martes, 29 de enero de 2013

-9.


Ya era Jueves, te encontrabas con tu amiga Zaira caminando por aquel barrio privado, yendo (ahora sí con ella en compañía, por suerte) al gimnasio, faltaba solo dos cuadras para llegar, terminaron esas dos cuadras y cuando llegaron te volviste a encontrar con aquella situación que viste el martes pasado a la entrada del colegio, Pedro intercambiando saliva con Verónica, y el odio que tenías por los dos se potenciaba al milésimo.

-Uy Dios, estos de nuevo –te quejaste en voz alta para que tu amiga escuche-
-Si vienen todos los días Pocha –dijo esta lo mas relajada-
-Ya se –e hiciste un silencio brevemente- nuevamente intercambiando saliva –dijiste molesta-
-Celos Pochita? –pregunto en un tono gracioso tu amiga, y la detestaste-
-Qué decis nena? –dijiste haciéndote la desentendida y decidiste entrar, no ibas a esperar a que estos terminaran con esa sesión poco agradable (para vos)- entremos mejor.
-Huí nomás vos –dijo esta, vos comenzaste a caminar y esta te siguió-

Y como ya lo sospechabas antes de cruzar aquella puerta Verónica (la bicha detestable, aclaremos) se hizo la simpática y se le dio justo hoy por saludarte, raro (dijiste irónica adentro tuyo).

-hola divinas –dijo esta, y a poca vista se le notaba la careta- como estan? –y no dio tiempo a responder, tampoco ustedes pensaban hacerlo- yo bien, acá con mi chico –y bum, era lo que quería, refregarte en la cara con el engreído con quien estaba, que se pensaba? Que le ibas a tener envidia? ¡ja!.
-Me alegro bicha divina –dijo tu amiga, como la amabas- ahora si querés, déjanos pasar, y si no, te corremos –sonriendo irónicamente-
-Por supuesto que las dejo pasar –dijo y se corrió dándole besos a Pedro, el parado como idiota sin decir ni hacer nada, estúpido (repetiste en tu mente miles de veces).
-bicha y bicho, tal para cual –dijiste gritando mientras ya te alejabas de ellos- los detesto –dijiste a tu amiga que estaba al lado tuyo-
-Uno de estos días esa mina va saber lo que es sentir mi puño –dijo Zaira, ella también la odiaba, por razones como las tuyas, y aparte porque fue la causal de que la otra bicha (Samantha) decidiera acercarse a Hernan y arruinar todo lo que ellos estaban comenzando hacía unos meses-
-Ya fue, que se cague –dijiste suspirando-
-A mover el cuerpito –dijo esta graciosa ya cambiando de tema-

Una hora haciendo ejercicios y les quedaba una hora más, ustedes (Zaira y vos) se lo habían propuesto a si mismas, es decir  era una exigencia de ustedes, no de otra persona.

Vos, sola, fuiste hasta el lavadero, para cargar agua fresca en tu mi-termo y seguir con tus tareas, para mala suerte tuya a Pedro se le ocurrió hacer lo mismo que a vos, y en el mismo momento, dijiste que no le ibas a dirigir la palabra, dijiste.

Estabas cargando el agua, Pedro esperándote atrás, moviendo los pies, como apurándote, ¿Qué se cree? (te preguntaste en tu mente)  el agua que no terminaba de llenar el termo, Pedro moviendo los pies aún mas rápido, vos muerta de set, listo explotas.
-Podes cortarla nene? –dijiste mirándolo mientras el agua seguía llenando tu termo-
-Tengo set –dijo este tranquilo-
-Y te pensas que yo no? Que estoy jugando acá? –eras de explotar fácilmente, y él hacía que explotes más fácil aún-
-Podes bajar un cambio? –pregunto este elevando un poco su tono de voz, ¿con que derecho? (dijiste nuevamente en tu mente)-
-Perdón? vos vas a decirme a mi lo que tengo que hacer? Estas loco? –dijiste y pudiste ver como tu termo ya estaba lleno, ¡al fin!-
-Uy que infumable sos –dijo este suspirando-
-Mas infumable que vos y tu noviesita no creo -agarraste tu mini-termo lo tapaste y cuando estabas por irte este te toma del brazo y te lleva cerca de él-
-Celosa? –¿ que se creía para agarrarte así?, ¿esta loco? (dijiste en tu mente)-
-Perdón? –reís irónica- so-ña –deletreaste muy cerca de sus labios y te soltaste bruscamente de él, se pensaba que eras una de esas a quienes le hacía lo mismo y luego las “botaba” ¡ja! Esta equivocado (pensaste)-



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