jueves, 11 de abril de 2013

-24.


"Tu mejor amiga puede ir a tu casa a tomar unos ricos mates con facturas ahora mismo?" Recibiste el mensaje el domingo de tarde, era Zaira, como era de esperarse el día siguiente de aquella pelea ella fue a pedirte disculpas, vos se las aceptaste, y asunto solucionado, no ibas a perder a tu mejor amiga, no querías hacerlo, no te imaginabas un día sin ella y sus chistes tontos, fue la que siempre estuvo, esta y sabes que va estar para vos, y también es la única que te entiende, en todo, hasta en ese sentimiento opuesto con Pedro, opuesto por la simple razón de que tus sentimientos se oponían, tenías el que más salía a flote, ese de odio, ira, que te causaba, y el que lo guardabas en el fondo de tu corazón, si, amor, y básicamente el primero se produjo a causa del segundo, porque te odiabas, lo odiabas, por amarlo, porque te volvía y vuelve loca, porque no entendes como su sonrisa te puede llegar a poner extremadamente tonta, porque no entendes como después de que tanto quisiste odiarlo (simulabas -y muy bien- que lo hacías, pero en realidad todo era una gran actuación) no pudiste, no podes, porque te sigue produciendo esas sensación de mariposas revoloteando adentro tuyo, porque ahora que estabas logrando tu propósito (el de seguir con tu vida, olvidarlo, olvidar que desde hace tres años te vuelve loca) el viene y comienza comienza a hacerte recordar porque estabas tan enamorada de él (y también porque te llenaste de odio y tristeza -las idas y vueltas con Verónica, la gran parte de tus fracasos con el-), porque Verónica siempre te odio, no entendiste nunca porque, pero de algo estabas segura, tenía el propósito de hacerte la vida imposible, y por más que te hacías (y haces) la superada, no podes dejar de admitir que en tus días más vulnerables te hechas a llorar, porque ella siempre tiene que estar entre vos y Pedro, siempre tiene que lograr que ese odio que se va disminuyendo por él, vuelva y el triple, sabes que no es cien por ciento su culpa, sabes que Pedro es un estúpido mas, pero no podes (y queres) quitarle el crédito de no poder concluir las cosas con Pedro de buena manera.
Ayer fue uno de esos días en que más sensible y vulnerable estabas, y justo apareció el, coincidencia, destino, no sabes, no sabes hasta cuando vas a poder seguir manteniéndote en la postura rígida, la chica sin emociones ante el (aunque ayer eso se te fue un poco de las manos), no sabes cuánto más vas a aguantar que no se te escape una sonrisa soñadora, una mejilla roja, o unos ojos enamorados frente a él, ya no sabes si podes (y queres) seguir con esta farsa.
Y para eso la necesitabas a ella, a Zaira, y te mensajeo en el momento justo, la amabas por eso.
"En el momento indicado como siempre cachorra mía, venite ya" enviaste y te cambiaste para esperar a tu amiga.

***

-Pochita hermosa -dijo la morocha apenas abriste la puerta para recibirla-
-Hola cachorra -dijiste dejando un beso en su mejilla e invitándola a pasar-
-Momento indicado? -pregunto curiosa sentándose en la mesa del comedor-
-Sip -dijiste, te sentaste y ella comenzó a cebar el mate, mientras vos acomodabas las facturas en la mesa-
-Espera antes que todo perdoname que no pude venir ayer Pochi -dijo a penada, ella sabía que no era fácil para vos y quería estar para eso, pero no pudo-
-No importa cachorra, tenías que ir al almuerzo y tenías que pasar la tarde ahí con tu familia -dijiste segura, que este ahora era válido también-
-Ponele -dijo tomando un sorbo de mate- y decime ahora, porque momento indicado? Digo ya sé que me necesitas las veinticuatro horas del día, que soy indispensable para tu vida no -dijo graciosa, vos reíste- pero supongo que hay algo mas -concluyo y a sentiste-
-Ayer después de ir al cementerio, y luego de almorzar, espere un rato, intente dormir, pero no pude y fue al parque, quería llorar en paz y al aire libre, acá no podía -comenzaste con tu relato y Zaira asentía mientras tomaba o te pasaba mate-estuve un tiempo ahí escuchando músicas, llorando, con mis lentes, hasta que siento que alguien me toca el hombro -y pudiste notar como Zaira abría mayormente los ojos- era Pedro -seguiste y luego de varios minutos concluiste, Zaira no te interrumpió en ningún momento, solo te miraba expectante-
-Yo no sé porque te empecinas en ocultar lo que sentís Pochi -vos tampoco sabías- yo se que Pedro no ayudo en nada con tus sentimientos antes, pero ahora con lo que me contaste, lo de ayer, lo de hace días, si es como él dice, que simplemente hace el papel de engreído, que no lo es, tal vez ahora te está dando a conocer su lado bueno porque está interesado en que vos cambies tu forma de pensar sobre él, porque -hizo una pausa- le importas -y eso te hizo pensar, el no iba por ahí contándole a todos lo que te dijo a vos, tal vez era por algo, pero solo ese no era el problema-
-Puede ser -respondiste dudosa- pero también hay otro tema, y lo sabes -dijiste y la morocha asintió-
-Verónica -dijo ella, vos asentiste- esa es una bicha empecinada en joderte la vida -dijo ella- estoy segura que es ella la que se pega como chicle por Pedro, es ella la que no lo deja en paz, también se que él no hacía nada, pero desde hace como unas semanas no lo veo cerca de ella, bah, intercambiando saliva por lo menos ya no -siguió y reíste por el final-
-También me percate de eso -dijiste- pero no se Zai, mira si es toda una mentira, mira si quiere jugar conmigo -suspiraste-
-No lo veo tan psicópata para armar semejante cuento solo para hacerte sufrir -dijo ella, y era cierto, pero vos estabas intentando buscarle algún error a ello, lo que estaba pasando (de Pedro acercándose a vos) solo lo veías en tus mejores sueños-
-Si, bueno -dijiste pensando-
-Vamos Pochi, afloja -dijo ella sonriendo-
-Veremos -respondiste- y vos? Que tal las cosas con el chico ese? -preguntaste indiferente y graciosa, no lo soportabas, pero si hacía feliz a tu amiga, debías aceptarlo- 
-Hernán -te corrigió, vos revoleaste los ojos, ambas rieron- y todo bien, cada vez mejor -la veías con una enorme sonrisa, la veías enamorada-
-Me alegro amiga, sabes que mucho no me cae, pero si te hace feliz, para delante -dijiste y era todo cierto-
-Gracias Pocha, que vos me banques en esta significa mucho para mi -te dijo sincera-
-En esta y en todas -dijiste y se sonrieron-
-Capaz algún hagamos una cita doble -dijo guiñándote el ojo, vos te mordiste el labio sobrándola, sabías a que se refería, y ambas estallaron en risa-
Y así pasaron su tarde, hablando de todo tipo de cosas, divirtiéndose como solo ustedes sabían, hasta que a Zaira la llamaron para que vuelva a su casa, y entonces vos te volviste a quedar sola, decidiste distraerte con una película y así lo hiciste, de noche cenaste lo que tu mamá preparo, y más tarde te fuiste a dormir.

**

1 comentario: