martes, 5 de febrero de 2013

-14.


 -no me vas a dejar nunca en paz si te digo que no, cierto? -preguntaste, querías seguir en tu papel de "no me caes" aunque para serte sincera a vos misma, ese rol ya lo habías dejado atrás desde que pudiste sentir sus manos en tu cintura-
-no -dijo este sonriendo como un niño con dulce-
-bueno, prefiero eso a que me estés taladrando la cabeza, vamos -dijiste y este te paso la mano para que la agarres pero no lo hiciste-
-afloja un poco -dijo este, lo notabas sincero (muy) y eso un poco de temor te daba (o lo que te podría llegar a decir)-
-afloje bastante -dijiste, bien, punto a tu favor-
-tenes razón, bueno, seguime entonces -dijo este comenzando a caminar-

Apoyada de espaldas en aquella no tan alta muralla de piedras que había en esa especie de jardín con los codos sobre ellas y el casi de la misma manera pero de frente a la misma, un silencio de unos cinco minutos más o menos se hizo, hasta que decidiste romperlo, era muy incomodo.
-supongo que no me trajiste acá para quedarte mirando la fuente, no? -preguntaste, este miro y luego volvió a mirar hacia la fuente-
-estaba esperando a que hablaras vos -dijo este tranquilo-
-yo? Por qué? vos me dijiste que ibas a hablar, eh -respondiste-
-porque sos vos la que tenes una idea en la cabeza de mi que no es cierta -estaban hablando "civilizadamente" era un buen punto de partida-
-no la tengo yo sola eh, es la que vos das, no me culpes a mí de eso -dijiste, y tenías la total y pura razón-
-no te culpe de nada -respondió este-
-bueno, y? –preguntaste de nuevo-
-la verdad -suspiro- no sé -rasco su cien- todo comenzó con un juego con Hernán, y no sé, me volví así, aunque  verdaderamente no  lo soy -y parece ser que estaba arrepentido de alguna manera- pero solo soy así de egocéntrico, engreído y todo lo que decís con la gente que no conozco ni me gustaría conocer del todo, que no me agrada -volvió a suspirar, vos callabas, querías tratar de descifrarlo- pero en familia, o con mis amigos de la infancia soy totalmente otro -esta vez callo y dio paso a que hables-
-por primera vez desde que te escucho te noto sincero -hiciste una pausa para encontrar las palabras adecuadas- no soy tonta y entiendo lo que me decís, pero eso no quita la realidad, y la realidad es que por más que con la gente que querés no sos así, lo sos con los demás y los demás tambien son personas, las chicas tambien, y vos jugas con ellas –tomaste aire- digas lo que digas, ese pensamiento en mí no va cambiar -pausaste de nuevo- y sinceramente no se qué hago acá escuchándote ni que haces vos contándome, no sé como llegue a esto -y el te estuvo mirando todo el tiempo, prestando la mas total atención-
-entiendo lo que decís, pero por que tanto odio? Desde hace como un año estas así, como defensora si se podría decir, yo fui así desde que entre acá y ya van pasando cinco años -dijo este, y si supiera porque cambiaste tan repentinamente- y te respondo lo ultimo -dijo este volviendo a retomar la palabra- te lo estoy contando porque definitivamente me importa que lo sepas -termino- 
-estamos hablando de vos, no de mi, a mi no me interesa contarte nada, solo te puedo decir que me enseñaron a abrir los ojos, y ver la realidad, no ese mundo de fantasías que nos hacen soñar, o que nosotros mismo creemos tener,  que la plata no lo es todo,  que los sentimientos y seres queridos valen más, no esperes perder algo verdaderamente importante para darte cuenta -terminaste-
-tenes razón, en todo -suspiro- es que soy un pendejo, eso pasa -callo- pero -hizo una pausa- todo se aprende, no? -vos asentiste, mientras te dabas cuenta de la situación y no caías de estar hablando tranquilamente con él-
-uno aprende si pone de si -dijiste-
-lo hare -dijo y lo notaste verdadero- ahora -hizo una pausa- comenzamos de nuevo? -sonrió y no entendiste- 
-eh? -fue lo único que lograste responder-
-claro -hizo una pausa- Pedro Alfonso -te paso su mano- el nuevo Pedro Alfonso -remarco-
-no te creo nada, mañana ya estas como siempre –dijiste, como siempre vos la dura- pero ponele que si sea cierto -hiciste una pausa- Paula, Paula Chaves -estrechaste su mano y ambos rieron- 
-para conocernos mejor señorita, aceptaría tomar una taza de café conmigo mañana de tarde -dijo este gracioso-
-volves a hablar así y lo único que vas a conseguir es una piña -reíste- ponele que si, donde? -preguntaste-
-a las 17:30, te paso a buscar dale?
-no, decime la dirección y listo -dijiste-
-ok te la paso por mensaje -dijo sonriéndote, pensaba que ya le ibas a dar tu numero? No, serias aun dura-
-no te voy a dar mi numero -dijiste- decime y anoto en la agenda del celular -y eso hizo- pero para -el te miro- me estoy metiendo en un lio grande, vos estas con esa -dijiste "sin" nombrarla-
-no lo estoy -respondió-
-yo no me ando chapando con gente que "no estoy" -dijiste obvia-
-si estábamos no importa, ahora ya no -dijo este y entendiste-
-bueno, solo por esta vez -dijiste sonando convincente-
-la primera cita -dijo este gracioso, para hacerte enojar (lo notabas en la cara)-
-ni lo sueñes nene -dijiste-
-ojo porque -lo interrumpiste-
-si, ya se, los sueños se pueden cumplir y bla bla bla -terminaste y el rió, risa que te contagio-
-ojo que siento que mis sueños son los más probables de lograrse -rió-
-si, dale –hiciste una pausa- ahora te dejo, mucho tiempo ya con vos -dijiste-
-que agresiva, fueron menos de una hora -respondió-
-por eso -mentiste, en realidad era porque querías seguir ahí, pero tu consiente (o ya no sabes que) te decía que basta, que no podías compartir más de lo necesario con el-
-bue –suspiro- hasta mañana?
-ponele –dijiste y te fuiste-


**

4 comentarios: