viernes, 19 de abril de 2013

-29.


-Y? Qué paso allá a dentro? Por eso volviste así después de ir por el agua? -comenzó con las preguntas tu amiga, mientras caminaban por el barrio camino a sus casa, era de esperarse, si hasta la propuesta de Pedro y Hernán había rechazado (la de alcanzarlas a las mismas) cosa que agradeciste por dentro-
-Nada -era inútil pensar que Zaira se conformaría con esa respuesta, pero intentar no te costaba nada-
-Dale, habla -dijo como si no te creyera en lo mínimo, vos bufaste-
-Pedro -explicaste-
-Ya se eso, esta mas que obvio -la fulminaste con la mirada- que te dijo para que estuvieras así? Estabas hecha un tomate -siguió, como si no te hubieses dado cuenta-
-Justo cuando llegue estaba él en uno de los bancos terminando de tomar el agua, me saludo, y después me dijo que me veía linda así toda sudada, y yo me puse roja de vergüenza, entonces el siguió y me dijo que toda roja era aun más linda también, es un boludo -terminaste, habías dicho tu relato lo más acelerado posible-
-Apa -dijo riendo- está loco por vos y vos por el -siguió tu amiga-
-Mjm -fingiste restar importancia, aunque por dentro te preguntabas si era cierto lo primero, ya que lo ultimo lo tenias totalmente asumido-
-Mjm nada -y carcajeaste- admitilo, dale -te obligo-
-Lo ultimo sí, lo primero yo no lo sé -respondiste-
-Claro que lo sabes, pero bueno, no lo digas, ambas sabemos que si -tiraste tu cabeza hacia atrás mientras caminabas, para mirar el cielo, te encantaba hacer eso, y más ahora que se veían las estrellas-
-Ves alguna forma en alguna de las estrellas? -cambiaste de tema, no intencionalmente, ella imito tu posición y miro el cielo también, mientras seguían caminando-
-Allá -señalo y vos miraste- hay una línea vertical -y no pudiste evitar carcajear, era Zaira sin duda alguna la amabas-
-Tarada, decía una forma rara, que no se pueda ver a simple vista -dijiste riendo-
-Lo de tarada estuvo de mas -dijo riendo ella también- igual me cambiaste de tema en menos de un segundo -volviste a reír-
-Es que amo ver el cielo y más cuando las estrellas brillan en el -dijiste y pudiste escucharte lo tonta que sonaste- 
-Eso fue cursi -te dijo y reíste-
-Me di cuenta apenas termine de decirlo -respondiste-
-Pedro te pone cursi -siguió y la fulminaste con la mirada- amo molestarte –se confesó aunque ya lo sabías-
-Mas te vale que no hagas esas cosas en público -le advertiste-
-No te voy a dejar en evidencia frente a Pepe, Pochi -rió-
-Dije publico -la peleaste- 
-Y yo Pepe -te saco la lengua y vos también-
Siguieron hablando y riendo hasta llegar a tu casa, Zaira siguió hasta la suya (que no era tan lejos) y vos entraste a la tuya.

***

Viernes de mañana, después del rutinario jueves, en el que Pedro te "molesto" cada vez que pudo en el colegio, pero no esa molestia que te enfada, si no esa que te pone roja, y lo odiabas por hacer eso, porque hacía y hace que te dejes en evidencia cada vez más frente a él.

Ahora se encontraban en un especie de reunión con todos los compañeros de tu curso, para prever que harían hoy (ya que todos los viernes hacían fiestas, primero para disfrutar y segundo para recaudar plata para su viaje de engresados).
Y todos juntos decidieron que hoy no habría fiesta como la de siempre, si no que se reunirían en la casa de un compañero (la cual ya decidieron ya que el se ofreció) y ahí llevarían las comidas y bebidas para compartir entre todos, y hacer cosas que salgan en el momento, con música, y todo para pasar una divertida noche.
Cuando terminaron, con Zaira salieron al recreo, y fueron al kiosko, tenías hambre, y ella sed.
Te compraste una empanada de jamón y queso, y feliz te fuiste a sentar en un banco con Zaira al lado, para comerla.
Cuando terminaste le pediste a Zaira que te convide un poco de su coca-cola. Ambas sabían que eso no les ayudaba en su "dieta" pero se daban permitidos a seguido.
Y como era de esperarse, a lo lejos vieron a Pedro y Hernán acercarse a ustedes.
-Puedo? -pregunto Pedro mirándote haciendo referencia a sentarse en el lugar vacio que había a tu lado-
-Si -respondiste y miraste hacia tu otro costado que estaban Zaira y Hernán, besándose-
-No pierden el tiempo –dijo Pedro que al parecer estaba mirando como vos-
-Mjm –respondiste y metiste la coca-cola en tu boca para no tener que opinar más-
-Y… Como van esta noche? –dijo para todos, ya que Hernán y Zaira giraron hacia nosotros-
-No se –dijo Zaira-
-A mi todavía no me dan el auto, así que contigo hermano –dijo riendo y se suponía que vos tenías que hablar pero te quedaste mirando la nada, hasta que Zaira te toco el hombro-
-Eh, si? –dijiste volviendo a la “realidad”-
-Pepe preguntaba cómo nos íbamos a la casa de Juanjo –respondió Zaira (Juanjo es el compañero que presto la casa)-
-Ah, no se –dijiste-
-No quieren que vayamos por ustedes? –dijo Pedro, lo miraste y luego a Zaira, esperabas a que ella responda, y no precisamente que si-
-Claro que si –mierda, dijiste en tu mente y miraste a Zaira, ella te sonrió, lo hacía a propósito-
-Pau? –Pregunto Pedro-
-Bueno dale –terminaste accediendo fastidiada, no es que no querías que fuera por vos, si no que eso no debería pasar (según vos) porque mientras más cerca este él, mas te va poder, y más va poder lograr que tu burbuja termine por reventar-

Más tarde sonó el timbre que indicaba que el recreo había culminado, y muy a pesar de ustedes volvieron al curso.
Y al fin llegó el timbre de salida, juntaste tus cosas, y fuiste a fuera a esperar a Zaira, ella apareció segundos después pero no sola, con Hernán, y de tras venía Pedro, y pensabas si esto ya se les iba a hacer costumbre.
-Pochi vamos con ellos? –dijo Zaira llegando hasta vos-
-No Zaira –dijiste- se te va hacer costumbre –seguiste-
-Nosotros no tenemos problema Pau –dijo Pedro, siempre tan oportuno-
-Ya sé, pero se me hace que –hiciste una pausa, no sabías que decir, y estabas odiándola a tu amiga por ponerte en ese momento, suspiraste abatida- bueno, vamos –y Zaira te sonrió, pero vos no-
Te dejaron frente a tu casa, te despediste y abriste la puerta para entrar seguidamente, viste a  tu mamá en la cocina, quien te informó que serían solo ustedes dos en la mesa por hoy, ya que tu papá no podía salir del trabajo, almorzaron juntas y luego subiste a tu habitación, te duchaste y te acostaste en la cama, querías dormir un rato. 

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