domingo, 18 de enero de 2015

-74.

Pude esconder el anillo en la cadena de los ojos de mi mamá sólo por veinticuatro horas, el mediodía del jueves cuando ella cocinaba e Isabella y yo la ayudábamos lo notó, no me pregunten cómo.

Ella simplemente dejó lo que estaba haciendo –cortando verduras- y miro directamente hacia la cadena, luego preguntó.

—Y eso?

Yo por supuesto traté de hacerme la desentendida primero.

—La cadena que Pedro me regalo.

—Paula, sabes que me refiero a lo otro —dijo ella con una mirada acusatoria y yo suspire.

—Me lo dio con la cadena, un anillo de promesa —expliqué esperando que Isabella estuviera lo suficientemente concentrada “amasando” y no entendiera nada, a los niños se les suele escapar cosas sin querer, y que mi mamá supiera era una cosa, pero mi papá…

—Anillo de promesa —dijo mi mamá asintiendo, como si entendiera.

Luego pasó algo que esperaba sucediera, sonrío.

—Me pone feliz saber que van en serio hija, pero no se apresuren más que eso si? —dijo ella, haciéndolo sonar como una pregunta, no lo era.

—Claro ma, no nos vamos a casar hoy —dije bufando un poco y más alto de lo que debería, error.

—Te vas a casar? —preguntó Isabella, escuchándome completamente con los ojos abiertos.

—No… —no pude terminar la oración ya que mi papá se dio el lujo de aparecer.

—Quién se va casar? —dijo ya con el ceño fruncido, el cual se estaba intensificando.

—Pau, Pau, Pau —dijo Isabella dando saltitos y yo quería que la tierra me tragara.

Noté que mi papá trago saliva, y me miro. Si las miradas lanzaran dagas…

—Paula? —simplemente dijo él, fue mi momento para ordenar el desastre.

—No me voy a casar papá, Isabella escuchó mal. —dije cruzándome los brazos un poco molesta de que él estuviera tan molesto, repetitivo sí.

—Y cómo es qué escucho mal? —bufé, que curioso.

—Tranquilo mi amor, sólo le estaba diciendo a Pau que no se apresure, ya sabes consejos de madre que tengo que dar —dijo mi mamá encogiéndose de hombros.

—Y yo le dije que no es como si me fuera a casar hoy —terminé la explicación por mamá, mi papá seguía frunciendo el ceño.

—Y por qué estaban hablando de eso? —de nuevo, que curioso.

—Quete —dije ya irritada.

—Paula! —me reprendió mi mamá.

—Lo siento —me disculpé suspirando.

—Sólo hablábamos Miguel, deja el drama y vení ayudanos —mi mamá puso a papá en su lugar, ja.

Él asintió de mala gana y se puso a ayudarme a preparar la ensalada.

Una vez que estuvo todo listo nos sentamos a comer sin otra charla sobre el tema.

***

—Creo que a mi papá casi le da un infarto hoy —dije en tono gracioso.

Estábamos con Pedro en mi jardín acostados en el césped, mientras Isabella dormía arriba. Mis padres seguían en el trabajo.

—Por? —quiso saber pedro mientras me acercaba aún más –si era posible.

—Porque mi mamá vio el anillo en la cadena, y me estaba dando la charla de no se apresuren tanto y yo le dije que no era como si fuésemos a casarnos hoy, Isabella escuchó sólo la última parte y mi papá entró justo cuando ella preguntaba “Te vas a casar?” —Pedro rió a mi lado, yo lo hice un poco también.

—Y qué dijo tu papá?

—Se puso como loco, empezó a preguntar quién se iba casar, después me miró mal cuando Isabella dijo “Paula” luego le explicamos lo que sucedió, obviando lo del anillo, y quiso saber por qué hablábamos de eso, mi mamá le dijo que dejara el drama y nos pusimos a terminar la comida —dije y él rió un poco más.

—Creo que cuando tu papá se entere lo del anillo yo voy a tener que quedarme a diez metros de esta casa por un tiempo —dijo divertido.

Ambos reímos y luego nos pusimos a hablar de cualquier cosa, hasta que llegamos a un tema más serio.

—Te llegó tu carta? —pregunté.

Cuando el colegio terminó, no había terminado del todo, ya que teníamos que hacer una prueba para mandar a la universidad en la que queríamos ingresar, y ellos debían mandarnos una carta para comunicarnos tanto si ingresábamos como sino.

—Sí —respondió él y yo me alcé apoyando las manos en su torso para mirarlo.

—Y?

—Entré —él sonrió.

—Yo también —sonreí igual, y nos dimos un corto beso.

—Qué vamos a hacer? —dijo él segundos después.

—Que vamos a hacer con qué? —pregunté no entendiendo su pregunta, valga la redundancia.

—La universidad está un poco lejos de acá, digo como para ir y venir.

—Aja… —dije queriendo que siga.

—Y estaba pensando…

—Pensabas…

—Vamos a vivir juntos. —dijo de repente y no fue una pregunta, fue una afirmación.

—Cómo? Dónde? Estás seguro? —me mordí el labio, vivir juntos era un gran paso… Más bien un salto.

—En un departamento, está sólo a cuadras de la universidad, no es caro para las dos habitaciones, un baño, una sala, y cocina comedor que tiene. Y sí, estoy segurísimo —terminó con una sonrisa de oreja a oreja mientras yo lo miraba con la boca semi abierta.

—Cómo sabes todo? Ya lo fuiste a ver?

Él sacudió la cabeza.

—Lo busqué en internet, él sábado vamos a verlo —no pasé desapercibido el vamos.

—Es una locura —dije un poco asustada, discúlpenme pero para mí era sorprendente, de la mejor manera, pero aún sorprendente.

—Se llama crecer, preciosa. No tengas miedo —dijo él acariciando mi mejilla, pero luego frunció un poco el ceño— o no querés ir a vivir conmigo? Te parece muy pronto?

Bese su ceño fruncido y se relajó un poco.

—No, claro que quiero Pepe. Es que sólo tengo miedo supongo, pero me encanta la idea —dije rápidamente para que no pensara que lo que preguntó era cierto.

—Bueno si vos querés y yo quiero va funcionar, está bien?

—Está bien.

Me miro sonriendo un tiempo más y luego con la mano que tenía en mi mejilla me llevo hasta sus labios.


***

—Te gusta? —preguntó Pedro, estábamos tomados de la mano, mirando hacia nuestro futuro departamento.

—Me encanta —dije y lo mire, él sonreía por lo que supuse le gustaba también.

Era el piso seis el que estaba libre, y era exactamente como dijo Pedro, bastante acogedor.

Todo era en tonos de marrones, desde claros a oscuros, y ya venía con algunos muebles incluidos –por suerte- no era tanto igual, pero bastaría.

En la sala había un sofá de un tamaño para que tres o cuatro personas entraran.

Con una mesa rato encima de una alfombra y un mueble enfrente dónde podría ir un televisor.

La cocina tenía sus muebles también, una alacena, una cocina con horno, lavadero y una mesada.

No había mesas pero si tenía una barra con dos sillas, ideal para nosotros dos, a no ser que trajéramos a más personas… Tal vez faltaría una pequeña mesa.

La habitación de la derecha tenía una cama enorme, y dos mesitas de luz, con un ropero que ya viene con la habitación, y una ventana al costado que por suerte con las cortinas tapa toda la claridad que viene atreves de ella.

Tenía un estante enfrente a la cama lo que serviría para colocar una televisión también.

La otra habitación sólo poseía un estante, ya que el dueño nos había dicho se solía usar como depósito o algo más, no para dormir. El baño era bastante bueno también.

Definitivamente nos lo quedaríamos.

Con Pedro habíamos llegado al acuerdo de que sus padres –y los míos, ya que insistí- nos ayudarían con los primeros tres meses de paga, mientras que nosotros conseguíamos un trabajo para poder pagar el resto.

Yo aún no les había dicho nada a mis padres, pero hoy lo haría.

***

Eran las ocho de la noche y yo sudaba como loca de los nervios, Pedro llegaría en cualquier momento para cenar y contarles a mis padres lo que teníamos planeado.

No estaba tan preocupada por lo que diría mamá, pero mi papá… Era otro tema.

Antes de que Pedro tocara fui a abrir la puerta, él como siempre estaba a punto de golpear sus nudillos en ella.

—Vos y tu manía —dijo sacudiendo la cabeza viéndose un poco despreocupado.

—Estoy nerviosa, no estas nervioso? —dije sin siquiera decir hola o algo.

—Claro que sí, pero si me pongo a enloquecer como vos no vamos a llegar a nada —dijo él y tomo mi cintura plantando un beso en mis labios— calmate, vamos a hacer que funcione.

Y eso disipo un poco mi inquietud, un poco.

Saludaron todos a Pedro y luego nos sentamos, yo estaba un poco feliz de que Isabella estuviera también, eso impediría que mi papá matara a Pedro, por el momento…

Hablamos de todo un poco al principio, teniendo una conversación tranquila mientras comíamos nuestros primeros bocados.

Cuando estábamos por terminar codeé a Pedro para que comenzara, en algunos casos no era participe de todo eso de las damas primero.

—Les contó Pau que ingresamos a la misma universidad? —comenzó él.

Mis padres asintieron, yo ya los venía preparando de a poquito…

—Sí, nos contó y los felicito a los dos —dijo mi mamá y mi papá asintió de acuerdo, tan comunicativo.

—Y está un poco lejos de acá, ya saben, para ir y venir… —metí mi cuchara en la conversación.

—Hmm, no pensé en eso todavía —dijo mi mamá mientras terminaba de masticar.

—Bueno, si nos permiten, con Pau ya tenemos una idea —dijo Pedro sonando todo educado, como siempre.

—Cuál? —quiso saber mi mamá, mi papá lucía muy concentrado en su comida…

—Alquilar un departamento… Juntos —listo, lo dijo.

Contuve la respiración observando la reacción de mis padres.

