Las semanas pasaron y a lo largo
de esas comencé una nueva especie de rutina que básicamente consistía en ir al
colegio estudiar con Pedro –a veces en grupo con otros compañeros- y luego
dormir.
Estaba harta de todo debería
admitir pero al fin se terminó y ahora me encontraba a segundos de recibir mi
diploma, hoy era la última vez que pisaríamos este colegio como alumnos.
Una vez que todos recibimos
nuestros respectivos diplomas el director nos dedicó unas cuantas palabras y se
dio fin a la ceremonia.
Pedro me encontró a medio camino
y me levantó en el aire girándome mientras me felicitaba y yo a él.
—Felicidades preciosa —dijo
dejando un beso en mis labios.
—Para vos también mi amor —dije
mientras aún nos abrazábamos. Él sacudió la cabeza.
—Me pones en vergüenza vos —dijo
divertido y yo negué con la cabeza— sos la mejor de la clase y yo apenas pase
—enarco una ceja y yo negué con la cabeza otra vez.
—Sos un exagerado —dije y lo besé
para que no diga nada más.
—Alerta papá Chaves —dijo medio
divertido mientras dejaba de besarme y nos separamos.
En ese momento mis padres se
acercaron y luego de felicitarme hicieron lo mismo con Pedro.
—Cuando sea grande quiero ser
como vos —me dijo Bella minutos después y todos reímos un poco.
—Mejor, Bella, tenes que ser
mejor —dije acariciándole juguetonamente la cabeza.
***
Los padres de Pedro habían
llegado un tiempo después para felicitarnos también y como en el día de la obra,
decidimos salir todos juntos, sólo que esta vez fuimos a almorzar.
*
—Paula un día se quedó por un
rato con su tía mientras yo salía, se ensució el pañal al rato, la tía se había
quedado dormida y ella como le molestaba tanto se lo saco e intento llevarlo
hasta el baño —mi mamá rió un poco antes de seguir mientras yo quería meter cualquier
cosa en su boca para que se callara— cuando llegue encontré caca por toda la
casa —culminó su flamante anécdota mientras todos (incluyendo mi novio)
estallaban en risas y yo ponía mi cara entre mis manos demasiado avergonzada
como para quejarme.
—Eras tan independiente desde
chiquita mi amor —dijo Pedro divertido a mi lado y lo codeé.
Rápidamente llegó su turno
también mientras su madre comenzaba a hablar.
—Pedro a veces se ponía tan loco
que nosotros le decíamos que corra alrededor de la mesa mientras le cantábamos
"corre Pedro corre Pedro" daba hasta saltitos cuando lo hacíamos era
todo un espectáculo —dijo Ana y está vez me tocó reír a mí.
—No te dan ganas de correr ahora
mi amor? —le devolví la burla y él tocó mi costado haciéndome saltar porque me
daba cosquilla.
El resto del almuerzo fue igual,
yo me reí mucho de él, él se rió mucho de mí, ya que nuestros padres parecían
turnarse para avergonzarnos a ambos.
***
Hoy era el último día de
noviembre, sábado y estábamos a dos días del viaje de fin de curso. Yo por
supuesto ya tenía las maletas –sí, en plural- listas al igual que mi mejor
amiga, Zaira. No es necesario decir que ambas nos ayudamos a organizarlas.
Ahora me encontraba con mi cabeza
en el pecho de Pedro mirando hacia el cielo, en nuestro lugar, por supuesto.
Él tarareaba una canción mientras
acariciaba mi espalda, y yo simplemente disfrutaba del momento.
—Ya pensaste a dónde vas a ir? —preguntó
Pedro un tiempo después, yo suspiré.
Sabía a lo que se refería y
realmente no tenía idea, bueno la tenía, pero no estaba segura.
—Más o menos —dije haciendo una
mueca, luego seguí— la verdad es que no tengo idea —mentí un poco, él suspiro.
—Al menos ya sabes lo que querés
seguir? —preguntó y yo asentí.
—Letras —dije, era una carrera
que se basaba en la escritura y el titulo podía utilizarlo de muchas maneras, podía
ser periodista en un periódico, por ejemplo.
—Bien, ya tenés en mente algunas
universidades? —preguntó y yo asentí.
—Una de ellas es ésta nueva
universidad, bueno nueva con respecto a las otras, leí que es muy buena y tiene
varias carreras para seguir —dije y le di tiempo para entender lo que
significaba.
—Mmm, estaría la carrera de Leyes
en ella? —preguntó él, yo asentí— ya pensaste en todo no? —preguntó y levanto
mi cabeza para mirarlo, yo simplemente volví a asentir mientras me sonrojaba un
poco— querés ir a esa universidad? —hizo otra preguntá, yo asentí de nuevo—
querés que yo vaya contigo? —asentí
una vez más y él sonrío— Hecho. —dijo y yo le sonreí también mi corazón, –el cual
se había acelerado bastante- volviendo a latir casi normal otra vez
—Estas seguro? —pregunté y él
asintió.
—Siempre y cuando vaya contigo
voy a estar seguro —dijo y yo terminé de hablar, porque quería besarlo, y
mucho.
***
—¡Nos vamos a Paris! —chillé
mientras me lanzaba en los brazos de mi mejor amiga, quien era la única que
compartía mi extrema felicidad ya que ambas desde chicas habíamos soñado esto,
y habíamos prometido que viajaríamos juntas, justo como lo íbamos a hacer en
minutos.
