Para ser exactos eran las cinco de la madrugada, y tu amiga (Zaira)
taladrándote la cabeza para que cuentes lo sucedido con Pedro (porque te vio
salir con él) mientras viajaban regreso a su casa en el auto de su padre.
-Zaira, tengo un dolor de cabeza terrible y vos gritándome –te
quejaste, pero a esta no le importo-
-Dale, conta, yo siempre cuento –la miraste y frunciste seño- la
mayoría –se corrigió-
-Que queres saber? –Dijiste, te gano de cansancio-
-Que te dijo, que le dijiste, todo básicamente –rió-
-Solo porque aún falta llegar y cuando eso pase quiero ir y solo
dormir –explicaste y suspiraste- me saco a bailar de la nada, yo estaba
bailando con un chico y este así nomás lo rajo –la miraste a tu amiga y
seguiste- primero fue toda una pelea, pero termine aceptando solo una canción,
justo pasaban los lentos, y bueno, termino la canción y anticipe que lo
soltaría, cuando me estaba por ir, me pide ir a hablar afuera un rato, dije que
si, porque prefería eso a que me joda el resto de la noche –pausaste para
tomar aire ya que estabas hablando rápido (muy)- fuimos afuera y en síntesis me
“explico” –dijiste haciendo comillas en la última palabra- que él no era
verdaderamente así, como ya sabes que yo pienso –explicaste- que solo lo hace
como un juego, que con las personas que a él le importa es otro, yo le dije que
lo entiendo pero que la realidad es que igual está mal y bla bla bla –dijiste
harta- en fin, al parecer esta aunque sea un poco arrepentido y al parecer
también va cambiar, y hoy me invito a tomar un café, acepte no se ni porque, ah
y lo último ya no está con la bicha –terminaste “agotada”-
-cargadito cargadito –dijo tu amiga graciosa- igual no estoy
sorprendida –frunciste el seño, no estabas entendiendo a donde quería llegar tu
amiga- y si, altas ganas se tienen –dijo tu amiga y y vos te hiciste la
desinteresada, aunque sabías que en el fondo, tal vez (solo tal vez) podría
llegar a ser cierto-
-soñá –carcajeaste irónica- de parte mía por lo menos, no –trataste de
sonar convincente-
-si claro –dijo también irónica la morocha- ya veremos Pochita, ya
veremos –suspiraste- hoy salen?
-si lo queres llamar así, si, hoy “salimos” –dijiste haciendo comillas
en la última palabra-
-a ver con que historia me venis después –dijo tu amiga riendo-
-lo máximo que puede llegar a suceder es tener una merienda en paz, si
peleas –sonreíste sobrándola- nada mas.
-ponele –dijo esta y al fin se encontraban llegando a la casa de la
misma-
-al fin –dijiste viendo la enrome cama de tu amiga y tirando encima de
ella-
-haciendo lugarsito que va Zairita –dijo la morocha graciosa, te
corriste un poco y esta hizo lo mismo que vos anteriormente-
17hs
exactas y vos te encontrabas en la cafetería donde te había citado Pedro la
noche anterior, eras muy puntual, así que creíste que el llegaría un poco
después, pero no, herraste, el estaba ahí en uno de los asientos, te miro,
sonrió y vos solo fuiste junto a él y te sentaste enfrente.
-hola
–dijo este sonriendo, mirándote fijo a los ojos, (admitías que eso te ponía un
poco incomoda)-
-hola
–respondiste haciendo una media sonrisa, y viste como con su mano llamó al
mozo, este vino de inmediato-
Pidieron
lo que iban a merendar, dos tazas de café y una variedad de facturas (como te
gusta a vos), ahí los dos mirándose mientras esperaban que llegue el mozo de
nuevo, ninguno hablaba y es te ponía nerviosa.
-podes
hablar? –Preguntaste tranquila, pero con un poco de mal humor (sos vos)-
-estaba
pensando en que pregunta hacer –sonrió-
-ya
sabes? –dijiste-
-no
–dijo sincero suspirando- es que quiero ser lo más cauteloso posible para que
no te enojes y vayas –dijo este y te causo gracia (por dentro)-
-haces
muy bien, ya la viniste cagando mucho –retrucaste-
-lo
admito –dijo este mirándote… ¿tiernamente?-
-buen
paso –dijiste sonriendo-
-ayúdame
un poco che, que te pregunto? –dijo este gracioso y ahí si no pudiste evitar
carcajear-
-sos
un boludo –dijiste sincera riéndote-
-eu,
sin insultos –dijo este gracioso-
-imposible
–dijiste sonriendo triunfante-
-ya
se… ¿un ping pong? –pregunto este-
-¿querés
jugar ping pong? –dijiste graciosa y este rió-
-n,
digo, ping pong de preguntas –volvió a repetir-
-ya
sabía eh –dijiste obvia- comenzó –hiciste una pausa- pero nada de preguntas
familiares –advertiste, no querías recordar esos momentos ahora, y menos con
él-
-¿por?
–pregunto-
-no
entendiste Pedro? Nada de preguntas familiares –volviste a repetir
pausadamente-
-ok
ok, comencemos entonces –dijo quedándose callado esperando a que vos hables-
-comenzá
vos nene –dijiste y el asintió riendo-
**
No hay comentarios:
Publicar un comentario