Mi mamá se quedó mirando entre Pedro y yo, y mi papá seguía mirando su plato de comida. Acción, necesitaba acción y ellos no hacían o decían nada más que lo anterior.

—Mamá? Papá? Qué piensan? —pregunté insegura.

—Pedro, a la sala —dijo mi papá levantándose.

—Papá… —comencé a protestar pero Pedro me cortó, parándose y poniendo una mano sobre la mía.

—Tranquila, ya vuelvo. —dijo y se fue.

Yo miré a mi mamá.

—No vas a decir nada?

Ella me miró, pestañeo y comenzó a llorar. Estaba malditamente llorando.

—Mamá? —pregunté.

Ella se secó las lágrimas… A todo esto Isabella seguía a su lado, comiendo tranquila…

—Perdón, es que simplemente me di cuenta que creciste mi amor, de verdad. Este es un paso muy grande para vos, para los dos. Y yo te voy a apoyar en todo, y estoy segura que tu papá a su manera también.

Me levanté y la abrace porque era totalmente lo que necesitaba escuchar, necesitaba su apoyo.

—Gracias ma, de verdad que necesitaba que me digas eso —susurré e Isabella se unió a nuestro abrazo sin decir nada, con mi mamá reímos.

—Y si papá espanta a Pedro —dije temerosa, aunque en el fondo sabía que eso no sucedería pero…

—Sabes que sólo quiere hablar con él a solas Pau, tranquila —dijo ella frotando mi espalda.

Yo asentí y me senté de nuevo esperando…

Unos diez minutos después ambos aparecieron un poco, serios. Pero noté que Pedro escondía una sonrisa.

—Y? —pregunté impaciente.

—Mira hija, esto es realmente difícil para mí, y seguro para tu mamá también. Sé que no puedo impedirte nada, ya sos mayor de edad y podes hacer lo que quieras, dentro de lo razonable —agrego rápidamente— no me gusta mucho la idea, pero ya aclaré varios puntos con Pedro —dijo mirándolo amenazadoramente, mi novio asintió solemne— y siempre y cuando estemos invitados todos los domingos a almorzar te doy mi permiso —concluyó y yo largue todo el aire que no sabía estaba conteniendo.

—Gracias papi —chille y corrí a abrazarlo.

Él beso la cima de mi cabeza y susurro en mi oído.

—Ya podes dejar de esconder ese anillo.

Me ruborice de pies a cabeza y retire el anillo que estaba debajo de mi camiseta lentamente.

Lo mire, buscando por alguna mirada amarga o algo así, pero sólo me encontré con un pequeño suspiro y una sacudida de cabeza.

—Creciste tanto —dijo y yo le sonreí dejando un beso en su mejilla.

—Pau se va ir? —de repente Isabella que estaba muy callada habló, con los ojitos un poco tristes.

Me arrodille frente a ella y le sonreí un poco.

—Me voy a mudar Bella, dentro de unos meses. Pero siempre voy a estar, te voy a visitar mucho y vos a mí, si?

Ella asintió muchas veces y se abalanzo a abrazarme.

Después de eso Pedro anunció que tenía que irse –no queriendo tentar más la amabilidad de mi padre.

Lo acompañe hasta la puerta y la cerré detrás de nosotros.

—Qué te dijo? —inmediatamente lo ataqué con la pregunta.

Él rió un poco.

—Unas cuantas cosas, vos tranquila. Él solo estaba haciendo su trabajo de padre —quiso persuadirme.

—Dale Pedro —me queje, más por curiosa que por nada.

—Me tengo que ir, salió mucho mejor de lo que esperaba. Te amo mi amor —dijo callando la queja que estaba por soltar con un beso.

—Yo también te amo, algún día me vas a contar te aviso. Ahora anda —dije empujándolo.

Camino hacia atrás, mirándome y fingió tirarme un beso, se lo devolví.

Cuando llegó hasta el auto se subió lo saludé con la mano y entré a mi casa para encontrarme con que todos ya se fueron a la cama.


Fui hasta la mía también para encontrarme con Isabella acurrucada, y otra noche más dormimos juntas y abrazadas.

**
Hooola quiero que sepan que la verdad que no tengo idea de cómo es el tema para entrar a la universidad en argentina, acá es todo un embole con cursillos y demás por eso decidí hacerles la vida más fácil a mis personajes ah.

PD1: si no lo están haciendo les recomiendo -obligo bue- que lean la novela de la genia de Vicky (@togetherthepair) http://juntosalaparpyp.blogspot.com/ estoy poniéndome al día y está buenísima, escribe genial esta mina ah. (ésta soy yo diciendo lo siento una vez más Vic, te quiero) 
PD2: también recomiendo todas estas:

Son todas grosas porque pertenecen al grupo "Escritoras y Agos pyv" agos la gorda fan más linda y tierna de todas siempre, ah. Las quiero mil3

PD3: COMENTEN así con mayúsculas. Yo subiendo cap seguido y ustedes nada, así NO diría Moria, bue. Se hizo largo, me despido... Chiiiiau.

4 comentarios: