido preparado -dije.
-Eso esta muy bien -dijo aprobando la acción de Pedro- y después?
-Y bueno, sabes como es mamá -dije, asintió-  y hace unas semanas encontré preservativos en mi mesa de luz -dije teniendo la cara roja de vergüenza por unos segundos, pero luego ambas reímos-  entonces le dije a Pedro que yo tenia, él puso una cara rara, y pude notar cierta frustración en sus ojos, entonces le dije que mi mamá me lo había dado, se relajo y me dijo que tenia esa cara porque el quería ser el primero -me mordí el labio sonriendo ante el recuerdo- y el último.
-Aw, es un tierno -dijo ella y yo asentí.
-Y ayer, antes de eso nos dijimos te amo por primera vez -dije mientras seguía sonriendo.
-Me alegro tanto por vos amiga -dijo abrazándome.
-Gracias cachorra, encima hoy cumplimos un mes de novios -dije sonriendo ante el recuerdo de el acariciándome el torso desnudo mientras me rodeaba con un brazo y yo tenia la cabeza entre su cuello, y me susurraba "feliz un mes de novios, mi amor".
-A todo completo ustedes -dijo graciosa y ambas reímos.
-Sera así siempre? -pregunte cambiando un  poco de tema, era una pregunta que me la hacía a mi misma siempre.
-Cómo?
-Como viene siendo hasta ahora, todo lindo, no se, feliz? -ni siquiera yo entiendo lo que estoy tratando de preguntar.
-Y, vos viste lo que paso conmigo y Nan -yo asentí-  nosotros, bueno, él, porque en realidad yo siempre estuve cien por cien en nuestra "relación" -hizo comillas con las manos en la ultima palabra-  esta al cien por cien también ahora,  no mas mentiras, ni terceros entre nosotros -dijo, yo asentí. Estoy comenzando a perdonar a Hernán por lo mal que le había hecho pasar a mi amiga hace como un año- Se trata de eso creo, de la confianza, yo digamos que no se mucho tampoco de esto, pero creo que es eso, y claro, el amor -sonrió y yo asentí sonriendo también.
-Te juro amiga que espero que eso nunca nos falte a los dos, no lo quiero perder -dije.
-No lo vas a perder -me aseguro.
-Veni, te quiero abrazar fuerte fuerte hasta dejarte sin aire -dije cambiando de tema nuevamente.
-Y ahora que te pasa loca? -dijo graciosa.
-Me pasa que tengo a la mejor amiga del mundo y la quiero abrazar -dije- veni aca -la agarre del brazo y la abrace fuerte por un momento mientras reíamos- te quiero cachorra -dije aun abrazándola.
-Yo también Pochi.

***

-Dice Zai que paran en la siguiente auto-service porque quiere usar el baño -dije, estamos a mitad de camino, casi las siete de la mañana, viajando a la casa de campo. Tengo sueño, pero no quiero dejar a Pedro "solo".
-Vos queres bajar? Tenes hambre? -quiero seguir para llegar y dormir, pensé, pero mi panza gruñe, rogando alimiento.
-Bajemos, solo tome un café negro para venir -hice una mueca y él asintió.
Pedro estaciona frente al autoservice minutos después,  baja y como ya se que tengo que esperar -sino se enoja- lo hago y me abre la puerta, me pasa la mano, le sonrió  y porque no me aguanto le doy un corto beso y entramos para ver que comprar.
Nos decidimos por facturas y café para cada uno, pedimos para llevar, porque ambos concordamos en que mientras mas rápido lleguemos mejor.
Zai y Hernan por lo que notamos ya retomaron el viaje, así que nos metemos al auto y comienzo a desenvolver la envoltura donde estan las facturas.
Como Pedro no puede agarrar, se lo paso en la boca, y vamos riendo ya que el dulce se le queda al rededor de la boca siempre, y termino limpiándolo yo -y diría que sabe mejor así.

***

-Al fin cama! -chillo de alegría y Pedro ríe. Llegamos hace un rato y luego de bajar las cosas y ponernos de acuerdo con nuestros amigos que todos estábamos agotados y dormiríamos un poco más, Zaira nos dijo en cual de las habitaciones ir, y acá estamos, yo tirada en la cama y Pedro riéndose de mi.
-Y conste que no manejaste eh -se burlo.
-Sabes lo que es estar sentada ahí viéndote manejar? -exageré, sentándome en la cama, llevando una mano a mi corazón, el negó con la cabeza riendo y se agacho un poco para darme un corto beso.
-Bueno reina del drama -me guiñó- haceme un lugarsito que tengo sueño -dijo, me corrí,  me quite las zapatillas y palme el costado de la cama que no ocupaba.
-Todo tuyo -le guiñe y el sonrió,  se quito la remera -el cuerpazo que tiene mi novio, uf- las zapatillas y se acostó,  le di un beso, y gire hacia el otro lado sin antes susurrarle "abrázame" y que él me agarrara del vientre y pegara mi espalda a su pecho para quedarnos dormidos.

***
-Que hacen? -preguntó Pedro desde el borde de la piscina con Hernán al lado mientras que Zai y yo colocábamos las cremas y el protector a un costado y acomodábamos las reposeras. -Estamos aprovechando el sol de acá, no ven? -respondió Zaira por mi y yo reí. -Tienen que aprovecharlo metiéndose al agua -dijo Hernán. -Después -respondimos a unísono. Acomodado todo, me pongo boca arriba ya con las cremas puestas, cerrando los ojos, cantando con Zaira las músicas de Tan Biónica y escuchando el -apuesto- juego de niños que están haciendo Pedro y Hernán en la piscina.
Ya hizo tiempo de estar así y me doy la vuelta, Zaira también y decidimos pedir ayuda a nuestros lindos novios para ponernos el bronceador en la espalda.
-Pepe -lo llamo. -Nan -dice Zai.
Ambos detienen la guerra de agua que estaban comenzando y nos miran. -Nos ponen bronceado? -pedimos las dos a unísono.
Ellos asienten sonrientes, luego se dan una mirada que, no entiendo, y salen del agua.
Giro boca abajo a la reposera y le paso la crema a Pedro, él la agarra y después siento su mano en mi espalda, sin ninguna crema, su mano va hasta la parte baja de mi columna, desliza hacia el costado y pasa al frente, me agarra fuerte, frunzo el ceño y para cuando comienzo a darme cuenta de que no me va poner el bronceador ya es tarde, su otra mano también me agarra del mismo lugar pero del otro extremo y con una fuerza increíble me levanta. -Pedro que haces? -chillo tratando de soltarme. Pero no responde, en lugar a eso, nos tira a la piscina.
Salgo del agua y Pedro ya esta enfrente mío con una sonrisa de par a par, miro hacia él costado y veo a Zai también metida, y también mirando a Nan de la misma forma que yo a Pedro.
-Estan muertos -decimos juntas y ellos comienzan a escapar.


**
Oli llega pronto y yo estoy tan tan tan feliz, eso.

lunes, 5 de agosto de 2013

-41.

-Te amo -susurre contra sus labios sin antes detenerme a pensar si era pronto o no, si él sentía lo mismo o no, hace casi un mes me pidió que nos pongamos de novios, y hoy acá estamos, en nuestro lugar, mi lugar preferido con él,  respirando con dificultad luego de nuestro resiente beso, el que profundizamos tanto que termine sentada a horcajadas encima suyo, en el que sentí que este era mi lugar, que yo pertenezco a él, sentí de parte de él y quise hacerlo sentir todo este amor que llevo acumulado desde hace años, me perdí totalmente, tanto que al fin logre decir eso que tenia atragantado desde hace días -en realidad, años, pero hace días la sensación de querer decirlo era más fuerte-, vuelvo a besarlo, porque si, porque tengo miedo a su respuesta, o peor, a que no haya ninguna, vuelvo a dejarnos sin aire, nos separamos y aun no estoy dispuesta a mirarlo, entierro mi cabeza en su cuello y me quedo ahí esperando...
-Yo también te amo, mi amor -susurra en mi oído y me derrumbo al escuchar esas palabras, él también me ama, y es la primera vez que me dijo mi amor, sonreí contra su cuello, respire y levante la cabeza para encontrarme con sus hermosos ojos cafés y una dulce sonrisa, la cual se la devolví mientras apoyaba mi frente contra la suya.
-Me dijiste mi amor -dije y volví a sonreír, y lo sentí sonreír también.
-Te dije mi amor -afirmo- lo sos, no? -yo asentí.
-Y vos el mio? -pregunte y el asintió también, volví a mirarlo, volvimos a sonreírnos, y todo lo que pude ver en sus ojos era amor, exactamente como creo, deben estar los míos.
-Definitivamente sos mio -dije graciosa, y el rió.
-Solo tuyo -me aseguro- y vos sos mía -no era una pregunta.
-Solo tuya -sonreí y le di un corto beso- no quiero irme mas de acá -ambos reímos.
-Yo tampoco, pero te tengo que dar de cenar, así que en un rato vamos yendo.
-Si, bueno, dentro de un rato, ahora no -dije atrayendolo a un beso, uno de los tantos que siguieron, que lo tuvimos que terminar a regañadientes para ir a cenar.

