miércoles, 14 de enero de 2015

-71.

Los siguientes días en París fueron un sueño, en su mayoría éramos sólo Pedro y yo, lo cual era lógico, puesto que era prácticamente un pecado no aprovechar la ciudad del amor con tu pareja, más palabras de Zaira que mías, pero estaba de acuerdo también.

La mayoría de nuestros compañeros estaban juntos, como en pareja, antes de venir. Y los que no lo estaban, bueno, creo que ahora lo hacen.

Eso es lo que tiene París, el aire, se respira el amor por las calles.
Y no sólo eso, también se ve. Es como si la gente no tuviera inhibiciones, tomándose de la mano siempre, besándose en cualquier lugar a cualquier hora. Y no son solo una o dos parejas, hay miles. Haciendo totalmente honor a la frase “la ciudad del amor”.

Con Pedro aprovechamos hasta cada rincón que tuvimos, haciendo nuestros recorridos solos, a veces tomándonos un descanso en el hotel, no durmiendo, sino pasando el rato con nuestros amigos ahí, todos juntos armábamos algún juego, y estábamos ahí por un rato antes de dividirnos de nuevo.

El lunes recorrimos por las calles de Montmartre, tenían callejuelas empedradas y escaleras iluminadas por lámparas que subían hasta la cima de Montmartre, había leído que era uno de los más fascinantes distritos de París, y tenían razón.
Vimos los últimos dos molinos de viento que quedaban en la zona, el Moulin de la Galette y el Moulin du Radet, y el último viñedo de París, era como sentirse en el campo, pero estando en la ciudad.

Éramos como de esas parejas de la que hable anteriormente, nunca soltándonos de las manos, y dándonos besos robados a cada momento.

Parábamos en algún lugar donde se veía el cielo plenamente para ver el atardecer, y luego volvíamos al hotel. Uno pensaría que estaríamos cansados, pero era totalmente lo contrario, era como si mientras más veíamos de París, más queríamos seguir viendo después.

Al día siguiente recorrimos por el Museo Rodin, cerca del río Sena, también recorrimos sus jardines, todo era tan tranquilo que se sentía hasta mal reír ahí. Cosa que hicimos bastante, debido a la mentalidad de ocho años de mi novio, claro.

Yo había cometido el error de expresar mis pensamientos en voz alta…

—Es tan tranquilo acá que si alguien riera sería como un pecado —dije, un poco exagerada, mientras miraba todo a mí alrededor.

Como Pedro no respondía me gire para mirarlo y vi que tenía una media sonrisa en los labios, estaba planeando algo.

Segundos después se lanzó hacia mí, tirándome en el césped, haciéndome cosquillas, lindo.

—¡Para Pedro! —dije chillando y riendo la vez, golpeándolo en el hombro.

Él simplemente siguió haciéndome cosquillas mientras reía, hasta que unos minutos después se alejó.

—Vos definitivamente no superaste los ocho años —dije una vez que recobre compostura, él me estaba mirando y cuando terminé de decir eso comenzó a reír.

—Yo sólo quería comprobar tu teoría —dijo encogiéndose de hombros, pareciendo inocente.

—Sí claro —bufé.

Después de eso lo obligué a comportarse y seguimos admirando cada cosa que veíamos a medida que caminábamos.

El miércoles recorrimos La Sainte-Chapelle una capilla del siglo XII, que está hecha prácticamente sólo de vitrales, el efecto que causa el sol es casi mágico.

Luego de ahí pasamos la tarde en los bosques del Bois de Boulogne, con el grupo completo en esa ocasión, fue una buena tarde.

El Jueves fuimos a ver El “Muro de los Te quiero” en la plaza de Abbesses en el barrio de Montmartre. Es un muro de cuarenta metros cuadrados y formado por 511 azulejos, obra del artista Frédéric Barón donde está escrita la frase “Te quiero” en 300 idiomas.

Era algo increíble de ver, y fui leyendo cada uno de los te quiero de la mano de Pedro.

—No me quiero ir más —lloriqueé mientras caminábamos por la plaza de Abbesses luego de terminar de ver el muro, Pedro rió un poco.

—La verdad que ahora ni yo me quiero ir —dijo un poco divertido.

Pero yo sabía que era cierto, si bien no estaba igual de loco que yo por París, le fue tomando cariño estos últimos días.

—Quedémonos —dije haciendo un mohín. Él rió de nuevo.

—Estás loca preciosa —respondió él sacudiendo la cabeza, yo ya sabía eso— no es lo mismo estar de paso que quedarse, si te quedas tenes que comenzar a trabajar…

—Ya, ya entendí, muchas gracias —dije frunciendo el ceño un poco y como si fuera un payaso él rió una vez más.

—Vení —dijo agarrándome de la mano empujándome hacia él, abrazándome, yo lo abracé también, obviamente.

—Aunque no te quieras quedar te amo —dije medio graciosa, y esta vez ambos reímos.

—Aunque a veces delires un poco te amo —respondió él y utilice mi mano cerca de sus hombros para darle un golpe.

Nos quedamos así abrazados un rato más hasta que volvimos al hotel.

El viernes luego de pasar tiempo en grupo, Pedro me dijo que tenía una idea pero que no me contaría hasta que estemos en el lugar.

Yo me puse inquieta todo el camino por supuesto, hasta que ya casi llegamos al lugar y me di cuenta, lo mire sonriendo absolutamente.

 —Vamos a hacer lo que creo que vamos a hacer? —pregunté y su sonrisa me respondió.

—Y eso que sería? —respondió con otra pregunta mientras amenizaba sus pasos.

—Un crucero por el Sena? —devolví la pregunta, rogando para que fuera eso.

—Em no, yo sólo pensaba en que miremos el río desde acá —dijo él tratando de sonar serio, pero yo lo conocía mejor, le di un codazo— ouch, si es eso —yo estaba sonriendo de nuevo.

Pedro pagó en la boletería y nos subimos a un barco, el cual tenía un techo de vidrio para poder observar a pleno la ciudad a medida de que sus monumentos y puentes comenzaban a iluminarse.

Pedro me abrazó de costado mientras observábamos todo, amando cada parte del recorrido.

Cuando nos bajamos de nuevo, decidimos cenar en algún café de por ahí, y mientras encontramos uno Pedro me dijo que me sentara y ordenara lo que queríamos, que él volvería en un rato.

Pedí lo que ambos queríamos y cuando la comida llegó al fin Pedro estaba de vuelta.

—A dónde fuiste? —pregunté una vez que se sentó.

—Sólo comprando un regalo para mamá que había visto y pensé que le gustaría —dijo y yo asentí, eso explicaba la bolsa con la que vino.

—Ay me haces acordar de que no compré nada para mis papás e Isabella todavía —dije mientras comíamos— mañana vamos a ir oficialmente de compras con Zaira y las chicas, voy a ver algo para ellos ahí —dije más para mí misma que a él, sin embargo asintió.

—Con alguno de los chicos ya tenemos planeado lo que vamos a hacer mientras ustedes recorren por horas y horas —dijo él como si fuera algo malo, él simplemente no sabía, estábamos en París, teníamos que tener nuestro día de compras antes de volver.

—Y eso qué sería? —pregunté curiosa.

—Primero que nada, jugar unos partidos en alguna parte —lo interrumpí.

—Lo organizados que están me sorprende —dije y tosí para dar énfasis a mi sarcasmo. Él me dio la mirada. Yo ondeé mi mano para que siga.

—Bueno como decía, vamos a jugar unos partidos, y después… —se cayó ni siquiera él sabiendo que harían, yo reí.

—Está bien, seguro que se les va ocurrir algo en el momento —dije divertida— pero ojo, a ningún cabaret —le advertí con una mirada, él asintió solemnemente

—No necesito eso si ya tengo a la mujer más hermosa frente a mí —dijo guiñando el ojo y yo me ruborice sonriendo un poco.

—Yo no sé cómo te la arreglas para hacerme ruborizar hasta ahora todavía —dije graciosa pero en serio.

Él simplemente me guiñó el ojo y seguimos hablando de cualquier cosa mientras terminábamos la cena.

Fuimos caminando todo el trayecto al hotel, por lo que cuando llegamos ambos estábamos realmente cansados y fuimos a dormir, cada uno en su habitación para no levantar sospechas y que Julio, el tutor, se diera cuenta.
Ya que aunque somos grandes estoy segura que no sería algo que nuestros padres quisieran escuchar que hicimos.

Me dormí pensando que sólo nos quedaban tres días en París, y yo quería aprovecharlos al máximo.


**
Cap dedicadisimo a arroba thingsinliffe... Sos la más tierna de todas Agostina, te adoro mil, gracias por tus comentarios siempre tan lindos y por decirme que queres sacar a Pedro del celular para chaparlo ahre, bueno eso, sos la one y te merecías un cap dedicado.♥

PD1: están por dejar París y hasta yo quiero llorar ah. 
PD2: realmente tienen que ver las fotos de los lugares que mencioné, son increíbles tanto que duele *llora*.
PD3: no comenten no comenten nunca *a ver si así comentan ahre*
PD4: Narella espero que el cap *carita pervertida, lengua, musculos, etc* tequieroaveces.
Listo me fui, chiiiiiiau. 

5 comentarios:

  1. Yo pensé q querías uno tipo *carita pervertida, carita pervertida, lengua, músculo, músculo, manito cerrada, manito haciendo circuito, dedo señalando la manito haciendo circulito, manito cerrada, banana, carita pervertida, monito tapandoce los oidos, monito tapandoce la boca, y esas cosas* pero si querés *carita pervertida, lengua, músculos, etc* me tendré q limitar a eso

    ResponderEliminar
  2. A ver narella EN EL ETCÉTERA ENTRA TODO ESO entendes? No espero menos que *carita pervertida, lengua, músculo, músculo, manito cerrada, manito haciendo circuito, dedo señalando la manito haciendo circulito, manito cerrada, banana, carita pervertida, monito tapandoce los oidos, monito tapandoce la boca* OK?

    ResponderEliminar
  3. Hermoso el capitulo y las descripciones de los lugares!!!

    ResponderEliminar
  4. Gracias Lau, y gracias por comentar siempre :)

    ResponderEliminar