—Lo logramos Pochi —dijo mientras
me abrazaba también.
Cualquiera pensaría que ganamos
todo el dinero del mundo por como estábamos, y realmente así se sentía en este
momento.
Podía escuchar a Pedro y Hernán riéndose
de nosotras pero no me importaba no estaba dejando de celebrar hasta… Nunca.
—Bueno a ver si se van soltando
que nos ponemos celosos —dijo Pedro divertido mientras me agarraba de la
cintura por atrás y me pegaba a él.
—Tarado —dije dándole un codazo
pero girándome hacia él para enganchar mis manos en su nuca de todos modos.
—Este tarado quiere su beso de
buenos días —dijo él y yo hice exactamente lo que me pidió.
—Listo? —pregunté.
—Para nada —dijo llevando mis
labios a los suyos una vez más.
Cuando por fin nos separamos la
mayoría de mis compañeros ya se encontraban ahí, sólo faltando unos pocos, que
no estarían llegando tarde aún, pero si en diez minutos no lo hacían, se verían
con mi furia.
Eran las ocho y media de la
mañana del primer lunes de diciembre y nosotros nos encontrábamos en el aeropuerto
a punto de partir a París.
Fui junto a mis padres de nuevo
una vez que saludé a todos, ellos habían venido junto con Bella para
despedirme, nos iríamos por dos semanas y medias.
—Tenés todo, estas segura? —preguntó
mi madre por décima vez más o menos, yo volví a asentir.
—Sí ma, no te preocupes —le dije,
ella asintió.
—Te sentís bien, tus abrigos
llevas? —volvió a preguntar y miré a mi papá que estaba haciendo todo lo
posible para no reír.
—Si mamá —dije suspirando.
Ella se acercó para abrazarme y
cuando se separó tenía lágrimas en los ojos, exagerada.
—Ma, no es como si me fuera a
vivir a Europa —dije casi riendo con ternura, ella sonrío limpiándose las
lágrimas.
—No te burles nena, cuando seas
madre me vas a entender —dijo dejando un beso en mi frente.
—Bueno, tranquila te voy a avisar
cuando lleguemos y te voy a escribir cuando pueda, eso te va hacer sentir
mejor? —pregunté y ella asintió.
Me arrodillé frente a Isabella,
quien nos miraba atentamente sin decir nada, aunque yo sabía que me iba a
extrañar como yo a ella.
—Nos vemos pronto Bella sí?
Portate bien eh —dije y ella asintió, nos abrazamos y yo susurré en su oído—:
cuida a mamá y papá por mi si? —dije y ella asintió solemnemente, yo sonreí— te
quiero mucho hermanita —volví a hablar y se le iluminaron los ojos.
—Yo también Pau —dijo y me
abrazó.
Cuando nos separamos me levanté y
abracé a mi papá.
—Cuidate princesa, cuidate mucho —dijo
mientras me abrazaba y yo asentí.
—Te quiero papi —dije y él
susurro un: yo también.
Por último volví a abrazar a mi
mamá, quien parecía no querer soltarme y me dirigí hacia donde ya se
encontraban todos listos para ir hacia donde se encontraba el avión.
Cuando llegué hasta Pedro luego
de pasar por los detectores, tomé su mano y juntos fuimos hasta el avión.
Obviamente no nos tocó el mismo
asiento primeramente, pero como muchos estaban haciendo, cambiamos de asientos.
Por lo que ahora me encontraba en
el asiento de la ventanilla con Pedro a mi lado.
Estaba muy nerviosa para el
momento en que terminé de colocarme el cinturón, y Pedro lo notó.
—Qué te pasa mi amor? —preguntó.
—Ya viaje antes en avión, pero
siempre me siento como la primera vez —expliqué, él entendió.
Ahueco mi rostro y beso mis
labios.
—Imaginate lo que va ser cuando
aterricemos, pensá sólo en eso y se te va pasar. —me aconsejó y yo asentí
cerrando mis ojos por un momento, imaginándome mientras caminaba por las calles
de Paris –que había visto en fotos-, mirando hacia la torre Eiffel de cerca, y
muchos otros lugares que me encantaría recorrer –y que de hecho lo vamos a
hacer-. Suspire y abrí mis ojos mirando los cafés de Pedro.
—Gracias mi amor —dije y él
simplemente levantó mi mano –que ya estaba entrelazada con la suya- y beso mis
nudillos
…Ahora por favor, abróchense el cinturón de seguridad, mantengan el
respaldo de su asiento en posición vertical y su mesita plegada. Les recordamos
que no está permitido fumar en el avión. Gracias por su atención y feliz vuelo…
Escuché decir a la azafata y
suspire apretando la mano de Pedro, lista para despegar.
**
Hoooooooola cortito pero conciso bue, el tema de la universidad espero entiendan puesto que no vivo en Argentina y todo eso... Muchas cosas no van a coincidir porque no se nada en fin.
No se como cojones voy a escribir el viaje en Paris porque nunca fui a Paris pero en fin -de nuevo- algo se me va a ocurrir, nada quería decir eso.
PD1: LEAN las novelas que recomiendo al costado, las escritoras son bien grosas.
PD2: Narella te odio.
PD3: si no comentan yo sufro si yo sufro no puedo subir ahre, bueno comenten porfi? Chau♥
Re lindo capitulo!!! Me encanto la idea del viaje a París!!!!!
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