lunes, 15 de abril de 2013

-27.


Luego de ducharse, y ponerse cómodas, vos cebabas el mate mientras que hablaban con tu mejor amiga. Ya hacía casi una hora que estaban así, y no se aburrían, con el plato de facturas en medio, ya casi vacío, y el mate ya a punto de acabarse ustedes riendo ante el chiste de Zaira, siempre oportuna ella con sus ocurrencias.
-Como te quiero cachorra -dijiste sincera, sin ella no sabías que harías, eran tan opuestas e iguales a la vez-
-Yo también Pochi, lamento tener que irme -dijo parándose, ya que su mama la había llamado de nuevo- es tan molesta a veces -dijo refiriéndose a su mama-
-Tranquila amiga, seguro te necesita -dijiste y te miro obvia, su mama solo lo hacía para molestarla, porque no quería que estuviese sola hasta tarde fuera de su casa-
-Ponele -finalizo y se pararon caminando hasta la puerta-
-Nos vemos mañana amiga -le dijiste abriendo la puerta-
-Estate segura -dijo graciosa y ambas rieron-
-Dale anda loca -dijiste fingiendo que la echabas-
-Me herís -se puso una mano en el pecho simulando estar ofendida y vos reíste-
-Nos vemos mañana querida amiga y ahora ve que tu madre te espera y si llegas tarde te regañara -dijiste graciosa y exageradamente amable-
-Anda forra -siguió tu amiga y ambas se echaron a reír-
-Enserio anda que después la culpa me la echa tu mama a mi -dijiste graciosa-
-Chau Pocha -se despidieron, ella se fue y vos cerraste la puerta-
Justo cuando estabas por subir sentís que la puerta que acababas de cerrar volvía a abrirse, miraste y eran tus padres, sonreíste porque no los habías visto desde la mañana, a tu mama si, una rato antes de salir al parque, ya que tuvo que acompañar a tu papa a un almuerzo de trabajo. 
Tuviste la necesidad de abrazarlos y tímida te acercaste a ellos, tu mama se adelanto a vos y te abrazo.
-Hola ma -dijiste luego de abrazarla y tu papa hizo lo mismo (cosa que te pareció extraña, pero te encantaba)- hola pa -seguiste-
-Hola hija -dijo tu mama- como fue tu día? 
-Cargadito -dijiste graciosa y ella rió, también tu papa- el de ustedes? 
-Igual, mas el de tu papa -lo miro y el asintió-
-Me están por volver loco -dijo gracioso y vos reíste- 
-Perdón por no haber podido ir hoy -dijiste con un poco de pena en tu voz-
-Tranquila hija, no podías por el colegio, otra vez será -y le sonreíste-
-Que quieren cenar? -pregunto alegre tu mama-
-Pizzas -dijeron a unísono y sonriendo con tu papa-
-Pizzas serán -dijo ella, al fin estabas volviendo a retomar la hermosa relación que tenias con tus padres hace unos meses- voy a dejar estas cosas, y comienzo -siguió-
-Te ayudo ma? -preguntase y rogabas porque te diga que si-
-Eso era lo que quería escuchar -dijo ella y la abrazaste-
-Bueno mientras mis mujeres -sonreíste enorme al escuchar esa palabra, hacía mucho que no lo decía- preparan la rica pizza yo me doy el atrevimiento de irme a duchar -dijo gracioso y sonó mas como pregunta mirando a mi mama-
-Anda amor -dijo ella dulce, amabas como se amaban ellos (valga la redundancia)-
-Bajo enseguida -dijo y subió-
-Manos a la obra? -pregunto mi mamá-
-Manos a la obra! -afirme y fuimos hasta la cocina-
Amabas estos momentos con tu mama, cocinar con ella era todo un placer para vos, siempre que lo hacías ella te explicaba todo, y te decía su típica frase "espero que cuando seas grande y tengas un novio, le cocines, el te diga que le encanto la comida, y vos le digas que todo lo que sabes es gracias a tu mama" que te hacía reír y bastante. Volvieron a entrar en confianza y ella no aguanto la curiosidad y te pregunto si había algún chico por ahí, vos negaste rotundamente (Pedro no contaba en este tema, no aún), ella te creyó como siempre y cambiaron de tema mientras terminaban las pizzas.
Media hora después, las pizzas en la mesa, tu mama de un lado de la punta, tu papa del otro (que había bajado minutos atrás) y vos en el medio, sirviéndose para comenzar a cenar.
Miles de halagos de parte de tu papa para ambas, de verdad la pizza había quedado exquisita, no existía igual que la masa cacera como la de tu madre.
Terminaron entre risas, y todos juntos ayudaron con los cubiertos sucios, cuando estaba todo limpio luego de despedirte de ellos subiste a tu habitación bostezando, había sido un largo día, eran casi las once, te duchaste, luego de salir te pusiste tu piyama y te acostaste a dormir.