***

Me gire y lo mire, siempre hace lo mismo, mientras vemos películas en casa, mientras yo veo bastante entusiasmada con el pote de helado y cuchara a mano observo por el rabillo del ojo que el esta mirándome, trata de hacerme creer que también mira la película, pero siempre lo termino descubriendo, como ahora, pero al ver sus ojos inyectados de cierto tipo de adoración, esa pequeña curva que comienza a formarse en su boca, hace que también la mi se curve y hace que no me arrepienta de haberle dicho que lo amaba esta tarde.
Antes de que pudiera comenzar a quejarme lo vi acercarse y literalmente chuparme -literalmente- la comisura de mi labio, ahogue un gemido cuando su lengua comenzó a contornearlo, y cuando creía que estaba a punto de dejar de respirar, se separo, y al notar mi reacción sonrió ampliamente, yo me incorpore mejor, tosí, y trate de no parecer incendiada.
-Tenias helado ahí -me explico aun sonriendo.
-Ah ya, y como no existen las servilletas de papel vos lo solucionaste -respondí sarcásticamente y el rió.
-Claro -dijo guiañándome.
-Volve a lo que estabas haciendo que yo sigo con la peli -también guiñe.
-Con mucho gusto bebé -dijo dándome un beso en la mejilla, yo trate de concentrarme en la película nuevamente, mientras me acomodaba en su pecho luego de dejar el pote con la cuchara en mi mesa de luz.
Estábamos en mi habitación, ya que yo quería estar mas cómoda, y como mis padres no estaban como para malinterpretar situaciones decidí que veríamos la película acá.
The Vow estaba terminando, y yo por mas que sabia que él me estaba mirando, comenzaba a sonreír ante el hermoso final, mordiéndome el labio para evitar llorar, no pudiendo controlarlo se me escapo una lágrima cuando al final apareció la verdadera familia, la música comenzó a sonar y los nombres de los actores comenzaron a pasar, sabía que tenía que mirar a Pedro, pero mi cara comenzaba a enrojecerse, inhale y exhale mentalmente y lo mire, él, por supuesto ya estaba mirándome, sonriendo.
Levanto una mano y la puso sobre mi mejilla para secar la lágrima que se me había escapado, yo le sonreí.
-Sos tan linda -dijo acariciándome aun la mejilla y casi me perdí con la voz aterciopelada con la que dijo.
-Soy una llorona querrás decir -dije graciosa, tratando de tolerar su toque sin dejar escapar suspiros.
-No, linda, sos muy linda cuando te emocionas con películas románticas -contorneo mis labios con sus dedos mientras los miraba con mucha atención y yo me perdía aún más, levanto la mirada y me dedico una sonrisa antes de bajar su mano, callé la queja que estaba a punto de salirse de mi boca, y simule normalidad, simule como si su toque no hubiera prendido fuego en mi interior, y le dedique una sonrisa.
-Vos también sos re lindo mirando películas románticas -me burle quitandole la lengua y el carcajeo.
-Hay mejores cosas que puedo apreciar mientras tanto -me miro profundamente, como diciéndome... vos.
-Como cuales...? -pregunte, queriendo escuchar su respuesta aunque ya la sabia.
-Vos, como brillan tus ojos cuando algo te emociona, como sonreís, como te mordes el labio tratando de reprimir lagrimas, como comes primero los gusto que menos te gustan del helado y dejas lo mejor para el final, tu sensibilidad... Todo -dijo y yo lo miraba sumamente enbobada, mordiendome el labio para mantener la boca cerrada, el había observado cada uno de los detalles que pensé, no se notaban.
-Observador eh -volví a fingir mi tono despreocupado y el me guiño un ojo.
-Como le pones humor a tus respuestas cuando no sabes como manejar lo que te dicen.
-Me decis -le corregí, el frunció el ceño.
-Qué? -pregunto.
-Cuando no se, mejor dicho, responder mejor a lo que vos decis -me sincere.
-Con tus ojitos brillosos, tus mordidas de labios y sonrisas, me basta -y ahí estaba, él de nuevo diciendo cosas como esas, y yo no sabiendo como responder a eso, entonces se me ocurrió, para que hablar, si, lo puedo expresar.
Sin pensarlo dos veces, me abalance hacia el tomándolo de sus mejillas y besándolo, primero pausada y detenidamente, mientras él se las ingeniaba para tener sus manos en mi cintura, luego obligandolo a abrirme paso dentro, haciendo todo mi mayor esfuerzo para saborearlo por completo, como comenzaba a ponerme incomoda y definitivamente no quería romper el beso, me acomode a horcajadas encima suyo, escuche un pequeño gemido que casi me hizo sonreír, estaba haciendo un buen trabajo, decidí que era mi momento para hacerlo perder, e imite lo que él me había hecho antes, comencé a contornear su boca con mi lengua, besándolo, dejándolo y dejándome sin aire.
Hasta que el comenzó a hacerme perder a mi, haciendo exactamente lo mismo que yo, y sentí que no se podía pedir mas, esa sensación de que se acaba el mundo, pero estando con él, sintiéndolo a él amarme como definitivamente yo lo hago.
Nos hice girar, porque ya estaba perdida y era lo único que quería, el quedo encima mio, pude sentir mejor su cuerpo, su calor.
-Pau -susurro y yo volví a besarlo antes que diga nada mas, el se impuso al comienzo, pero lo siguió después.
Comencé a acariciarle la espalda, hasta encontrar el borde de su remera y comenzar a levantarla, lo oí gemir y luego apartarse, no del todo, pero lo suficiente, lo miraba mordiéndome el labio, tratando de aminorar mi respiración, él cerro los ojos un segundo, concentrándose en algo, y luego los abrió.
-Te juro que lo que mas quiero es seguir, pero también quiero cuidarnos, cuidarte y definitivamente no vine preparado -dijo e hizo una mueca para si mismo, mientras yo comenzaba a sonreír por sus palabras, puso mi seguridad primero, sin dudarlo agarre de sus mejillas de nuevo, y lo bese, tierna y dulcemente.
-Yo la tengo -susurre sonriendo y lo mire tratando de no estallar a carcajadas cuando vi su ceño fruncido, imaginando las cosas que estará pensando- bueno, resumamoslo en una palabra ... -seguí- ... Padres -y lo vi suspirar, luego sonreír y asentir.
-Tenias que ver tu cara mi amor -me burle y el sonrió dulcemente.
-Primero que me encanta que me llames así -dijo y me dio un corto beso- y segundo, es porque pensé que si lo tenias, era por algo.. -se detuvo y sacudió la cabeza- quiero ser el primero -susurro y me volvió a besar, mirándome fijamente- y el último -sus palabras fueron música, sin querer agregar nada mas lo besé,  recorriendo cada parte de su boca, como el la mía, volviendo a donde me había quedado, esta vez el gimió pero dejo que yo siga subiendo su remera, y me ayudo a quitarla.
Volvimos a besarnos mientras yo acariciaba ahora su torso desnudo, sus besos fueron descendiendo, de mi mandíbula, a mi cuello, su lengua quemándome, sus manos encontrando mi cintura, el borde de mi remera, de repente se sentó, y por un momento creo que pararía, hasta que me agarro para quedar arrodillada en su misma altura y comenzar a besarme mientras hayaba el borde de mi remera y comenzaba a levantarla, cuando la quito, volvió a acostarme, y volví a besarlo deseando mas.
Bajo hasta mi cuello de nuevo con sus besos, y luego a mis hombros, donde comenzó a deslizar la tira de mi corpiño hacia abajo, repitiendo lo mismo al otro lado.
Una de sus manos se poso en el hueco de mi espalda, ascendiendo, encontrando su objetivo y desganchandolo, tome una respiración profunda y me repetí mil veces que esto era normal, que no debía sentir vergüenza.
Mordí mis labios esperando a que el terminara de sacar el corpiño, pero se detuvo, abrí los ojos y lo vi mirándome.
-No pasa nada -me apresure a decir ya que sus ojos destellaban preocupación- sólo... Sólo tengo un poco de vergüenza -hice una mueca y el sonrió antes de darme un beso.
-Si queres que esperemos... -comenzó y rápidamente negué con la cabeza, definitivamente no quería parar- bueno, entonces, sólo dejemoslo ser. Nada de pudores, solo vos y yo, si? -pregunto y yo asentí, para luego agarrarlo entre mis manos, besarlo y susurrar un "seguí", sentirlo sonreír y que sus besos comenzaran a descender de nuevo.
Llego hasta el hueco de mis pechos con los besos, y comenzó a quitar lo que quedaba del corpiño, observo mis pechos unos segundos mientras que yo enrojecía cada vez mas, subió hasta mi boca de nuevo y paso a mi oídos para susurrarme "sos hermosa".
Mi short cayó al piso, y luego sus jeans, dos prendas nos separaban pero ya podía sentir todo de él, comienzo a estirar mis manos hasta el cajón, y agarro lo que buscaba.
Nos terminamos de despojar de todo, y nos detenemos unos segundos antes a mirarnos.
-Estas segura? -susurro contra mis labios.
-Muy segura -respondí.
-Te amo -me dijo, ese te amo tan verdadero como el nuestra existencia.
-Yo también mi amor -susurre antes de sentirlo, y pensar que definitivamente estaba perdia, loca y tan jodidamente enamorada de él.

***

Comencé a despertar lentamente, pero aun no quería abrir los ojos, quería volver a recordar todo lo que paso ayer, los besos de Pedro, sus caricias, su sonrisa, su voz susurrando mi nombre, diciéndome que me amaba.
Mis labios comenzaron a curvarse y abrí los ojos lentamente, para encontrarme con unos ojos cafés, estudiándome por completo.
Sonreí aun mas ampliamente y baje mi mirada a su boca que también estaba curvada.
El estaba apoyado sobre su mano, con los codos en la cama, de costado. Mientras yo estaba boca abajo con mi cabeza de costado. Ambos tapados hasta la cintura, con solo ropa interior puesta.
-Te despertaste hace rato? -pregunte rompiendo el pacifico silencio, el ladeo la cabeza, como diciendo, mas o menos- buenos días -dije y lo vi sonreír.
-Buenos días hermosa -dijo acariciándome la mejilla con su mano libre, acercándose a darme un corto beso, pero dejando su frente pegada a la mía, siguiendo con su caricia en mi mejilla- como estas? -pregunto, y se que él estaba seguro que un poco dolorida quizás, pero eso no importaba en absoluto ahora.
-Feliz -susurre abriendo los ojos que cerré por inercia mientras él me acariciaba, lo vi sonreír- y vos?
-También -dijo y nos quedamos mirándonos detenidamente, sin decir nada, disfrutando del silencio.
-Estoy toda hinchada, no? -pregunte graciosa, él negó con la cabeza, mentiroso.
-Estas muy, muy hermosa -de verdad parecía sincero, pero eso no era muy probable.
-Sos muy imparcial gordo -dije y sonrió.
-Tal vez, pero eso no importa -dijo guiñándome un ojo.
-Mhm -dije haciendo una mueca que le hizo reír.
-Lo juro, sos la criatura mas hermosa del mundo -ya me estaba comenzando a sonrojar.

-Basta -me queje y decidi callarlo como yo mejor se, besándolo, dejándonos sin aire.
-Por qué me callaste? -pregunto entre besos.
-Porque quiero -respondí y lo sentí sonreír.
-Me gustas mandona.
-Mejor así -susurre y lo volví a besar, hasta que lo escucha decir "Te amo".
Deje de besarlo y lo mire a los ojos, sonreí, al igual que él.
-Yo también -respondí, besándolo nuevamente, esta vez más dulce, tierno, tranquilo, explorando nuestras bocas, tanto como podíamos.
Cuando el aire falto, me acomode arriba suyo, abrazándolo, enterrando mi cabeza en su cuello, mientras el me tomaba la cintura con una mano y me acariciaba la espalda con la otra, paz, es la descripción correcta de este momento.


**

askljaksa, no se si les va gustar, pero es el capítulo que mas me gusto escribir, hasta pronto... o algo así.
3/3.

-40.

La semana transcurrió normal, y con eso me refiero a que todo seguía igual, el colegio, Pedro llevándome de regreso a casa, yendo después para ensayar -sin cruzarse en ningún momento con mis papás, ya que no se encontraban nunca- luego el gimnasio, incluyendo en todo esto a Verónica aun molestando a mi novio, y él sin hacer nada -cosa que ya me estaba irritando.

Ahora viernes, termino de vestirme luego de ayudar a mamá a preparar la mesa para la cena, tratando de no comenzar a ponerme nerviosa, ya que no era mía la ocasión para estarlo, sino la de Pedro. Hoy conocería a papá y volvería a ver a mamá.
Antes de irse hoy de tarde me dijo que no estaba para nada nervioso, en su tono gracioso y engreído, pero pude notar que en el fondo había un poco de temor en su voz.
Cuando estuve lista baje para pedir encarecidamente a mis papás que se comportaran lo mas normal posible, mamá asintió riendo y papá solo rió.
Quince minutos mas tarde el timbre sonó, y yo fui a abrir, él estaba ahí, con unos jeans, una camisa y sus pony's.
-Hola -sonreí, el también lo hizo.
-Hola -respondió y me acerque a darle un corto beso para luego hacerlo pasar.
-Pasa, si te ponen muy incomodo, bueno, aguanta -dije graciosa, y lo hice reír.
-Nah, eso no va pasar -simulo sonar despreocupado.
-Bueno chico del autoestima alta -me burle- vamos -ladee la cabeza hacia el comedor.
-Vamos -dijo guiñándome el ojo y pasándome su mano.
Mientras entrabamos al comedor vi a mamá ordenar las últimas cosas, y sonreírnos al darse cuenta de nuestra presencia.
-Bueno Pedro, un placer volver a verte -dijo mamá atrayendolo en un torpe abrazo.
-Lo mismo digo Sra Chaves -Pedro sonrió.
-Llamame Alejandra por favor -pidió mama y Pedro asintió- acomódense, que Miguel baja enseguida -dijo y tome de nuevo la mano de Pedro para hacerlo sentar a un costado de la mesa al lado mio, mientras veía entrar a papá.
-Bueno bueno, donde esta nuestro invitado? -dijo un poco gracioso, y estos eran los momentos que agradecía tener unos papas tan jóvenes y de mente abierta, no eran nada intimidantes, mas bien lo contrario.
-Papá el es Pedro, Pedro el es Miguel, mi papá -los presente, mientras Pedro se paraba para estrechar la mano de papá.
-Pedro -saludo papá.
-Sr Chaves -dijo Pedro respetuosamente asintiendo.
Y ese fue el comienzo de la maravillosa cena, todo fue bien, muy bien para ser precisos, las conversaciones entre mis papas y Pedro fueron buenas, normales, o eso supongo, en ningún momento trajimos a colación momentos incómodos, y por lo que note mis papas estuvieron bastante contentos con que este saliendo con el, cuando terminamos de cenar, mis papás fueron arriba, sin antes escuchar de mamá que en la nevera había helado para nosotros y que Pedro podía quedarse pero no hasta tan tarde -mas por su seguridad, como dijo ella, que por otra cosa.
Así que agarramos o mejor dicho agarre el pote de helado, y nos pusimos a ver una película en el living.
Cuando termino, por mas que ninguno quería, Pedro tenia que irse, nos despedimos un largo rato, hasta darnos un último beso, y que él subiera a su auto y yo cerrara la puerta.


***

2/3.

-39.

