sábado, 9 de marzo de 2013

-21.


¡Porque mierda tarda tanto un maldito colectivo! Y mil puteadas mas dijiste adentro tuyo, ya hacía diez minutos que estabas esperando el colectivo, y ninguno (que te llevaba al lugar correspondiente) se dignaba a aparecer. 
Sentiste que estacionaron a tu costado, ojeaste un poco, y ya supiste quien era, lo único que te faltaba, solo esperabas que el morocho no venga con ánimos de ponerte de mal humor (más de lo que estabas).

-¿de nuevo el colectivo retrasándose? –pregunto abriendo la ventanilla de aquel auto que sinceramente no sabías que modelo era, de eso no entendías-
-si –dijiste bufando y cruzándote los brazos-
-subite, dale –dijo este haciendo referencia a su auto, lo miraste intimidante y el retomo la palabra- prometo no hablar hasta llegar a tu casa?
-mira que no estoy de buen humor eh –advertiste y lo viste a el a punto de decir algo, pero a la vez retractarse, suspirar y sonreír-
-iba a decir algo que te iba poner peor y me calle, ¿viste? –Dijo gracioso y te contagiaste con la risa-
-que tarado –dijiste sobrándolo-
-dale subí, prometo no colaborar con el mal humor –dijo este y vos asentiste dudosa para dirigirte al lado del copiloto, abrir la puerta y despojarte en el-

El castaño puso en marcha el auto, y emprendió camino a tu casa y la suya.

-¿puedo hacer una pregunta? –dijo este minutos después de arrancar el auto, y te aguantaste las ganas de carcajear, se lo tomo muy a pecho el no molestarte-
-si no es ninguna estupidez si –volviste a tu postura rígida-
-ponele –dijo riendo-  yo iba a pasar quedarme a comer en el mac de acá (dijo haciendo referencia a la zona)-se corrigió- ¿hago un auto-mac o nos quedamos a comer? –termino con la pregunta, y lo miraste y pensaste, el mcdonalds te podía, mucho, y mas sus postres, y hacía días no te dabas ese gusto de pasar por ahí y mandar a la mierda toda la dieta y todo lo estricto que te proponías en mente, por ser hoy, y porque no tenías ganas de pensar, solo de comer, decidiste que si, te darías ese gusto-
-bueno dale, vamos –dijiste y el sonrió-

Pedro puso música (sin cantar, previamente advertido) y vos te dedicaste a avisarle a tus padres que no almorzarías en tu casa, que llegarías más tarde, luego simplemente te dedicaste a mirar por el retrovisor.

***

Ya se encontraban ahí, en el paraíso según vos (si, a veces eras exagerada) en la fila esperando a recibir la orden que habían pedido minutos atrás, hasta que llego su turno y la obtuvieron, para luego dedicarse a buscar un lugar libre y poder sentarse a deleitar  su almuerzo.
Lo encontraron y ahí se sentaron, comenzaron a ingerir lo que habían pedido, vos las papas, el también, mas las hamburguesas (mejor ni comentar la que te pediste vos, era bastante bastante cargadita, más que la de Pedro inclusive –cosa que hizo que él se diera el tupe de cargarte-

-si después de esto subo kilos te voy a echar la culpa a vos –dijiste graciosa terminando de tomar un sorbo de tu coca-cola-
-vos te pediste toda esa comida nena, yo solo invite –dijo sacándote la lengua-
-shu –dijiste para dar el último bocado a tu deliciosa y enorme hamburguesa- ahora quiero postre –dijiste en tono gracioso, pero lo dijiste enserio-
-¿me estas hablando enserio, verdad? –dijo riendo y vos asentiste- después no me culpes de nada.
-ponele –dijiste y te paraste para ir a pedir el McFlurry con oreos que tanto amabas-

***

Ya enfrente a tu casa, Pedro estaciono el auto, y vos abriste la puerta.

-Chau, nos vemos, y aunque suene raro de mi boca, gracias por traerme de nuevo –dijiste un poco sincera-
-Nos vemos Pau, un gusto –sonrió, vos también y el se acerco a darte un beso en la mejilla, para que vos luego bajes rápidamente del auto y  entres a tu casa-


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1 comentario:

  1. ¡Lindo capítulo! Subí m´pas, uando puedas Fati. Un beso enorme. @Piyueliitaspyp

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