-Todavía no llegas a la nota correcta -respondió, y sinceramente me importaba muy poco en este momento, amaba cantar, pero Pedro era excesivamente perfeccionista, ya llevábamos una semana ensayando varios temas para el show de fin de curso, para después elegir los adecuados junto al "comite" que habían formado algunos de nuestros compañeros, faltaba aún cuatro meses, estamos en Junio y el show es en Octubre, pero el se empecina en que tenemos que hacer lo mejor posible ya desde ahora.
-Me importa una mierda -dije irritada, sin preocuparme por mis palabras, él sabe perfectamente, que cuando me pongo de mal humor, lo estoy enserio, y es mejor no irritarme más.
-Esa no es la forma de tratar a un profesor -dijo serio, pero se que me esta molestando por gusto, y realmente, real y seriamente no estoy de humor, y él, esta entrando en una zona peligrosa.
-Me importa una mierda -volví a repetir, cruzándome los brazos, levantando una ceja.
-Insolente -dijo, lo fulminé con la mirada, y el repitió mi posición.
-Insoportable -respondí.
-Maleducada -dijo él, acercándose a mi.
-Obsesivo, compulsivo -ya me estaba cansado del jueguito de palabras, si no paraba, iba a tener que echarlo, era suficiente soportar la molestia que nos viene a las mujeres cada mes.
-Caprichosa -ya estaba llegando hasta donde me encontraba (ya parada, cerca de la puerta dispuesta a echarlo), yo que él, no me acercaba más.
-Idiota -ya había elevado el tono de voz, pero eso no lo detuvo.
-Chueca -dijo parado a escasos centímetros míos.
-Yo no soy chueca! -casi grite, eso fue el colmo- vos... -cuando estaba apunto de articular la siguiente palabra, siento la presión con fuerza de sus labios contra los míos.
Al principio estaba recia a responder, pero aún así con lo irritada y nerviosa que estaba, no pude resistirme a él, maldita adicción, rodeé mis manos en su cuello con fuerza, mientras devoraba su boca como él, no era un beso tierno, era un beso dominado por la furia, más del lado de lo apasionado, sin ningún tipo de permiso, su lengua ya estaba jugando con la mía, y tiempo después ya no sentía aire en mis pulmones, mordí su labio, fuerte, para luego retirar mi boca de la suya, él me miro con una sonrisa sucia.
-Creo que tengo que hacerte enojar más seguido -dijo el guiñándome.
-Callate tarado -dije y no pude evitar la sonrisa que se me escapo de los labios.
-Por qué no me callas vos? -volvió a guiñar, me mordí el labio y negué con la cabeza.
-Nah -dije cruzándome los brazos, el sonrío.
-Seh -dijo descruzando mis brazos.
-Nah -volví a cruzarlos, sacandole la lengua, el rió.
-Dije que si -y me volvió a descruzar los labios, esta vez sin siquiera dejarme intervenir, ya que una vez que sus labios tocaron los míos, me perdí en ellos.
***
Hoy era el primer partido importante que tenían Pepe y el equipo del colegio, los anteriores habían sido amistosos, pero hoy comenzaba el campeonato, eran seis equipos de fútbol, cada uno de distintos colegios, el nuestro, llamado "Tigres" siempre había sido de los mejores desde que Pedro llego al colegio junto con Hernán, no lo digo porque sea mi novio, sino porque realmente es muy bueno en lo que hace, sin duda, el mejor de todos, es por eso que es el primer defensor y capitán de su equipo.
Estábamos a mitad de Junio, y ellos ya comenzaron a prepararse desde hace un mes, decir que Pedro era competitivo quedaba corto, el año pasado -a pesar de no estar pegada a él- pude notar su enorme frustración al perder el último partido, y lo pude comprobar hace poco, cuando había mencionado que eso no volvería a ocurrir, y creo que hablaba muy enserio.
Salté, grite y aplaudí por él, cuando metió el tercer y último gol del partido, e hice algo que nunca creí que me tocaría hacer, pase al otro lado de la cancha, donde estaba, mientras corría y lo veía correr a él hacia mí, y lo bese, fuerte, dejándonos sin aire.
-Sos el mejor, tres goles hechos, esos chicos te tienen que tener en una cajita de cristal -dije graciosa y él sonrió.
-Vos sos mi amuleto de la buena suerte -dijo él volviendo a besarme.
-Mentiroso -dije riendo, porque apenas dije eso el apretó sus manos cerca de mis caderas, donde sabía, tengo cosquillas.
-Enserio, por eso, no tenes que faltar nunca a los partidos, escuchaste? -dijo en un tono mandón.
-Si señor -respondí graciosa.
-Pedro! -lo llamo el entrenador, él miro hacia atrás, y luego a mí, suspirando.
-Voy a ver que quiere, esperame afuera, no tardo -dijo dándome otro beso.
-Anda jugador estrella -dije guiñando un ojo, el me dedico una sonrisa arrogante, para luego dirigirse junto a donde se encontraba todo el equipo y que yo regresara a buscar a Zai, que seguro había ido a buscar a Hernán como yo.
-Zai! -grité a mi amiga, para que me escuchara, al parecer a Hernán también lo necesitaban y Zaira me estaba buscando con la mirada.
-Hey! -dijo viniendo hacia mí.
-Lo llamo el entrenador? -pregunte, ella asintió con un bufido, yo reí.
-Nuestros chicos son necesitados -dije graciosa.
-Seh -respondió ella, y ambas reímos.
-Te dijo Hernán dónde los esperes?
-No, pero vamos afuera mejor, no?
-Vamos -respondí y nos dirigimos afuera, mire de nuevo hacia la cancha, y pude notar a Verónica (con su extremada corta pollera de porrista) yendo hacia Pedro, viéndole envolver sus manos en la cintura de él. Me puse roja de la furia, Zaira se dio vuelta para ver que me puso así, y en cuanto lo vio murmuro un "que zorra", saque toda la cordura posible, como para contenerme y no ir a quitarle esos horribles alargues, y me dedique a observar, y por el bien de Pedro, era necesario que en menos de cinco segundos este viendo como quita las manos de esa odiosa zorra de su cintura.
Pasaron cinco minutos, pero los quito, se dio la vuelta y la miro con confusión para luego decir algo que no entendí y dirigirse al vestuario. Exhale aún furiosa, aún con ganas de matar a Verónica, también a Pedro, no tenía que haber pasado tanto de que hiciera eso, pero me calme, y decidí actuar con cordura, no se hasta cuando ocurriría eso ciertamente, creo que uno de estos días voy y le quito más que los alargues a esa chica, y, Pedro, creo que, él tampoco se salvaría de mi furia, ya que no veo que haga anda al respecto, nada más que correrla, porque si hiciera algo más... drástico, supongo que ella ya no se desubicaría tanto.
Tratando de calmarme, inhalo y exhalo mientras que acompaño a Zai hasta afuera, varios minutos después Pedro y Hernán se unen a nosotras, y vamos hasta la casa de Juanjo donde nuevamente se organizó una "fiesta".
Ellos van hablando durante el camino, sobre el partido -ya que a Pedro se le descompuso el auto, y Hernán hace de chofer- mientras yo voy en silencio, trantando de pensar que esta todo bien con Pedro, que no debo maquinar tanto, tratando de quitar los pensamientos que me gritan que voy a salir lastimada, tratando de...
-Hey amor! -escuche a Pedro y sentí sus manos en mis mejillas, girándome para que nuestros ojos se encuentren.
-Si? -dije lo más relajada que me salía.
-Estas muy callada, pasa algo? -mire hacia el asiento de enfrente, y por el espejo vi a Zaira dándome la mirada.
-No, nada -respondí.
-Segura?
-Si -dije suspirando y dándole un corto beso, para dejarlo un poco más tranquilo, y como hombre, se conformo, raro, dije irónica en mi mente, sabía que estaba siendo tal vez un poco exagerada, y tenía la esperanza de que se me pasara.
Pero no se me paso, al menos durante toda la noche, seguía reacia, encima Verónica también se encontraba ahí, con algo imposible de llamar ropa, capturaba la atención de todos con sólo inhalar, dejaba estúpido a cualquiera, pero yo podía solucionar la estupidez de los chicos... si solo la agarrara y...
-Bailamos? -era la tercera vez que preguntaba, sabía que no iba a parar hasta que dijera que si, así que, suspire y asentí.
Pedro me tomo de la mano y llevo hasta la "pista" me agarro de la cintura y me pego a él, yo rodeé mis manos en su cuello.
-Estas rara -dijo el frunciendo el ceño, mirándome fijo, como si estuviera o quisiera leerme la mente.
-Nah -dije apoyando mi cabeza en su hombro, para que no tuviera la posibilidad de ver mis sentimientos a través de mis ojos.
-Poli -susurro en mi oído, tan dulce que casi me olvido porque estaba tan distante, me aferre más a él.
-Ya dije que nada, bailemos -susurre en su oído.
Solo eso basto para que el me hiciera caso y comenzáramos a bailar al ritmo de la música, que coincidía con nuestro lento movimiento.
A lo largo de la noche, Pedro logro que me olvide de lo que había sucedido después del juego, seguir sus besos me pareció más importante que enroscarme con las idioteces que cometen las zorras con falta de afecto.
Pude disfrutar con él y con mis amigos -sí, ya comenzaba a tomarle cariño a Hernán como para llamarlo amigo- y mi día pudo terminar como había comenzado, feliz.
**
desde ahora paso la nove desde el twitter @dancetofuck por cositas...
espero que les guste y sigan leyendo, sepan entenderme por no subir seguido.
PD: Oli, mi vida... NACEEEEEEEEEEEE!!! tequiedo♥
Tratando de calmarme, inhalo y exhalo mientras que acompaño a Zai hasta afuera, varios minutos después Pedro y Hernán se unen a nosotras, y vamos hasta la casa de Juanjo donde nuevamente se organizó una "fiesta".
Ellos van hablando durante el camino, sobre el partido -ya que a Pedro se le descompuso el auto, y Hernán hace de chofer- mientras yo voy en silencio, trantando de pensar que esta todo bien con Pedro, que no debo maquinar tanto, tratando de quitar los pensamientos que me gritan que voy a salir lastimada, tratando de...
-Hey amor! -escuche a Pedro y sentí sus manos en mis mejillas, girándome para que nuestros ojos se encuentren.
-Si? -dije lo más relajada que me salía.
-Estas muy callada, pasa algo? -mire hacia el asiento de enfrente, y por el espejo vi a Zaira dándome la mirada.
-No, nada -respondí.
-Segura?
-Si -dije suspirando y dándole un corto beso, para dejarlo un poco más tranquilo, y como hombre, se conformo, raro, dije irónica en mi mente, sabía que estaba siendo tal vez un poco exagerada, y tenía la esperanza de que se me pasara.
Pero no se me paso, al menos durante toda la noche, seguía reacia, encima Verónica también se encontraba ahí, con algo imposible de llamar ropa, capturaba la atención de todos con sólo inhalar, dejaba estúpido a cualquiera, pero yo podía solucionar la estupidez de los chicos... si solo la agarrara y...
-Bailamos? -era la tercera vez que preguntaba, sabía que no iba a parar hasta que dijera que si, así que, suspire y asentí.
Pedro me tomo de la mano y llevo hasta la "pista" me agarro de la cintura y me pego a él, yo rodeé mis manos en su cuello.
-Estas rara -dijo el frunciendo el ceño, mirándome fijo, como si estuviera o quisiera leerme la mente.
-Nah -dije apoyando mi cabeza en su hombro, para que no tuviera la posibilidad de ver mis sentimientos a través de mis ojos.
-Poli -susurro en mi oído, tan dulce que casi me olvido porque estaba tan distante, me aferre más a él.
-Ya dije que nada, bailemos -susurre en su oído.
Solo eso basto para que el me hiciera caso y comenzáramos a bailar al ritmo de la música, que coincidía con nuestro lento movimiento.
A lo largo de la noche, Pedro logro que me olvide de lo que había sucedido después del juego, seguir sus besos me pareció más importante que enroscarme con las idioteces que cometen las zorras con falta de afecto.
Pude disfrutar con él y con mis amigos -sí, ya comenzaba a tomarle cariño a Hernán como para llamarlo amigo- y mi día pudo terminar como había comenzado, feliz.
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PD: Oli, mi vida... NACEEEEEEEEEEEE!!! tequiedo♥