lunes, 14 de enero de 2013

-4.


Ya cansada pronuncias un "¿qué querés?" Y este sonríe triunfante, idiota (decís en tus pensamientos).
-vas a seguir mirando como idiota o me vas a decir que querés? -volves a repetir, una vez más, cosa que odiabas hacer-
-que humor eh -dice el castaño sonriendo nuevamente, bufas resignada, sin dudas esperar el colectivo parada durante casi media hora te habían quitado las ganas (por ahora) de iniciar una discusión.
-que necesitas? -respondes ya un poco (bastante) relajada.
-em, yo solo te vi acá y nada, quería saber si querías que te acerque a tu casa -y a la par que dice esto se toca la sien, producto de su nerviosismo (vos lo sabías, ya que lo conocías a él, muy bien) entonces decidiste incomodarlo aún más.
-ah, sí? Para qué? -dijiste tranquila, el aún en el auto y vos aún para (vale destacar que mirabas de a ratos si el colectivo se asomaba, pero para tu mala suerte, no, no lo hacía).
-solo para ser amable -dijo este un tanto convencido, pero dudoso (a la vez).
-amable? -y comenzas a reír irónicamente, el te mira como para descifrarte, y como no puede se limita a decir cualquier cosa- dale, decime para que.
-ya te lo dije -te mira con seriedad, cosa que hace que te calmes un poco y vuelvas a hablar con "seriedad"-
-ok, sabes qué? -Preguntas-
-que? -pregunta ante tu silencio-
-acepto -el sonríe, y rápidamente retomas la palabra para bajarlo de esa sonrisa estúpida (según vos)- solo porque estoy cansada y parece ser que el colectivo nunca va llegar.
-genial, veni -dice y vos vas hasta el otro lado del acompañante, te destraba la puerta y vos la abrís, al entrar te sonríe, y vos (por ser vos) le sonreís irónica- hola -exclama sonriendo-
-hola -respondes sonriendo, ya no te quedaba de otra que bancártelo durante todo el camino (según vos)-
-todo bien? –te pregunta él, mirándote y luego volviendo a mirar su camino, vos lo miras confundida pero preferís responder, no eras como él, presumida (según vos)-
-si –dudosa- vos? –y aún no sabes porque seguiste la conversación, pero la seguiste-
-si, igual –viste su sonrisa de perfil, claro, porque estaba mirando su camino-
Y en ese preciso momento hubo un silencio, incomodo para vos, para él, pero vos no precisabas hablar, no lo ibas a hacer, no querías con él, no te agradaba (o eso lo hacías creer).
-me vas a decir porque te caigo tan mal? –largo él, mierda (dijiste en tu mente), no se olvido como creías que lo iba a hacer-
-suspiraste y el te miro, volvió a mirar su camino y proseguiste- la verdad? –preguntaste, ya no ibas a callar, era hora de que sepa su verdad (pensaste)-
-claro –respondió el-
-porque me pareces un engreído, superficial, que se la cree mil –lo miraste, te miro y sonreíste triunfante-
-de verdad? –Respondió incrédulo-
-si –dijiste firme en tu respuesta-
-wo –dijo sorprendido- no sabía que era todo eso.
-ahora lo sabes –respondiste y el quedo en silencio- la verdad duele, no? –dijiste, no te ibas a callar mas, era a todo o nada-
-no sé si sea la verdad –respondió él, y parecía nunca llegar a tu casa-
-me estás diciendo que…? –preguntaste, ya no lo entendías, no lo descifrabas-
-qué las apariencias engañan –respondió sincero-
-ese ya no es mi problema –dijiste, dura como vos sola-
-y si yo te digo como me pareces vos? –te retruco, mal eso esta muy mal (dijiste adentro tuyo)-
-decime, igual a mi no me importa lo que opinen de mi –respondiste-
-fría –tiro solo, y entendiste pero quisiste que lo especifique-
-fría qué? –preguntaste-
-fría me pareces –dijo mirándote-
-contigo y los que no conozco y no me caen –sonreíste-
-enrealidad te haces la fría –respondió-
-perdón? –dijiste y proseguiste- ahora sos psicólogo o qué? Qué derecho tenes a analizarme así? –no permitías que nadie haga eso, y menos el-
-el mismo que vos te lo diste para hacerlo conmigo –respondió, caradura (dijiste nuevamente en tu mente)-
-a bue –bufaste- cuantas vueltas más vas a dar para dejarme en mi casa?
-las que sea suficiente para lograr entenderte –respondió y ya te comenzabas a alterar-
-no sos nadie para entenderme, llévame ya a mi casa o me bajo acá –dijiste firme, ya no querías jugar-
-bueno, estamos por llegar, no te pongas así –dijo tranquilo, y lo que mas odiabas era que no te sigan el tono de voz al “discutir”-
-me pongo como quiero –siempre a la defensiva vos-
-podemos llevarnos bien? –pregunto-
-no –dijiste fuerte-
-bue, y después me decis engreído a mi –dijo y lo fusilaste con la mirada-
-yo jamás sería como vos, cuando alguien no me cae no soy falsa y le miento –dijiste sincera y un poco alterada-
-las apariencias engañan, ya te dije –respondió y aún no entendías-
-no te entiendo y no preciso entenderte –dijiste, en verdad mentiste, porque a pesar de todo, querías entender lo que te decía-
-aunque no precises te lo digo, que lo que muestro ante la gente que no conozco, o que no confío no es quien soy en verdad –respondió sincero, pero igual no iba a cambiar tu pensamiento, lo tenías desde hace años, y nunca nadie pudo cambiarlo, menos el (pensabas)-
-peor aún, sos falso –dijiste, tratabas de hacerte lo mas dura posible- y eso es lo peor que podes hacer –respiraste y volviste a seguir- igual, no te creo, bastante bien te sale tu papel de engreído.
-sos brava eh –dijo riendo- si, capas lo soy, admito mi error, pero no hay vuelta atrás –dijo como si nada-
-bien, sigamos así, dos completos desconocidos, genial –dijiste casi normal-
-por ahora –dijo el-
-conmigo no –respondiste-
-contigo no qué? –pregunto-
-no soy, ni voy a ser una de las boludas que cae a tus pies, olvidate si crees eso –respondiste segura-
-igual no quiero que seas una de esas –respondió y vos te dijiste adentro tuyo “que idiota”-
-mejor, porque yo tampoco –lo miraste y sonreíste irónica-
-quiero que seas más que eso –respondió y vos carcajeaste-
-soña –dijiste-
-los sueños, algunos se hacen realidad –respondió y volviste a reír, de las estupideces que decía, obvio-
-para poeta trucho, y acelera tortuga, que ya me aburrí –dijiste-
-algo más soy para vos? –respondió-
-si, mucho más, y nada bueno –dijiste sonriendo-
-que pena –respondió-
-vos solito lograste eso, ahora jodete –dijiste-
-si bueno, igual sigo sin entender tanto odio –respondió-
-simplemente odio a los engreídos, nenes de mami,  que se creen superiores que otros, no me causan nada lindo, simplemente ganas de darle una cachetada que no se olviden en la vida –dijiste sonriendo irónica, obvio-
-a bue, me espera una de esas cachetadas? –preguntó-
-no se, cuando me derramaste esa bebida alcohólica en mi vestido casi te ligas una –dijiste-
-ah, bueno, voy a tratar de no hacerte enojar mucho –dijo él-
-simplemente con tu existencia lo haces –dijiste y carcajeaste, eras tan mala (te decías en la mente)-
-ese ya es un grave problema  -suspiro- pero todo problema tiene solución.
-a mi no me versees –dijiste- odio a los engreídos, vos sos uno de ellos, odio que hagan llorar a las chicas por simplemente jugar con ellas, vos sos uno de ellos, odio que a los que miran con despreció por ser mas, o por creerse más, y vos sos uno de ellos, y puedo seguir eh, pero no tengo ganas –suspiro- no tiene solución tu problema –terminaste-
-mas sincera, imposible –dijo-
-te cerré la boca –dijiste victoriosa-
-tal vez si, nunca nadie me había dicho la verdad tan crudamente –respondió-
-ya era hora –dijiste y proseguiste- igual no sirve de nada, porque no vas a cambiar.
-tal vez si, lo pensaré  -dijo-
-genial –y este paro, ya habían llegado a tu casa- al fin –suspiraste-
-tanto mal te causo? –sonrío-
-no sabes –dijiste graciosa- igual tengo que agradecerte lamentablemente por traerme –terminaste-
-de nada? –pregunto gracioso también-
-ponele –dijiste y bajaste del auto- chau –y cerraste la puerta-
-chau linda –grito cuando ya estabas del otro lado, sonreíste sin que el se de cuenta y no le diste importancia- 


**

2 comentarios: