domingo, 28 de diciembre de 2014

-62.

Dos largas semanas pasaron, días llenos de incertidumbre en cuanto a la situación de Isabella.

Incertidumbre para mí ya que mis padres no me dirían todo, si lo hacían lo decían a medias, yo lo notaba, pero no decía nada ya que insistir no iba a servir, ellos seguirían diciendo lo mismo igual, y sabía que si la situación se ponía muy grave ellos me lo dirían.

Pedro me ayudo bastante despejándome de todo eso, durante los ensayos seguíamos siendo solo él, la música y yo, nada existía alrededor.

Se quedó por las noches varias veces más y esperaba a que mi papá nunca se enterará porque sabía que eso lo alteraría y pegaría el grito al cielo.

También estuvo Zaira, viniendo a mi casa de tarde ya que tiempo para el gimnasio *mientras estábamos organizando la obra* no teníamos, se quedaba a merendar y hablábamos de todo o nada, siempre evitando el tema de Isabella.

Era lunes, uno de los primeros días de octubre cuando entré por la puerta de mi casa luego del colegio me topé con los ojos azules de bebé más lindos con los que me había encariñado tanto y una sonrisa enorme en el rostro de la niñita que había extrañado mucho, Isabella.

—Bella! —exclame y me arrodillé para abrazarla, ella puso sus manitos alrededor de mi cuello devolviéndome el abrazo con el mismo entusiasmo.

La abrace un rato más y luego la deje en el suelo de nuevo, mientras ambas sonreíamos.

—Te extrañe Pau —dijo Isabella, con esa voz tan tierna que me hacía querer abrazarla de nuevo.

—Yo también Bella, te extrañe mucho —dije y nos abrazamos de nuevo.

Fuimos hasta la cocina donde se encontraba mi mamá sonriendo también, mientras terminaba de cocinar.

La ayudamos a poner la mesa y justo cuando mi papá volvió –de no sé dónde- nos sentamos a comer.

Luego de que termináramos de comer Isabella fue a ver la televisión mientras yo me quedaba a esperar una explicación de mis padres.

—Ya es casi una Chaves, hija. Sólo falta tramitar algunos papeles más y ya va ser Isabella Chaves —dijo mi mamá con un atisbo de sonrisa. Yo sonreí completamente.

—En serio? Cómo hicieron? Por qué tardaron tanto en traerla? Qué no me dicen? —ataqué con preguntas y mi papá negó con la cabeza, casi divertido.

Pensé que ya pasamos la etapa de las preguntas contigo —dijo él gracioso y yo reí un poco.

—Dale papá —volví a pedir respuestas.

—Básicamente querían plata, fue por eso que tardamos en traerla, tuvimos que encontrar la manera de que ellos no se salgan con la suya, y luego de darles un pequeño susto todo se normalizó y ahora la tenemos. Faltan tramitar algunos papeles como dijo tu mamá, pero Isabella ya es parte de la familia —concluyó él y yo me levanté para abrazar a ambos.

—Yo sabía que ustedes iba a traerla de nuevo. Gracias —agradecí aún a pesar de que todos la queríamos de vuelta.

Deje un beso en las mejillas de ambos y subí junto a Isabella para pasar un poco de rato con ella.

—Hola de nuevo —dije tratando de capturar su atención.

—Pau —dijo ella mirándome y sonriendo.

—Queres que juguemos a la pelu de nuevo? —pregunté y ella volvió a asentir— puedo ser la estilista yo esta vez? —hice una pregunta más a la cual ella asintió con más entusiasmo aún.

Fuimos a mi habitación y comencé a hacerle un peinado –el único que sabía-, luego la maquille –solo un poco, aunque estoy segura que para ella ya es mucho- y luego pinte sus uñas en un rosa clarito.

Para cuando termine con ella, se miro en el espejo y sonrió ampliamente, entonces le pregunté si quería venir conmigo y Pedro al ensayo de nuestra obra –la cual cada vez estaba más cerca, dicho sea de paso- y ella aceptó entusiasmadamente.

Un tiempo después escuche a Pedro llegar sin que tocara la puerta, por lo que rápidamente fui a abrirle como siempre, encontrándome con él a segundos de tocar.

—Que manía loca que tenes eh —dijo él gracioso y yo reí.

—Tengo miles de manías locas eh —dije enarcando una ceja.

—Estas loca —dijo guiñando el ojo.

—Que puedo decir, estoy loca, estas loco, supongo que por eso funciona—dije encogiéndome de hombros sonriendo.

Me acercó a él agarrándome de la cintura.

—Funciona porque estoy loco por vos —dijo acercándose más a mis labios deteniéndose un poco, respirando en mi espacio— Y porque vos estas loca por mi —concluyó y unió nuestros labios.

Él siempre me sorprendía con sus arrebatos, ya que nunca sabía como sería su beso, si tierno y dulce o desesperado y apasionado.

Este sin duda era una mezcla de ambos, y tuve que poner toda mi fuerza de voluntad en alejarme de él unos minutos después.

—Esta loca tiene una pequeña sorpresa —dije mientras recuperaba el aire.

—A ver cuál es? —dijo, la curiosidad brillando en sus ojos.

Me salí de sus brazos y abrí la puerta, tomando su mano lo arrastre hasta el living donde se encontraba Isabella viendo la tele.

Pedro miro hacia ella, y luego a mi, ladeo un poco la cabeza, y yo asentí. Él comenzó a sonreír y se acerco hasta donde estaba ella, mientras yo lo seguía.

—Hola Bella —dijo Pedro arrodillándose a unos pasos de ella.

En cuanto Isabella lo noto se lanzó a abrazarlo.

—Hola Pedro —dijo ella cuando lo soltó.

—Que lindo verte de nuevo, venís con nosotros? —preguntó él levantándose.

Isabella asintió y tomo la mano de Pedro mientras que con la otra que estaba libre tomaba la mía.

***

Cuando llegamos donde todos se encontraban, saludaron a Isabella reconociéndola de la vez anterior y el ensayo comenzó sin ningún inconveniente.

Toda la obra ya estaba completa finalmente, solo faltaba ensayarla para pulir algunos errores y poder complementarnos todos juntos.

Sólo faltaban dos semanas y medias para que estemos realmente arriba del escenario, y cada vez que pensaba en eso los nervios me invadían.

Y Pedro terminaría tranquilizándome, como siempre.

***

Este viernes para recaudar los fondos de nuestro viaje organizamos una fiesta en la casa del primo de un compañero, tenía piscina y eramos libre de usarla, por lo que sabíamos iría mucha gente.

Con Zaira no teníamos idea de como ir vestidas por lo que decidimos previamente ponernos bikinis y encima un vestido.

El mío era color verde agua suelto y no tan corto, según Zaira acentuaba mis caderas, pero nunca entendí mucho de eso, me ponía lo que me gustaba, punto.

En los pies me puse un par de sandalias, puesto que los tacones me iban a incomodar bastante si decía meterme al agua.

Me puse un poco de rímel y brillo y me deje el pelo suelto sin hacer nada por él más que peinarlo.

Cuando estuve lista Pedro ya estaba esperando en el living con mi papá sentado a un lado, me pregunté brevemente si a) estuvo esperando mucho tiempo y b) qué le habrá dicho mi papá.

Nos despedimos de papá y mamá y luego nos subimos al auto.

—Te hizo sufrir mucho? —pregunté divertida apenas entramos al auto.

—Nah, solo amenazó mi futuro una vez más, traqui —dijo el con un tono gracioso también, y ambos reímos.

—No va superarlo jamás —dije negando con la cabeza.

—Se que en el fondo me ama —dijo Pedro y ambos explotamos en risa de nuevo.

***

Ya había mucha gente para cuando nosotros llegamos, podía notarlo por la cantidad de autos y motos estacionadas afuera.

Pedro me abrió la puerta y cuando baje me miro de arriba abajo.

—Admirando la vista? —pregunte obvia y él me miro sonriendo.

—Sip, una muy muy linda y sexy vista —dijo él guiñando el ojo, haciendo que me ruborizara.