Ese sábado, luego de que Pedro me dejara de nuevo en casa después de haberle dicho que mis papás querían conocerlo, más bien que querían que él fuera a cenar a casa  y terminara aceptando, invite a Zaira  a cenar  y ver una película.
El domingo fue un día, como lo llamamos con Zaira, de unicayexclusivamentementemejoresamigas.
Lunes por la mañana quedamos con Pedro que  ensayaríamos todos los días después de almorzar, en mi casa, hasta las cuatro, para darnos tiempo de prepararnos e  ir al gimnasio –por supuesto yo seguiría con la rutina que hacía con Zaira.
Él me dejo frente a mi casa después –ya me había rendido, él era terco, yo también, pero en este caso me toco ceder y dejar que me trajera hasta acá todos los días.
Cuando entre a la cocina vi a mamá terminando te preparar el almuerzo, la ayude, y espere a que viniera papá para contarles que Pedro vendría a casa, cuando todos estuvimos en la mesa, lo hice, papá dijo que estaba bien y que no iba a alcanzar a verlo ya que tenía que volver a su trabajo, pero mamá se quedaría porque no se estaba sintiendo muy bien, dijo.
Estaba arreglando mi habitación -ya que realmente no sabía donde ensayaríamos, y si era en acá, Pedro no se llevaría una grata sorpresa- cuando escuche el timbre sonar, me apresure en tirar lo que había dejado en el camino, arregle mi cabello un poco, y baje, pero ya había sido tarde, mamá se encontraba frente a la puerta, que ya estaba abierta, hablando con él, de vaya a saber uno que.
No alcancé a escuchar nada ya que ella pareció notar mi llegada, vi que Pedro sonreía, no parecía incomodo, mas bien parecía todo un experto en conocer a la mama de mi novia.
-Hola –sonreí- Pedro ella es mi mamá, mamá él es Pedro –dije presentándolos, aunque tenia la leve sospecha de que ya lo habían hecho.
-Ya nos presentamos hija -mama dijo sonriendo- un gusto Pedro, yo los dejo tranquilos –sin mas decir, se fue hacia arriba, dejándonos solos.
-Hola –repetí volviendo a sonreír, un poco tonta, lo admito.
-Hola –sonrío con esa sonrisa tan suya, mientras nos acercábamos más, hasta que di el primer paso y lo traje hasta mi enredando mis brazos en su cuello para darle un beso.
-Pasa –susurre a falta de aire cuando nos separamos y me puse a un costado- No sé donde sería mejor, en el living o en mi habitación? –él me dio esa mirada entre sexy y burlona, arqueando una ceja, curvando sutilmente sus labios, casi pude escuchar sus sucios pensamientos, y caí en la cuenta que no había especificado el que sería mejor,, y cuando lo quise remendar, ya era tarde.
-Bueno si tu mamá duerme tal vez tendríamos que hacerlo acá, el ruido la podría despertarla –dijo el apretando la mandíbula, tratando de no soltar una carcajada, la cual a su vez, yo solté.
-Pedro –me queje riendo y él rompió en risa también.
-Soy todo un cómico –sobro, mientras yo seguí riendo-
-Bueno Sr. Gracioso, ya sabes a que me refería -dije cuando recobre el aire- Así que pregunto de nuevo, acá o en mi habitación... Donde vamos a ensayar? –complete la pregunta ya que él parecía con ánimos de seguir jugando.
-Estaba hablando enserio con el tema de tu mamá y el ruido –sonrió levemente- bueno, solo que sobre otra cosa –hizo una pausa para darme esa mirada y me sonroje- pero en fin –siguió- si ella duerme tal vez sería mejor que ensayemos acá.
-Mmm –pensé- creo... que si, creo que por hoy se queda –el asintió.
-Manos a la obra señorita –señalo el sofá para que nos sentemos.
-Bien, como se supone que comenzamos? Vas a enseñarme todo paso por paso? –pregunté y el asintió.
-Sí, te va resultar más fácil, vamos a comenzar con lo básico para que puedas entonar adecuadamente y así saber que tono te corresponde, esta semana te va parecer toda aburrida porque no vamos a cantar prácticamente si no a aprender, bueno, vas –se corrigió y yo asentí, no esta de mas agregar que él hablando todo serio es aún más lindo.
Realmente era un poco aburrido eso de tratar de encontrar la entonación correcta y demás, pero Pedro encontró la manera de ponerlo un poco mas divertido dejando besos en mis labios y haciéndome cosquillas.

Cuando él se fue, rápidamente corrí a cambiarme, se había, mejor dicho, nos habíamos retrasado un poquito al  final -ocupados en los labios del otro- y Zaira estaba a punto de llegar, me puse mi ropa de correr, que tarde en encontrarla, ya que tenia que cambiar de los shorts cortos y camisillas, por pantalones ajustados, una remera con mangas largas y encima una sudadera –ya era un poco desagradable el frió y apenas que comenzaba mayo- cuando termine de recogerme el pelo en una coleta desordenada, sonó el timbre.

Salude a Zaira y comenzamos a trotar como siempre para llegar al gimnasio, sin embargo, esta vez paramos en el camino a comprar algo de comer, ya que ambas teníamos un poco de hambre, y el viento fuerte no era tan agradable para seguir trotando, fuimos caminando y hablando el resto del camino.
Cuando llegamos, pude ver a Pedro recostado a uno de los costados del marco de la puerta como siempre, con Hernán al otro lado, y cuando me refiero a como siempre estoy hablando con Verónica incluida encima, ella parece no entender que él tiene novia  y que cuando una persona tiene novia, otra no tiene que estar excesivamente encima de este. Todos los días es lo mismo y siquiera en el colegio pierde la oportunidad.
Pedro parecía no hacerle caso, pero tampoco la quitaba de encima y eso realmente me molestaba, de todas maneras no pensaba decirle nada, él tendría que darse cuenta.
Eso sí, apenas me vio, comenzó a sonreír y cuando pase por la puerta, se hizo a un lado de Verónica para alcanzarme, tomarme de la cintura, pegarme a su cuerpo y plantarme un beso, sonreí contra su boca cuando nos separamos, mire hacia Verónica que estaba mirándome como si quisiera que un tornado apareciese de repente y a la única persona que se lleve sea a mi. Casi grite en su cara un malvado ¡JA! pero me limite a simplemente guiñarle un ojo, dejar un corto beso mas a Pedro en los labios y dirigirme hasta mi lugar para comenzar la rutina.
Atrás mio vi venir a Zaira, quien también había sido liberada recientemente de los brazos de Hernán.
-Creo que esa chica tiene serios problemas de ubicación -dijo siguiéndome, yo asentí en aprobación, esas eran las palabras justas.
-Las ganas de quitarle esos alargues -dije en un tono gracioso, aunque ambas sabíamos que era verdad.
-Decí que no apareció la otra sanguijuela -bufo, aunque la otra (Samantha, amiga de Verónica) se mantenía al margen, Zaira seguía odiándola por haberse metido alguna vez entre ella y Hernán, y no la culpaba por ello.
Solo asentí con la cabeza y ambas nos dedicamos a comenzar con nuestra rutina, no sin antes quitarme la sudadera, sabia por experiencia que no iba a tolerar eso puesto por mucho tiempo.
Varias rutinas después, careciendo de liquido en mi sistema, de tanto haber sudado, supongo, decidí parar e ir por un poco de agua al bebedero.
Agarre el pequeño vaso que se encontraba ahí  y  comencé a llenarlo de agua, justo cuando iba a llevarlo a mi boca, sentí dos manos puestas en mi cadera, y el vaso cayo al piso en un mili-segundo, mientras que yo ahogaba un grito y me giraba para ver de quienes eran esas manos –aunque ya tenia una leve sospecha.
Él estaba ahí, mirándome con cara de yo no fui, esos ojos cafés mas dulces que de lo habitual, y esa leve sonrisa que indicaba que estaba reprimiendo una carcajada, logro que callara cualquier tipo de insultos que estaban por salir de mi boca, y en cambio dije:
-Algún  problema con las chicas de espaldas sirviéndose bebidas? –recordando aquella vez, tratando de que mis labios no comenzaran a curvarse.
-Solo con una –respondió convirtiendo esa dulce sonrisa en una total y completamente fatal, de chico malo, hasta podría decir... secreta- y a decir verdad, no fue precisamente la cadera lo que llamo mi atención –dijo guiñándome el ojo y pude sentir el rubor comenzando a crecer en mis mejillas.
-Tarado –solté porque no se me ocurría nada mas inteligente, y no me culpo, él me estaba poniendo realmente en un lugar difícil para racionar.
-Mejor dicho loco -me corrigió- por vos –siguió, acercándose paso a paso hacia mi, mis piernas se debilitaban a medida que avanzaba.
-Voy a quedar mas roja que un tomate por culpa tuya -deje escapar mi queja, y el sonrió más ampliamente.
-Es la idea -volvió a guiñarme,  y yo solté una risita tonta, definitivamente se estaba burlando de mi.
-Tarado –creo, recordar, que hace menos de cinco minutos ya había dicho eso.
Él termino de cerrar la distancia y yo me reincorpore, ya que me estaba echando para atrás.
-Me disculpas por haber hecho que derrames el agua... por favor? -dijo el poniendo esa carita inofensiva una vez mas, mientras colocaba sus manos en mi cintura, para acercarme más a él.
-Hmmm -fingí pensar y el me amenazaba de una manera muy sutil sobre comenzar hacerme cosquillas, apretando sus manos en mis costillas-  esta bien chico, disculpas aceptadas -dije graciosa y ambos reímos.
-Puedo? -susurro él, aun mas cerca, sus labios pidiendo terminar de cerrar aquella distancia que tenia con los míos, mire sus ojos, su boca, y me volví a sus ojos de nuevo para luego asentir y al instante sentir sus labios contra los míos.


***

Escribí un poco en este tiempo, pero en mi celular, y como se descompuso no podía subir, pero ahora sí, y acá les dejo unos cuantos, creo que son como 3, espero que no me odien por tardar en subir ;) x. 
1/3.