Tu mañana del día siguiente fue casi como la del Lunes, excepto que cuando llegaste al colegio, luego del desayuno con tus padres, primero te encontraste con Pedro, quien te saludo como si nada, y hasta le dio tiempo de preguntarte como estabas, y para tu salvación después de responder llego Zaira, y detrás Hernán, siguieron hablando, pero no mucho ya que había sonado el timbre de entrada.
En el recreo esta mañana saliste con Zaira, preferías eso a arriesgarte a que Pedro vuelva a hacer lo de ayer. Los ojos de Pedro parecían tener un imán con los tuyos, ninguno dejaba de mirarse, aunque vos eras la que más lo disimulabas. 
Salida al fin, cuando creíste que implemente se iban a despedir de Pedro y Hernán y ya iban a ir para sus casas, ellos la sorprendieron preguntándoles si querían que las acerquen a sus casas. Y como era de esperarse Zaira acepto y vos detrás de ella, no tenias ganas de alcanzar el colectivo para serte sincera a vos misma. 
Y nuevamente Zaira y Hernán hablando muy animadamente y Pedro y vos callados.
Y así fue hasta dejarlas en sus casas, todos vivían en el mismo barrio privado, y según Zaira te había dicho, Pedro y Hernán eran vecinos.
Saludaste a tu mama que estaba en la cocina terminando de poner la mesa, y lo viste a tu papa bajando las escaleras, también lo saludaste y se sentaron a almorzar.
Cuando ya estabas en tu habitación apenas salida del baño, de darte una ducha como todos los días después de comer, escuchaste el timbre sonar, supusiste que tus papas dormían y bajaste vos.
Preguntaste quien era pero nadie respondió, entonces abriste la puerta y enorme fue tu sorpresa al verlo a él (Pedro) de tras de ella.

-Una salida amistosa al cine? -se anticipo a vos y pregunto- sin rencores? -siguió y por dentro morías de amor, pero por fuera no sabias como reaccionar, que decir-
-Emmm -fue lo primero que lograste balbucear- 
-Dale -y te hizo una cara que te pudo y mucho-
-Bueno? -dijiste dudosa, el rió-
-Lo tomo como un sí, te espero en el auto -señalo y vos asentiste con la cabeza-
-Ya vuelvo -fue lo último que dijiste, el se fue hacia el auto y vos cerraste la puerta, te apoyaste en ella y largaste un suspiro, acto seguido subiste corriendo las escaleras, te vestiste lo más rápido posible (y aunque querías negarlo, te pusiste linda para él) antes de bajar fuiste a avisarle a tu mama, lamentándote despertarla, ella entre dormida te dijo que no tardes mucho y te dio el dinero, acto seguido bajaste, y antes de abrir la puerta respiraste pausadamente de nuevo, tomando más que nada las fuerzas suficientes como crear de nuevo la burbuja indiferente cuando estabas con Pedro, aunque sabías que tan fácil no te iba a resultar-
Caminaste hasta su auto, el estaba recostado contra la parte delantera del mismo, luego de gesticular un "vamos?" Como pregunta, vos asentiste, el te abrió la puerta del auto, y cuando entraste la cerro y subió de su lado.
Ninguno emitió palabra durante el camino, iban con música fuerte, que puso él y a vos te gusto, hasta llegar al shopping.

Llegaron, y fueron hasta donde se encontraban las carteleras del cine, veías a Pedro mirar muy animadamente dos de las carteleras de películas, en específico dos películas de terror, como decidiéndose por una, y rogabas porque no sea nada más que un pensamiento, y elija una de comedia o acción.
-Te parece si vemos una peli de terror? –llego hasta vos y por dentro lo maldijiste, te aterraban (sabías que esa era la idea, pero a vos era en exceso, eras capaz de gritar y muy fuerte si veías algo sumamente desagradable) pero ante él no ibas a mostrar tu temor, te ibas a ser la valiente, la que no le teme a nada, la que puede con todo, y asentiste firme- bueno yo compro las entradas, vos pedís los pochoclos, dale? –pregunto y volviste a asentir-
-Dale –dijiste y ambos comenzaron con lo propuesto por Pedro segundos antes-
Con la caja grande de pochoclos en mano,  dos vasos de coca-cola en la mesa, y unos cuantos dulces también (porque ya no te cabían en la mano, ibas a esperar a Pedro para entrar) lo viste acercarse a vos, al parecer la fila donde sacaban las entradas estaba más larga.
-Ahora si –dijo sonriendo- te ayudo? –pregunto gracioso y lo miraste obvia- ok ok –volvió a reír, tomo los vasos de coca-cola y dulces y fueron yendo hasta la sala- tantos dulces te vas a comer? –Estaba muy gracioso-
-Sí, algún problema? –Respondiste a la defensiva-
-Para loquita, era un chiste –estaba de muy buen humor y eso te ponía entre bien y furiosa por sus chistes-
-Ponele –dijiste y simulaste una sonrisa-

Se acomodaron en los asientos uno al lado del otro, y vos de acelerada y nerviosa comenzaste a comer los pochoclos, luego recapacitaste y los dejaste, no te los ibas a terminar antes de que comience la película.
La película comenzó minutos después, la veías muy interesada, y sentías la mirada de Pedro de a ratos sobre vos, y eso hacía que tomes aún más valor para parecer lo más normal posible.
Y la película cada vez se ponía mas horrorosa, vos tratabas de no mirar, y justo cuando creíste que paso lo peor, te pegaste el susto de la vida, en la película la víctima gritaba enormemente, y eso era lo que más te asusto, cosa que provoco que te quieras tapar los ojos inmediatamente, pero como tenías las manos ocupadas te escondiste sin querer en el cuello de Pedro, sentiste sus brazos moverse y justo cuando se iba a colocar en tus hombros, te incorporaste y le diste una palmada a la mano. 
-Ni se te ocurra –dijiste entre graciosa y seria el comenzó a reír- 
-Cuando te digo loquita es porque lo sos eh –volvió a reír, lo fulminaste con la mirada, y  dirigiste tu mirada a la película, querías que se acabe y ya- 

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