lunes, 25 de agosto de 2014

-46. (regreso)

Dos días antes de las vacaciones de invierno decidí que iría a la casa de mis abuelos, serían tres largas semanas y no se me cruzo por la cabeza otro lugar mejor como para descansar mi mente o huir se burlaba mi propia conciencia, si, tal vez esa era parte de la decisión de ir con ellos, pero también porque necesitaba aclarar mi mente, entender lo que paso, entenderme a mí, para luego al volver estar más tranquila y poder hablar con Pedro, cosa que no pude hacer el resto de la semana, después del lunes que le pedí por favor que me dejara en paz. Él lo hizo, en cierta forma, no intento volver a hablarme ese día, a la mañana siguiente se acercó a Zaira mientras no estaba con ella para preguntarle como estaba, Zai no pudiendo medir su temperamento le dijo que no era de su importancia, en estos casos era como una mamá osa, y no la culpaba yo fui exactamente igual (incluso peor) cuando Hernán había hecho algo estúpido también.
El miércoles Pedro volvió a preguntar lo mismo a Zaira, ella no respondió.
El jueves sucedió lo mismo.
El viernes insistió nuevamente y Zai para premiar su perseverancia (palabras de ella, no mías) le había respondido que si estar bien era respirar y comer entonces sí, estaba bien. Él se limitó a asentir.
En todos esos días yo seguí una nueva rutina, levantarme, desayunar, ir al colegio, tratar de ignorar las especulaciones sobre aquel día, tratar de ignorar las miradas de Pedro y a la vez no tentarme a mirarlo, volver a casa, ver tele, leer, dormir, y pasar tiempo con Zaira, que no me dejo en ningún momento (mientras podía), decidí que me iba a dar esa semana para estar así, deprimida, pero que después seguiría con mi vida normal, porque esto no era ni la séptima parte del dolor que sentí cuando mi hermano murió, y si pude seguir después de eso, definitivamente podía seguir después de esto.
Por eso ese viernes decidí ir a pasar las vacaciones con mis abuelos, porque necesitaba salir de esa rutina depresiva, necesitaba los pies en la tierra, y nada mejor que la casa de mi niñez para eso.
El sábado cuando mis papás se fueron después de traerme y quedarse para que almorcemos todos juntos, les dije a mis abuelos que iría al parque que estaba solo a cuadras de la casa, agarre uno de los libros que traje, mi celular y auriculares, y encaminé al parque que me traía hermosos recuerdos y mucha paz, lleno de árboles y flores, con lugares escondidos en los cuales podías sentarte por horas sin que nadie te notara ni molestara.
Fui a donde siempre iba cuando me daba una rabieta y me enojaba con mis papás, y me tumbe, puse música y abrí mi libro, logre leer cerca de 50 páginas antes de que mis pensamientos me ganaran y comenzara a pensar en él.
En ese momento parecían años de aquel día en que me derramó el fernet encima y luego me pidió bailar. Me acuerdo que era tan cerrada todavía para entonces, que todavía seguía creyéndome mi propia mentira, que mi desagrado hacia él era más grande que ese enamoramiento que siempre estuvo. Me acuerdo como desde ese día comenzó a abrirse paso en mi vida hasta que logró entrar por completo.
Como peleábamos tanto, más porque él me sacaba de mis casillas a propósito, pero luego habría sonrisas secretas (de mi parte, él siempre sonreía abiertamente.)
Me acuerdo del día que rompió por completo todos los muros que había armado, cuando me besó luego de cantar en el karaoke esa canción que nos definía tan bien.
Me acuerdo como al día siguiente cuando yo no sabía qué hacer y estaba volviéndome loca con mis pensamientos el simplemente vino a mi casa, me besó, calmó todas mis inseguridades y me prometió que nunca haría algo para lastimarme y tampoco dejaría que yo lo lastimara a él. Obviamente ninguno sabía lo que prometía, porque queríamos tanto estar así, juntos, que las promesas tuvieron sentido entonces.
Recordé cuando me pidió ser su novia, cuando me enseñaba a cantar, cuando nos dijimos te amo por primera vez, cuando estuvimos juntos por primera vez, nuestro primer mes de novios… Todo parecía que fue hace tanto pero en realidad fue hace tan poco.
Quiero más cosas que recordar, quiero más aventuras con él, ya lo perdone pero no sé si voy a ser capaz de confiar otra vez, no solo en él sino en mí, y en que si pasara algo así de nuevo más adelante, cuando tenga aún más sentimientos por él, no me rompería por completo.

**

He aquí un día volví... No se si retomarán la novela, pero me siento en la obligación de subir igual... Tal vez a alguien le de ganas. Siento haber dejado de escribir pero no sabía como seguir, y bueno no lo hice. 
Pero hace unos días vengo queriendo terminar algo (esta novela por lo menos) y entonces me puse a re leer y de repente zaz me llego la inspiración de nuevo así que acá traigo varios capítulos, el final (después del último capítulo que voy a subir hoy) está cerca, pero decidí subir estos ahora para... No sé para que pero en fin... Adiós, no me odien tanto, y sigan leyendo que leer es lo más lindo del mundoooo.

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