Otra semana más pasó, después del
lunes que Pedro me llevo a casa, volvió más tarde para ensayar, fue incómodo,
fue triste, fue un recordatorio de que antes no era así, pero pudimos ensayar a
pesar de todo, volvimos a repasar la primera música, ya que no lo hicimos por
un tiempo. Hubo momentos en los que él se quedaba mirándome y yo trataba de
fingir no notarlo, también momentos en que no podíamos dejar de mirarnos ambos,
y siempre me obligaba a apartar la mirada antes de hacer cualquier idiotez.
No volvió a llevarme hasta mi
casa otro día, no hubo necesidad ya que siempre me aseguraba de ir con Zaira.
En el gimnasio trataba de ignorarlo,
aunque siempre se las arreglaba para entrar en el foco de mi mirada de alguna
forma u otra. Pero todo siguió normal, si así podía llamárselo,
Hoy es sábado, y de nuevo voy a
ese que solía ser nuestro lugar, ya que él no fue el anterior, pensé que los sábados
ya no eran nuestros días, sino míos.
Al llegar ahí, como el sábado
anterior no había rastros de él, volví a tumbarme en césped mirando el cielo,
cerré los ojos en un momento, e inevitablemente recuerdos de nosotros juntos
acá vinieron.
Sentí la sombra de algo tapándome
la luz del sol, era él, sin abrir los ojos lo supe. Decidí dejarlos cerrados ya
que no tenía la mínima idea de que iba a hacer si los abría.
Lo sentí sentarse a mi lado,
luego acostarse, y después de unos largos minutos sentí su mano sobre la mía,
sin pensarlo la gire y entrelazamos los dedos, que encajaron, como siempre.
Decidí que no arruinaría el
momento, disfrutaría de esta repentina paz que me invadió.
Minutos pasaron hasta que él me
soltó la mano, pensé que se levantaría e iría, pero pasó los brazos por debajo
de mi cabeza y me llevo hacia su pecho. Inmediatamente mi brazo lo envolvió también,
y nos medamos así por lo que parecieron horas, el acariciando mi cabello, yo
escuchando los latidos de su corazón, una tranquilidad y paz que hace semanas
no tenía.
—Te extrañé tanto. —dijo el
soltando un suspiro, y volví a la realidad e intente salir de sus brazos, pero
me atrajo más a él—. No te vayas, por favor. —Susurró, y con el por favor ya me tenía ahí de nuevo, pero
tenía que hacer algo.
—Pedro esto solo va hacer las
cosas peor. —Dije, pero aún lo dejaba sostenerme.
—Por favor. —Volvió a repetir, y
suspiré—. Dije que te iba dar un tiempo, que lo necesitabas, que era lo
correcto, pero no quiero esperar más, no puedo, te extraño mi amor. —Su voz se
quebró un poco, mis ojos se llenaron de lágrimas—. Perdoname por favor, yo no
quise, te juro no quise. —lo sentí inhalar lentamente, se reincorporo haciéndome
sentar también, y agarro mi barbilla para hacer que lo mire, sus ojos estaban
llenos de lágrimas no derramadas— te prometí algo un día, y no lo cumplí, pero
dejame repararlo, por favor. —susurro. Y vino a mi mente las palabras que me
había dicho mi abuela, y pensé en si quería tener a Pedro a mi lado igual, a pesar
de todo, y sabía la respuesta, siempre la supe, pero ahora con él enfrente
estaba decidida a arriesgarme.
—Una persona muy sabia hace poco me
dijo que el amor tiene sus altibajos, que podemos distanciarnos, pero lo que
realmente va a importar después de que eso es que queramos solucionarlo, que
logremos pasar esa etapa, perdonarnos. —Tomé aire, mientras el me miraba como
si fuera su mundo entero, mientras yo repetía las palabras que mi abuela me
había dicho—. Porque de eso se trata —seguí—, de hacer locuras, de meter la
pata, pero lo más importante es que a pesar de esas metidas de pata uno decida
que esa persona es a la que queremos al lado igual. Y ahora estoy segura de que
te quiero a mi lado igual. —susurré al final, sintiendo una lágrima derramarse
por mi mejilla.
—Te amo tanto. —dijo él, pegando
su frente con la mía.
—Yo te amo tanto también. —susurré.
Nos miramos, sintiendo todo, a
medida que nuestros labios se rozaban, ambos respiramos, sintiendo la
exhalación del otro, para luego unir nuestros labios, suave, lento, transmitiéndonos
todo el amor que sentíamos, lo mucho que nos extrañamos, lo felices que estábamos,
fue un beso lleno de promesas no dichas.
**
Y... Esto fue todo por ahora, vuelvo en unos días, creo.