—Ay callate tarado, y entremos —dije no queriendo ponerme más roja.

—Yo te digo sexy y vos me decis tarado, ouch —dijo en tono divertido llevando una mano hacia su corazón.

—Vamos dale —dije agarrando su mano y guiándolo hacia adentro.

Nos encontramos con Zaira, Hernán y algunos compañeros más cerca de la pileta, sentados en algunos bancos, nos quedamos con ellos, observando cuanta gente había e imaginando cuanto recaudaríamos al final de la noche, sin duda mucho.

Tiempo más tarde el grupo se dispersó, algunos fueron a bailar y otros pocos se metieron a la pileta.

Nos quedamos con Pedro, en un rincón solos, mientras él me sostenía de costado mientras yo lo abrazaba por la cintura durante un rato. Luego me incorporé parándome y le tendí mi mano a Pedro diciéndole que vayamos a bailar.

—Si señora —dijo divertido y agarro mi mano mientras lo arrastraba hacia donde una pequeña multitud bailaba.

Estuvimos bailando solos los dos por un rato, hasta que divise a Zaira con Hernán a un lado y comenzamos a bailar todos juntos.

Estábamos bailando y riendo, yo giraba en círculos cuando sentí manos sujetándome la cintura cargándome al hombro.

Y un segundo después estaba empapada, mirando a un Pedro sonriente al lado.

—Vos queres que te mate no? —pregunté lanzándome sobre él para empujarlo dentro del agua un rato, lo cual iba a lograr si no fuera porque me detuvo antes de hacerlo.

—A besos sí —dijo y un segundo después estampó sus labios con los míos, primero me resistí y quise empujarlo, cosa que no sirvió de nada porque a) él tenía más fuerza que yo, y b) quería besarlo de todas formas.

Antes de separarnos mordí fuerte sus labios como reprimenda y me aleje sonriendo al ver que hacía una mueca.

—Creo que sea lo que fuera que quisiste hacer con eso tuvo el efecto equivocado —dijo el volviendo a acercarse a mi.

—Una pequeña parte de mi venganza —dije encogiéndome de hombros, mirándolo fijamente.

—No fue eso para mí, ahora tengo más ganas de hacerte enojar —dijo el sonriendo de costado yo negué con la cabeza.

—Ni se te ocurra —levante un dedo.

—Ya veremos —dijo el guiñando mientras se acercaba por completo hasta presionar sus labios con los míos.

Decidí jugar un poco sucio con mi venganza y nos separe para llevar mi boca hasta su oído, dejando pequeños besos por el camino, mientras mis manos se metían dentro de su camisa, acariciando su torso.

—Creo… Que… Quiero… —dije cada palabra lentamente respirando en su oído, tratando de sonar sexy, dejando la última palabra al aire un rato, dejando que su mente vague, mordiendo un poco el lóbulo de su oreja, para luego decir, antes de zambullirme y escaparme de él,—: ir al baño.

Y realmente quería ir al baño, por lo que eso fue lo que hice una vez que estuve fuera de la piscina.

En el baño me encontré con Zaira empapada –y unas cuantas chicas más- y todas estábamos quejándonos de nuestros novios o amigos.

Para cuando volví afuera pude ver a Pedro sentado con algunos chicos, quienes nos estaban esperando.

Levantó su rostro y se encontró con mi mirada, yo sonreía, él negaba con la cabeza con un atisbo de sonrisa.

—Nos vamos mi amor? —pregunté batiendo un poco mis pestañas para lograr el gesto de fingida inocencia.

—Claro mi amor —dijo él sonriendo exageradamente, nos despedimos de todos y cuando estábamos encaminándonos hacia su auto susurro en mi oído—: sos perversa.

Yo reí ante eso último y cuando entramos al auto pude ver que el sonreía también.

—Hoy te quedas a dormir —dije apenas arranco el auto.

—Si señora —dijo asintiendo firmemente, yo sonreí con gusto.

—Así me gusta —dije y cuando se giro para mirarme le guiñe un ojo.

Agarro mi mano y dejo un beso en mi palma, para luego entrelazar nuestros dedos e ir tomados de la mano el resto del camino.

Cuando entre a mi casa decidí pasar por la habitación de Gonzalo primero, o mejor dicho de Isabella, tendría que acostumbrarme a eso.

En la semana habíamos estado quitando poco a poco las cosas de Gonza amontonándolas en cajas y dejándolas en el garaje ya que había espacio suficiente para eso, lo hicimos todos juntos hasta con la ayuda de Isabella, no hace falta decir que hubo lágrimas mías y de mi madre de por medio. Fue un momento significativo para todos, y no se por qué pero creo que siento que Gonzalo está más presente con nosotros desde que Isabella llego a nuestras vidas.

Hoy era su primer día durmiendo en esa habitación (razón por la que aproveche y le dije a Pedro que se quedara en la mía).
Mi mamá le dijo que dejaba su puerta abierta para que ella entre cuando quiera, por si sentía miedo. Sólo queríamos probar si sentía cómoda durmiendo ahí, supongo que a la mañana lo sabríamos.

Cuando llegue abrí su puerta y observe que dormía con la lámpara prendida, me acerque hasta ella deje un beso en su frente y fui hasta mi habitación.

Cerré mi puerta y luego de buscar ropa seca me dirigí al baño para cambiarme.

Espere como veinte minutos hasta que Pedro atravesó mi ventana, ya seco y con ropa limpia.

—Llegaste justo, estaba a punto de trancar la ventana —dije tratando de sonar seria.

—Uh bueno si me reciben así me voy —dijo él justo cuando estaba llegando hasta mi, amagando a irse de nuevo.

—Veni tonto que te haces —dije agarrándole la mano tirándolo a mi lado.

Cayó de costado junto a mi y me sonrió.

—No me iba a ir, sé que no podes dormir sin mi —dijo guiñando un ojo.

—A veces me dan ganas de que un viento te deje el ojo pegado así dejas de guiñar —dije un poco graciosa un poco en serio, él rió.

—Ves que estas loca —dijo negando con la cabeza aún riendo.

—Por vos —dije imitándolo, guiñando el ojo.

—Creo que se te esta pegando —dijo él señalando el guiño que hice.

—Y si estoy 24/7 contigo —bufé exageradamente, él se subió encima de mío.

—Voy a hacer caso omiso a esto y te voy a besar —dijo él bastante cerca de unir nuestros labios.

—Y si no quiero? —seguí jugando.

—Queres, sí —dijo él bastante confiado, y tenía razón, quería.

—Puede que quiera, puede que no —dije arqueando mi ceja.

Él acerco sus labios en el hueco de mi cuello dejando un largo y pausado beso ahí.

—Seguis sin querer? —preguntó, yo asentí y repitió el acto al otro lado de mi cuello mientras yo inhalaba, tratando de calmarme— todavía? —preguntó mientras arrastraba sus besos por todas partes lentamente.

Yo sólo podía respirar apenas por lo que creo que sacudí un poco la cabeza, lo sentí dejar de besarme y abrí mis ojos, me estaba mirando con una sonrisa enorme, la que me dejaba saber que él ganó.


—Idiota —susurre y agarré su nuca atrayéndolo para jugar un juego en el que ganábamos los dos.

**
Porrrrrrr favor comenten, espero que les guste y sino comenten igual bue.
Este capítulo se los dedico a "Escritoras y Agos" son lo máximo, las quiero♥
Ah y lean las recomendaciones que hice al costado.

6 comentarios:

  1. FATIMA CORAZONA ANGELADA SOS LO TODOOOOOOOOO

    ResponderEliminar
  2. Aaaaaiii que capítulo mas feliz!!!! Me encantooo!!!

    ResponderEliminar
  3. Fátima, una cosita te digo, mas t vale q me escribas el garche con lujo de detalles para el próximo capítulo xq sino voy a abandonar mi novela y los voy a dejar a todos con la intriga por tu culpa y para siempre. Te quedó ok?
    PD: lo digo en serio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. porque este comentario no me sorprende de vos narella??????

      Eliminar
    2. Disculpame? Quién te dio vela en este entierro a vos?

      Eliminar