miércoles, 18 de febrero de 2015

-83.

El sábado desperté con un camino de besos siendo dejados por todo mi rostro, sonreí con los ojos aún cerrados amando la sensación de los labios de Pedro en mi piel.

Era la primera vez desde el accidente que me despertaba y no esperaba a que yo me despierte sola, sonreí aun más por eso.

Aunque no estaba encima mío como hubiese querido, se encontraba a un costado mío inclinado hacia el frente, para no lastimarme supongo, aunque estaba segura que el que se pusiera encima no haría nada de malo, pero como era Pedro sabía que no haría caso a lo que dijera, terminaría haciendo lo que quería igual.

—No vas a abrir los ojos para mi, preciosa? —habló en mi oído, yo negué con la cabeza— por favor?

Y eso fue todo, esas palabras y el tono en que lo dijo me tuvieron y abrí los ojos, encontrandome con el café de los suyos.

—Ahí están —dijo y colocó su mano en mi mejilla para luego acariciar la zona abajo de mis ojos.

—Buen día —dije sonríendo un poco.

—Lo es —dijo él sonriendo dulcemente y luego inclinándose a besar mis labios.

—Qué hora es? —quise saber, últimamente dormía hasta muy tarde.

—Pasada las once.

—A qué se debe que me despertaste? —pregunté.

Él se encogió de hombros.

—Tenía ganas de ver tus ojos.

Me mordí el labio tratando inútilmente de esconder mi estúpida sonrisa y luego agarré su nuca llevando sus labios a los míos.

—Te amo.

Él sonrío achinando un poco los ojos y se inclino para besarme de nuevo.

—Yo te amo a vos, preciosa.

Como nunca me cansaría de esos labios lo atraje hacia mi de nuevo.

—Quiero cocinar.

Sí, salió un poco de la nada pero la verdad era que quería hacerlo, al menos intentar, si iba a estar así por un tiempo tenía que aprender a convivir con ello y tenía que comenzar por acostumbrarme.

Él me miro, sonrió y asintió con la cabeza.

Se levantó y luego me dejó en la silla de ruedas.

Una vez que me limpié  la cara e hice mis necesidades fuimos hasta la cocina.

—Qué vamos a cocinar? —preguntó Pedro mientras yo pensaba.

—Tengo ganas de comer ñoquis.

Él asintió con la cabeza.

—Ñoquis serán.

La mesada de la cocina no era muy alta pero tampoco lo suficientemente baja como para que yo estuviera del todo cómoda.

Pero me las arreglé para cortar las verduras, Pedro se encontraba siempre a mi lado, facilitándome algunas cosas.

Para el momento en que tenía que poner todo a cocinar fue cuando comencé a frustrarme, cuando vertí las cebollas algunas se esparcieron más allá del recipiente por lo que Pedro virtió el resto de las verduras y prácticamente se encargó de todo el resto.

—No le vas a poner ningún  condimento? —preguntó él una vez que puso todo, yo le sonreí un poco forzado agradeciendo su intento de hacerme sentir mejor.

Agarre algunos condimentos e hice lo que me dijo y luego me aparte.

—Listo —sonreí.

Él negó con la cabeza y se arrodillo frente a mi.

—Lo hiciste bien preciosa, no te pongas mal y pensa en que mañana podemos hacerlo mejor —él guiño el ojo y yo reí un poco asintiendo, acarició mi mejilla y volvió a hablar— después de comer vamos al jardín, queres?

Yo asentí sonriendo realmente.

—Sí quiero.

Él se inclino y presionó sus labios en mi frente.

Cuando todo estuvo listo nos sentamos y almorzamos mientras él decía algunos de sus tontos chistes que siempre me hacían reír.

Más tarde nos preparamos y fuimos camino hacia nuestro lugar.

Como el camino a pie que hacíamos no era lo suficientemente estable como para una silla de ruedas, Pedro me cargó hasta el jardín después de que me quejara un poco.

Cuando llegamos me bajo cuidadosamente en el césped y se sentó a mi lado.

Estuvimos en silencio un rato, ambos mirando hacia el cielo hasta que sentí sus ojos en mí y lo mire de vuelta.

Y nos quedamos así, mirandonos, sonriendo levemente mientras mi corazón se hinchaba, una vez leí que hay silencios que te hacen sentir en las nubes, este era uno de ellos.

—Sabes algo? —dije suavemente rompiendo el silecio.

—Qué?

—Cuando estoy contigo todo es mejor.

Él sonrío enorme y se inclino agarrando mi nuca con ambas manos, besándome, haciendome suspirar mientras el dejaba escapar un suspiro también.

—No sé como es posible, pero cada día me enamoras más —dijo él mientras acariciaba mi mejilla y luego se inclinaba para besarme de nuevo.

Yo tampoco lo entendía, pero estaba segura de que era posible, porque me pasaba lo mismo, cada día lo amaba más.

***

Ese sábado de noche mientras me acurrucaba en su pecho, sacó un tema que ya lo venía pensando desde el accidente: la universidad.

—Quiero ir Pepe, pero tengo miedo —dije luego de que él preguntara si quería seguir yendo a la universidad.

—Hay algunas clases que vamos a tener juntos y otras en la que las aulas están cerca, voy a estar contigo preciosa, vos y yo.

Incline la cabeza hacia atrás para mirarlo y me sonrío, yo a él.

—Esta bien —dije rogando no arrepentirme luego.

***

Miré el reloj, eran las 16:25, sólo cinco minutos más para terminar con la fisioterapia, luego de eso tenía exactamente unos diez minutos para cambiarme -con ayuda de Pedro- e ir a la universidad.

Cuando les contamos lo que había decidido a mis padres, se pusieron contentos y nos recordaron que podíamos llamarlos en caso de alguna emergencia a cualquier hora, les agradecí por eso.

Ahora me encontraba loca de los nervios, ya que quería que funcionara, quería poder asistir a la universidad sin ningún inconveniente -bueno, sin uno más del que ya tenía-.

Con Pedro ya nos habíamos comunicado con la universidad para explicarles mi caso y la señora que nos atendió se mostró muy amable diciéndonos que hoy cuando fueramos hablaramos con el director para hablar sobre nuestras clases.

Yo rogaba que el mundo no me odiara y me pusieran clases en el segundo piso, porque sólo había una escalera para subir, que estaba definitivamente fuera de mi alcance.

—Lo que pueden hacer es en este semestre cursar las clases que puedan tomar y en el siguiente cuando usteded mejore cursar el resto.

Nos encontrábamos en la oficina del director, como el mundo me odia un poco, hay algunas clases mías en el segundo piso, por lo que mi única opción era esta que estaba proponiendo el director ahora.

Sentí la mirada de Pedro y su mano apretando la mía, por lo que le devolví la mirada, sus ojos me decían que hagamos esto, que no me de por vencida, y yo asentí, lo haríamos.

Luego de ultimar unos detalles más nos dirigimos hacia nuestra primera clase, por lo menos en eso tuve suerte, todas -las pocas- clases que cursaríamos este semestre lo haríamos juntos.

Obviamente las miradas no faltaban, pero no eran del todo malo, algunas eran de compasión, pero realmente eso no me importaba, yo sólo esperaba que nos fuera bien, tanto a Pedro como a mí.

Esa noche cuando llegamos a casa pedimos una pizza, ambos estábamos agotados física y mentalmente por todo lo que hicimos ese día que ya no teníamos ganas de preparar ninguna cena.

Comimos la pizza mientras hablabamos de cómo nos gustó la primera clase, de Literatura, pero de cómo la clase de Estadística fue lo peor, incluyendo al profesor.

Mientras nos reíamos del horrible corte de cabello que tenía pensé en como esto no era tan malo después de todo.

Tal vez y algún día hasta me ría de esto.

Cuando nos acostamos esa noche mire a Pedro mientras acariciaba su mejilla, sintiendo tanto amor que era imposible de explicar.

—En qué pensas? —preguntó mientras se dejaba acariciar.

—En lo mucho que te amo —eso lo hizo sonreír.

—Estaba pensando en lo mismo.

—En lo mucho que te amas? —pregunté graciosa y el me tocó donde tenía cosquillas.

—En lo mucho que te amo —dijo serio y yo me incline mientras él lo hacía también para unir nuestros labios.

—Para toda la vida Pepe.

—Para toda la vida Preciosa.

**

Entiendan que uno: no vivo en argentina y dos: aún no voy a la universidad.
Todo lo que escribo sale prácticamente de mi cabeza así es que tomenlo como eso ;-)
Gracias por leer y comenten por favor.
Soy @fatipauliter y paso la nove desde @pypuntilend hasta la próxima.

Pd: cap dedicadisimo a @thingsinliffe te amo Agostina, y gracias❤

1 comentario:

  1. yo ya no se que hacer con vos, no se si llorar o que!!! te amo boluda, deja de agradecer❤❤ para lo que necesites, siempre.

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